KKR, Cinven y Providence tienen ambiciosos planes para MásMóvil cuando se complete la opa por 2.963 millones y se hagan con la totalidad del capital de la compañía. Después de que se complete la salida de la bolsa los fondos impulsarán una agresiva estrategia de crecimiento con compras dentro y fuera de España.
Según ha podido confirmar Invertia con fuentes de mercado, la idea es poder convertir en el mediano plazo a Providence en un campeón europeo con participación en varias plazas del continente. La estrategia no es descabellada si consideramos que detrás de la opa habrá un importante esfuerzo inversor que se comenzará a desplegar cuando completen la adquisición de la que ahora es la cuarta operadora en España.
En el mercado español y europeo se da por hecho que en 2021 será el momento de las fusiones y adquisiciones. De hecho, como ha publicado este diario es posible que en los próximos meses la Comisión Europea comience a flexibilizar su normativa y haga posible la integración de muchas compañías en el sector telco, algo vetado en el último lustro.
MásMóvil quiere salir de compras en Europa, pero previo a ésto quiere consolidarse y crecer en el mercado español para coger la suficiente fuerza y músculo financiero que le permita emprender aventuras en el extranjero en el mediano plazo. Un crecimiento que podría desbloquearse el próximo año con fusiones en nuestro país con dos objetivos principales: Orange y Vodafone.
Los amarillos son la operadora que más ha crecido en los últimos cuatro años en el sector, pero sigue estando lejos de Vodafone, Orange y Telefónica. Desde 2017 hasta 2019, ha pasado de 5,5 millones de clientes a 8,9 millones, pero todavía lejos de los 20 millones de Orange o de los 16 millones de Vodafone.
Tamaño de las operadoras
MásMóvil facturó 1.681 millones en 2019, también muy lejos de los 5.280 millones que ingresó Orange -el segundo actor del mercado- o los 4.296 millones de Vodafone, el tercer player en España.
Las cifras indican que, si los fondos tienen voluntad de liderazgo, no pueden seguir fiando todo a su crecimiento orgánico. Incluso si mantienen sus actuales niveles de crecimiento, no podrían acercarse a la facturación de Vodafone u Orange en una década. Por tanto, son necesarias las fusiones e integraciones, pero no con cualquiera, sino que uno de los dos operadores que le preceden.
No vale una operación con Euskaltel que les aporte 685 millones de facturación. No ganarían peso, por lo que sería una apuesta fallida. En esta línea, la operadora vasca acaba de lanzar su nueva marca y despliegue nacional de la mano de Virgin y ha manifestado firmemente su intención de tener una hoja de ruta propia que le permita duplicar sus clientes en cinco años.
En el caso de Orange, los franceses han sido uno de los artífices del crecimiento de MásMóvil, ya que desde 2017 tienen un acuerdo preferente de compartición de redes, mediante el que la compañía amarilla utiliza la red de fibra de los naranjas multiplicando de manera exponencial sus potenciales clientes de red fija, la más costosa de desplegar. La integración entre estas dos compañías sería la que brindase las mayores sinergias en todo el sector.
¿Y Vodafone? Supuestamente MásMóvil lo intentó el verano pasado, pero Vodafone Reino Unido se negó. La diferencia es que, si volviesen a intentarlo en 2021, la operadora fundada por Meinrad Spenger tendrá el respaldo financiero de sus nuevos dueños y la voluntad de éstos de querer crecer. En su contra juega que Vodafone España es hoy una empresa mucho más fuerte que hace un año y que su plan de reestructuración comienza a dar sus frutos.
Últimas fusiones
En cualquiera de los dos casos, los analistas consultados indican que comprar Orange o Vodafone implicaría una adquisición que rondaría los 5.000 a 10.000 millones de euros, un montante que debería ser financiado por bancos y potenciales socios de KKR. No es una operación descabellada pese a estos números, según se indica en el mercado.
En 2019, el sector especuló con dos grandes operaciones: la posible compra de Orange a Euskatel a comienzos de año, y la compra de MásMóvil a Vodafone que se habría negociado el verano pasado.
Ninguna de las dos llegó a buen puerto, lo que significa -según las fuentes consultadas- que MásMóvil deberá tenerlo muy claro para lanzar una oferta por sus competidores, con un buen respaldo económico y un plan de sinergias muy atractivo para generar valor de la compañía resultante.
La compra de Yoigo por MásMóvil en 2016 (por 612 millones de euros) fue precisamente la última gran operación que ha remecido al sector. Enmarcada dentro del trienio dorado para la consolidación del sector (2014-2016) cuando Vodafone compró Ono por 7.200 millones de euros, Orange adquirió Jazztel por 3.400 millones y Telefónica compró Digital+ por 725 millones (el 56% del capital) para consolidar su apuesta por la convergencia. Mucho ha llovido desde entonces.