La app de rastreo del coronavirus va camino de convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Con los casos disparados -2.935 el jueves- y con muchísimos problemas para reclutar rastreadores en todas las autonomías, la aplicación móvil para detectar contactos sigue sin estar operativa.
El problema es que las previsiones de distintos organismos de la administración autonómica indican que no se tendrá pronto, ni siquiera en los plazos a los que originalmente se comprometió el Ejecutivo. Las informaciones recopiladas por Invertia indican que Canarias y Baleares no tendrán Radar COVID en los próximos días, con lo que incumplen los plazos iniciales de estar activas el 10 de agosto, como avanzadilla del despliegue en todo el territorio.
Lo mismo pasa con el plazo de estar operativa el 15 de septiembre en toda España. Las fuentes con las que ha hablado este diario indican que es probable que algunas Comunidades Autónomas no lleguen a estar preparadas para esta fecha. El objetivo es que sean las mínimas posibles, pero es una posibilidad real que ahora está sobre la mesa. Llegarán, pero probablemente en algunos lugares debamos esperar a octubre.
Con la vuelta al trabajo y al colegio en septiembre, es una mala noticia no tener operativa la app que sería el complemento ideal para los rastreadores en su labor de identificar a las personas con las que ha estado en contacto un positivo. Radar COVID ha demostrado en su piloto de La Gomera que es más rápida y que es el doble de efectiva en la detección de contactos que los rastreadores manuales.
Sin embargo, este medio informó el martes que ninguna Comunidad -ni Canarias, ni Baleares- había comenzado la integración técnica de la aplicación. Algo que dos días después sigue sin producirse. ¿Qué ha pasado? Las diferentes fuentes consultadas hablan de que hay una mezcla de optimismo con los plazos por parte de la Secretaría de Estado de Inteligencia Digital -que anunció las fechas y gestiona técnicamente la app- y los problemas de integración propios de un sistema sanitario fragmentado en 17 administraciones distintas.
500.000 descargas
Para usar Radar COVID cada autonomía debe comunicarlo al Ministerio de Sanidad, que tras comprobar que todo esté en orden pide a la Secretaría de Estado de Inteligencia Artificial (dependiente de Ministerio de Asuntos Económicos) que comience la integración técnica.
Este proceso es mucho más lento de lo que se estimó en Economía inicialmente ya que se deben valorar una serie de procedimientos, temas jurídicos, funcionamiento, relación entre comunidades, homologación de datos y privacidad. Un camino que va mucho más allá de tener activa la app.
Las fuentes consultadas indican además que cada comunidad deberá generar un protocolo propio dentro de sus sistemas sanitarios para enviar los códigos a los contagiados -que identifican anónimamente a los positivos y a sus contactos- y formar a los rastreadores para que puedan utilizar de mejor manera la información que reciben de la app.
Deben existir además procedimientos de rastreo entre comunidades para ver cómo se identifica y saber quién se encarga de los positivos que han salido de la región donde tuvieron el contacto.
De hecho, y a la espera de que comiencen a sumarse las primeras comunidades, la app ya puede descargarse desde el lunes. De momento, ya lleva más de medio millón de descargas en Google Play demostrando que hay interés por utilizarla. El problema es que por el momento solo registra contactos, pero es inútil al no poder recibir las alertas de los contagiados. Un proceso que solo estará activo cuando las comunidades empiecen la integración.
¿Cómo funciona?
Una vez descargada Radar COVID en nuestro móvil, nos encontraremos una pantalla inicial de bienvenida con una descripción de la aplicación. La pantalla principal de la aplicación tiene solo tres botones. El primero avisa si hemos estado expuestos a la Covid en base a las alertas que vayamos recibiendo; el segundo permite tener -o no- activada la aplicación; y el último botón permite comunicar un positivo por coronavirus.
La aplicación activa irá detectando qué otros móviles con la aplicación activada han estado cerca y en caso de que alguno de ellos comunique que está contagiado, nos llegará una notificación avisándonos de que hemos estado cerca de él.
La aplicación realiza el "contacto" con otros móviles mediante tecnología bluetooth, lo que garantiza que el rastreo sea anónimo y no recopile datos personales. De hecho, si comunicamos el positivo las autoridades sanitarias -de la comunidad autónoma correspondiente- nos asignarán un código de doce dígitos que deberemos introducir para mandar la alerta a los dispositivos que registró nuestro móvil en los últimos 14 días.
En la medida que todas las autonomías vayan adoptándola será más fiable, ya que podrá registrar contactos en toda España. Del mismo modo, para la interopearatividad europea, habrá que esperar al protocolo comunitario, que aún no tiene fecha de lanzamiento.