Telefónica está inmersa en un intenso proceso de negociaciones con diferentes inversores para monetizar sus activos de Latinoamérica. Fuentes conocedoras de estas gestiones han confirmado a Invertia que hay varias conversaciones en marcha, a diferentes velocidades y bajo diversas fórmulas de colaboración que podrían dar sus frutos en los próximos meses.
Estamos quizás ante el momento más activo de la operadora en este sentido, desde que hace más de un año -en noviembre de 2019- el presidente de la compañía José María Álvarez Pallete pusiera en marcha el spinf off de los negocios de Telefónica en Latinoemérica, con el objetivo de rentabilizar sus filiales en este continente.
El pasado lunes, la agencia Bloomberg publicó que Liberty estaba en negociaciones con Telefónica para adquirir sus negocios en Colombia y Ecuador. En el sector se confirma que estas conversaciones existen, pero que todavía están en un nivel muy preliminar y que las posibilidades de cerrar un acuerdo son todavía remotas.
De concretarse la operación, no sería la primera vez que Telefónica y Liberty llegan a un acuerdo. En plena pandemia llegaron a un pacto para fusionar sus negocios en Reino Unido y en julio compraron Telefónica Costa Rica por 425 millones de euros, incluyendo deuda.
No obstante, las fuentes consultadas por este diario indican que esta operación no es la única que se está estudiando en Latinoamérica. De hecho, Invertia ha podido confirmar que hay conversaciones en marcha por diferentes activos de la operadora en el continente americano. Y la venta no es la única opción.
Telefónica Hispam
Está sobre la mesa la venta de Colombia y Ecuador, pero también hay negociaciones preliminares para dar entrada a inversores con los que compartir la gestión. Hace unas semanas en una reunión con inversores la operadora confirmó que busca socios para impulsar la fibra en Chile. En esta línea, la opción de Perú también vuelve a estar sobre la mesa.
Lo cierto es que parece más lejana la posibilidad de realizar una operación por los activos de Telefónica Hispam en su conjunto, que además implicaba una eventual salida a bolsa de esta compañía.
Por el contrario, gana enteros la alternativa de analizar caso a caso. Es decir, una solución diferente y acorde con la realidad de cada país. Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela son las filiales en el continente agrupadas en Hispam -Brasil sigue siendo una unidad de gestión independiente- frente a las que están todas las opciones abiertas.
Lo cierto es que, pese a la pandemia, las ofertas llegadas a Telefónica son varias, lo que permitiría a la compañía realizar operaciones que generen más valor y logren una mayor rentabilidad. El problema del mal desempeño de las bolsas mundiales es que agita el fantasma de cerrar ventas por debajo del valor potencial de los activos, una situación que se puede equilibrar ante un escenario con varias ofertas en diferentes niveles.
Lo que está claro es que la intención de la compañía no es vender a cualquier precio, ni tampoco salir completamente del continente. La opción que tiene más adeptos es la de tener socios estratégicos con los que mantener el capital, pero que además puedan quedarse con la gestión del día a día de las respectivas filiales.
Rentabilidad de Latam
En cualquier caso, es inevitable que Telefónica tenga que mover ficha en Latam. Los negocios de Telefónica en el continente han estado históricamente afectados por una endémica depreciación de sus monedas y afectados por recurrentes deterioros en activos lastrados por la inestabilidad política y económica del continente.
Según los últimos resultados de la operadora, Telefónica Hispam ingresó 5.988 millones de euros en los primeros nueve meses del año, lo que supone el 18,6% de su facturación global. El problema es que los negocios en estos países solo representan el 5,3% de su Oibda (medida equivalente de la compañía para Ebitda), lo que demuestra que pese a sus ingresos son mucho menos rentables que los mercados estratégicos: España representa el 38%, Brasil el 24%, Alemania el 17%, Reino Unido el 16%.
Latinomérica no es rentable y cada vez lo es menos. El último ejemplo se expuso precisamente en estas cuentas. En este tercer trimestre Telefónica registró unas pérdidas trimestrales de 160 millones de euros, lastradas por un deterioro de 785 millones de euros en sus activos en Argentina. Sin este impacto de extraordinarios entre junio y septiembre, las ganancias habrían sido de 734 millones.
La operadora española tuvo que aplicar este ajuste contable por la compleja situación que atraviesa el país latinoamericano -con un decreto que impide subir precios- con graves problemas económicos por la crisis del coronavirus.
Frente a este contexto los analistas consultados indican que el negocio de Telefónica en Latinoamérica podría estar valorado entre los 13.000 y los 10.000 millones de euros, aunque con la pandemia nuevamente descontrolada esta valoración se podría haber reducido.
Mercados estratégicos
En lo que también coinciden los expertos es que en eventuales acuerdos en Latam, e incluso alguna venta, daría el impulso final a la hoja de ruta de Pallete presentada en noviembre del año pasado. Sería la 'guinda del pastel'. En poco más de un año, el presidente de Telefónica ha cerrado operaciones en todos los mercados estratégicos: España, Brasil, Reino Unido y Alemania. Solo falta un impulso en Latinomérica.
En el caso de Brasil, el lunes la operadora se adjudicó parte de los activos móviles de OI. La subasta a la que se presentaron con TIM y Claro le adjudicó el 29% de las líneas móviles -unos 10 millones de clientes- que consolidan a Vivo como uno de los principales operadores del país. Una operación en la que Telefónica invertirá unos 900 millones de euros.
En Alemania, la sociedad conjunta creada por Telefónica y Allianz para el despliegue de fibra óptica a través de una plataforma mayorista obtuvo la autorización por parte de la Comisión Europea mediante un procedimiento abreviado. De esta forma, la nueva sociedad, denominada Unsere Grüne Glasfaser (UGG), está ya operativa para comenzar a desplegar una red de fibra de 50.000 kilómetros en zonas rurales y semirrurales de Alemania.
A esto se añade la aceleración del proceso de fusión de las filiales en Reino Unido de Telefónica y Liberty Global, O2 y Virgin. La CMA aceptó la semana pasada la petición de las compañías de ir directamente a la fase dos del proceso, llamada “fast-track”.
Y todo ello en un contexto de despliegue acelerado de 5G en España, que se suma a la cobertira de más del 80% de fibra óptica en su principal mercado. De hecho, el martes la compañía comunicó que cumplió con dos semanas de antelación el objetivo de tener el 75% de la población con 5G. Se ha logrado llegar al 76% y a 1.200 poblaciones en todo el territorio español.