El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado que el Gobierno del Reino Unido excluirá de las nuevas redes de 5G que se están desplegando en el país al fabricante chino Huawei, por motivos de seguridad nacional, medida que llega después de que Estados Unidos haya presionado para que el Reino Unido aplique ese veto a la compañía china.
Gran Bretaña decidió en enero limitar la cuota de Huawei al 35% como suministrador de equipos a operadores como Vodafone y BT, pero el Gobierno estadounidense, con Donald Trump a la cabeza, tachó la decisión de insuficiente. Trump considera que debe protegerse la seguridad nacional ante la firma oriental, que ve demasiado vinculada con el Gobierno de China y podría usar las nuevas redes para obtener información clave en los países occidentales, no solo del Reino Unido.
Antes de que las autoridades de Gran Bretaña desvelaran esta polémica decisión, ya dimitió el presidente de Huawei en el Reino Unido, John Browne, exconsejero delegado de la petrolera BP.
Johnson dará de plazo hasta 2027 para que los operadores de telecomunicaciones eliminen los equipos de Huawei que ya tienen en sus redes de 4G, y que iban a ser utilizados como base para adaptar la tecnología 5G. Un estudio de Oxford Economics, solicitado por la compañía Huawei considera que el veto a esta empresa puede elevar los costes de instalación del 5G entre un 9% y un 29%.
Por otra parte, la decisión del Gobierno británico podría provocar que China tomara represalias comerciales.