Telefónica sigue su hoja de ruta para monetizar sus activos e infraestructuras. En lo que va de año ha anunciado dos importantes operaciones -la liberación de sus compromisos con Vodafone y la salida de Telxius de su perímetro- que en los próximos meses desembocarán en la venta de sus últimas torres de telecomunicaciones que actualmente se encuentran en Reino Unido.
Según ha podido confirmar Invertia, la compañía española ha comenzado a preparar la venta de sus cerca de 8.000 torres que todavía tiene en este país a través de la join venture Cornerstone Telecommunications, que mantiene a partes iguales con Vodafone.
Al igual que la venta de Telxius, el objetivo es rentabilizar al máximo su inversión en una operación que podría rondar, como mínimo, los 1.000 millones de euros. Cornerstone Telecommunications tiene un valor estimado de 2.000 millones según valoración de mercado, por lo que el 50% de la compañía estaría en torno a la cifra que espera obtener Telefónica por la operación.
Este miércoles, Telefónica anunció la venta de todas las torres de Telxius por 7.700 millones de euros para sus más de 30.000 emplazamientos. Una operación que confirma el plan estratégico de la compañía que ha entendido que debe invertir en recursos tecnológicos más que en infraestructura física.
La venta de Telxius ha sido una operación que, además, ha gustado al mercado, que ha premiado a las acciones de Telefónica con una subida del 11% en bolsa que ha llevado a su gráfica a rozar los 4 euros, su cotización más alta desde junio en la Bolsa de Madrid.
Del mismo modo, Moody's cree que la venta de las torres de telecomunicaciones a American Tower es "ligeramente positiva" desde el punto de vista crediticio para Telefónica, porque, aunque el acuerdo contribuye a la reducción de deuda, el efecto en el desapalancamiento tras los ajustes por arrendamientos es "pequeño".
Acuerdo con Vodafone
En este contexto, la idea es que en los próximos meses no tenga ninguna torre en propiedad y que, mediante acuerdos, garantice el mismo servicio a sus clientes, además de poder utilizar los recursos disponibles para invertir en nuevas infraestructuras virtuales.
Estamos hablando de data centers o cloud y en la nueva generación de emplazamientos 5G, small cells que darán capilaridad a la nueva red en España, Reino Unido, Alemania y Brasil, sus mercados estratégicos.
Este interés de vender sus torres en Reino Unido se verá favorecido por el reciente acuerdo firmado con Vodafone para que cada compañía pueda monetizar por separado sus torres de Cornerstone Telecommunications.
Vodafone ya anunció que tiene la intención de transferir su participación del 50% en Cornerstone a Vantage Towers (su filial de torres) este mismo mes. La idea es sacar Vantage a bolsa y poder monetizar por su cuenta los activos.
Esta operación y la firma de los nuevos acuerdos dan manos libres a Telefónica para negociar por su cuenta su 50% de Cornerstone y buscar con libertad un comprador para su parte de estos activos.
Telefónica Infra
En cualquier caso, Cornerstone seguirá siendo el proveedor preferido de nuevos sitios para ambos operadores. La compañía se formó en 2012 mediante la consolidación de la infraestructura de red Telefónica UK y Vodafone UK que se transfirieron a la operación conjunta.
Con estos movimientos, desprendiéndose de todas sus torres de telecomunicaciones, Telefónica da un nuevo paso en su hoja de ruta. El mercado valora que las torres sean administradas por especialistas que se centren exclusivamente en su gestión y en este nuevo ecosistema no encaja la propiedad de Telxius y de las torres de Reino Unido en manos de Telefónica.
Las torres son una parte importante de su negocio, pero no el principal. Y es mucho más rentable ceder su explotación a un gigante del sector, como American Tower en el caso de Telxius, con quien además se ha asegurado acuerdos de explotación muy ventajosos.
Hace casi dos años el Consejo de Administración de Telefónica aprobó la monetización de sus torres de telecomunicaciones y en noviembre de 2019 lanzó su nuevo plan creando Telefónica Infra con el objetivo de poner en valor sus inversiones en infraestructuras.
Esta venta es un paso más en esta planificación en la que las torres no son una prioridad de gestión, pero de las que se puede sacar gran rendimiento si es que están enmarcadas dentro de un acuerdo de arrendamiento.