La empresa tecnológica y de comercio electrónico Rakuten cerró el primer semestre de 2020 con unas pérdidas netas de 27.824 millones de yenes (222,7 millones de euros), frente a las ganancias de 99.903 millones de yenes (798,9 millones de euros) del mismo periodo del año pasado, según ha indicado la firma japonesa este martes al publicar sus cuentas trimestrales.
Los ingresos entre enero y junio se elevaron un 15,7%, hasta 678.768 millones de yenes (5.427,8 millones de euros). La división de comercio electrónico facturó 392.826 millones de yenes (3.141,3 millones de euros), un 9,4% más, mientras que el área de servicios financieros alcanzó los 281.761 millones de yenes (2.253,2 millones de euros), un 21,2% más. La rama de servicios de telefonía móvil ingresó 82.883 millones de yenes (662,8 millones de euros), un 57,9% más.
Rakuten ha atribuido gran parte del crecimiento de los ingresos al impacto de la pandemia del Covid-19, que impulsó el consumo de servicios digitales y comercio electrónico debido a la petición del Gobierno de Japón de reducir al mínimo posible las actividades fuera del domicilio.
La compañía nipona entró en números rojos porque, pese al incremento en la facturación, los gastos operativos alcanzaron los 730.810 millones de yenes (5.844,3 millones de euros), un 26,1% más, mientras que el impacto positivo de los extraordinarios se redujo a menos de la mitad, hasta 44.911 millones de yenes (359,2 millones de euros).