Vodafone España ha presentado los resultados de su primer semestre fiscal -de marzo a septiembre- en una rueda de prensa que ha servido para que su hasta ahora CEO, Antonio Coimbra, pasara el testigo a su sucesor Colman Deegan. Un encuentro en el que el directivo portugués ha reivindicado sus decisiones más polémicas durante los últimos tres años.
Coimbra ha defendido su salida del fútbol, justificado los ajustes realizados en este periodo y ha sacado pecho del lanzamiento del 5G y de los datos ilimitados, en el primero de los casos un año antes que sus principales competidores.
El hasta ahora CEO ha recordado que el camino recorrido en los últimos dos años ha sido duro, pero que se está viendo la luz al final del túnel mitigando la caída de ingresos y mejorando los resultados operativos en el último semestre. "Una tendencia claramente ascendente y mejor que nuestros dos principales competidores".
En los resultados de este último trimestre, Coimbra también ha destacado que gana clientes en todos los segmentos. "Los clientes con contrato móvil crecieron en 95.000 hasta 11,4 millones. Los de banda ancha fija se incrementaron en 101.000 clientes, mientras que los clientes de banda ancha fija se incrementaron en 58.000 hasta 3,2 Millones. La base de clientes de televisión se incrementó en 114.000 clientes hasta 1,5 millones de clientes".
Subasta de espectro
De hecho, ha indicado que han recortado distancias incluso situándose como el segundo operador del mercado en ingresos de clientes (excluyendo el mayorista) del tercer trimestre con 874 millones frente a los 860 millones de Orange. También ha inciado que en el verano del próximo año y si el efecto Covid se acaba en marzo del 2021, Vodafone podrá volver a crecer en ingresos.
Coimbra no ha querido pronunciarse respecto de la ola de fusiones que podrían venir en el futuro en España. Ha remitido a las palabras del CEO de Vodafone, Nick Reed, que indicó que el grupo debe ser protagonista de las consolidaciones y que no se quedará pasivo en una posible ola de movimientos corporativos.
En donde sí ha sido muy claro ha sido en la subasta del 5G que prepara el Gobierno para el primer trimestre del próximo año. En este punto el Ejecutivo anunció que prevé recaudar 2.100 millones en este proceso, aunque el Ministerio de Asuntos Económicos ha dicho que no tendrá un afán recaudatorio.
En este punto, Coimbra ha indicado que el Ejecutivo debería tener en cuenta la inversión en redes que deberían realizar las operadoras y que cualquier subasta onerosa podría limitar la inversión. También indicó que el futuro despliegue de Vodafone estará directamente relacionado con la actualidad de la subasta.