La polémica está servida en el sector de las telecomunicaciones. Orange se ha sumado a Telefónica que el jueves planteaba a sus empleados que el objetivo en época de coronavirus era mantener la seguridad de sus empleados y las redes funcionando, por encima de la guerra comercial para ganar clientes.
Telefónica, y ahora Orange, responden al último decreto del Gobierno que volvió a permitir las portabilidades después de suspenderlas hace dos semanas, aunque solo para líneas móviles y siempre que no impliquen ningún desplazamiento de técnicos de las compañías de telecomunicaciones.
La grandes operadoras consideran que con esta flexibilización puede poner en riesgo la seguridad, tanto de los clientes como de los equipos logísticos y técnicos, elevando de manera sustancial el movimiento de personas en una situación crítica de contagio en nuestro país. Indican además que otras compañías pueden utilizar esta situación como resquicio para poner en marcha portabilidades fijas.
En el caso de Orange, apuntan que si bien el proceso administrativo puede ser desarrollado en remoto, "la ejecución de los procesos implica movimientos de personas. Los empleados de Orange, así como los de las numerosas empresas que participan en los procesos de provisión y logística, tendrían que desplazarse a los domicilios de los clientes, tanto para la instalación de servicios fijos como para la entrega de nuevas SIM o terminales, además de tener que resolver aquellas incidencias que no puedan ser solucionadas a distancia, así como en muchos casos para la propia instalación", indican.
Responsabilidad de las 'telecos'
En este sentido, y al igual que Telefónica, Orange se compromete durante la vigencia del estado de alarma "a limitar su actividad comercial, con o sin portabilidad, tan solo a las altas nuevas necesarias para asegurar la comunicación de la población en aquellos casos en los que sea imprescindible para el cliente".
"De esta forma, se reduce al mínimo la movilidad de sus empleados, así como la de las plantillas de las contratas y operadores logísticos con los que trabaja. Además, con esta acción, la compañía evita elevar el estrés en sus plataformas de atención al cliente centradas ahora en el aseguramiento de los servicios de telecomunicaciones, objetivo principal en este momento para la operadora".
Del mismo modo, Orange ha enviado un mensaje al resto de compañías para que sigan el mismo camino. "Apelamos a la responsabilidad del resto de agentes del mercado para que primen la salud pública y el aseguramiento de la continuidad del servicio por encima de los intereses particulares, con el objetivo de superar con prontitud esta difícil situación, gracias a la contribución de todos", indican.