"Nos hemos enterado por la prensa". La sorpresa en las operadoras de telecomunicaciones a última hora de la tarde del miércoles era mayúscula, tras enterarse por los medios de comunicación de que el Gobierno había incluido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 una previsión de ingresos de 2.100 millones de euros para la subasta de 5G del primer trimestre de próximo año.
Un tema de formas, pero también de fondo. El Gobierno había señalado en muchas ocasiones que la subasta del espectro de 700 MHz, que han liberado los canales de TDT, "no sería onerosa y que no tendría un afán recaudatorio".
Sin embargo, la estimación hecha pública esta semana va en dirección contraria. Y lo peor es que -consideran- pone en riesgo los miles de millones de euros en inversiones que requiere el espectro de 5G por parte de las compañías.
Entre las operadoras de telecomunicaciones que pujarán por este espectro -entre las que se encuentran Telefónica, Vodafone y Orange- se estimaba que la horquilla de coste de esta subasta estaría en torno a los 1.000 y 1.500 millones de euros, por lo que estos 2.100 millones anunciados han generado una gran preocupación.
El montante cuadruplica los 437,65 millones recaudados en la anterior subasta 5G (de la banda de 3,5 GHz) realizada en verano de 2018 y supone casi 300 millones más que los 1.840 millones que el Estado espera recaudar en un año por las tasas Google y Tobin juntas.
Inversión total
Del mismo modo, dentro de las compañías con las que ha hablado Invertia se considera que al tratarse de una subasta, los 2.100 millones serán el punto de partida del proceso y que -en función que se desarrollen las pujas- la cifra podría ser mucho más elevada.
Es verdad que no se llegará a números desorbitados como los 6.650 millones de euros que las operadoras pagaron en Alemania e Italia por estas frecuencias, pero también es cierto que estos 2.100 millones están muy por encima de lo previsto inicialmente.
Las operadoras consideran que cada compañía con red propia deberá invertir unos 1.500 millones de euros en infraestructuras para la nueva tecnología 5G e, indican, cada euro que aumente la subasta se deberá restar de estas partidas. Si sumamos que cada operadora deberá gastarse no menos de 500 a 700 millones en la próxima subasta, el montante total de la inversión llegaría a no menos de 2.200 millones.
Las compañías con las que ha hablado este diario consideran además que su intención de no repercutir el coste del 5G en sus clientes puede verse perjudicada por el coste de esta subasta.
En sus primeros despliegues Vodafone, Orange, Telefónica y Yoigo (MásMóvil) han incorporado el servicio en sus paquetes convergentes y orientados al cliente de alto valor, pero en cuanto comiencen los despliegues exclusivos de 5G -actualmente se apoyan en la red 4G- esta situación podría cambiar.
Plan España Digital
La estimación de ingresos de la subasta 5G contenida en los Presupuestos Generales del Estado choca además con los objetivos del Plan España Digital del Gobierno. En junio, Pedro Sánchez presentó un ambicioso proyecto para digitalizar el país con una inversión de 20.000 millones del sector público y 50.000 del sector privado en tres años.
Entre sus principales objetivos se encontraba llegar al 100% de cobertura de fibra óptica en 2025 y al 75% de cobertura 5G. Una cobertura que deberán hacer casi en su totalidad las empresas, ya que el Gobierno solo entrega ayudas para llegar a zonas rurales donde no es rentable el despliegue. Nos referimos a la última milla que representa entre 10% y el 5% del territorio.
El restante 90% -como es el caso de la fibra- debe ser cubierto por Vodafone, Orange, Telefónica y MásMóvil y para eso necesitan recursos y ayudas no solo desde el punto de vista de grandes planes, sino que de hechos como las subastas. En mercados como el estadounidense o el chino, las frecuencias se han cedido gratis a cambio de compromisos de inversión. En España se cobrarán 2.100 millones de euros como mínimo.