El Ministerio de Asuntos Económicos, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, baraja reducir el precio de salida de la próxima subasta de 5G establecido originalmente en 1.170 millones de euros, a cambio de exigir a las operadoras de telecomunicaciones mayores compromisos de inversión en las futuras redes ultrarrápidas de telefonía móvil.
Pese a que desde el ministerio se indica a este diario que "la decisión aún no está tomada", otras fuentes explican a Invertia que la rebaja en el precio está muy avanzada y que es "muy probable" que se incluya en las condiciones finales de la subasta de espectro de 700 MHz que se publicarán en los próximos días en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Una situación que ya adelantó el propio secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, en una entrevista con EFE hace un mes. "Lo vamos a estudiar. Si como consecuencia del estudio vemos que los argumentos presentados -para bajar el precio- tienen mérito suficiente, entonces se reconsiderará". Aunque advirtió que eso no significaba que se fuese a mover este precio.
La respuesta de Roberto Sánchez venía por las alegaciones de las propias operadoras de telecomunicaciones que advirtieron de que un precio de salida de 1.170 millones de euros perjudicaría la inversión futura en estas redes y que seguía estando muy por encima de otros países como Portugal o Reino Unido.
Por primera vez en mucho tiempo, Telefónica, Orange, Vodafone y MásMóvil estuvieron de acuerdo en un mismo análisis: cada euro de más que se pague en la subasta se restará a la futura inversión en estas redes. Un coste estimado de 1.500 millones de euros por cada operadora.
Subasta de 3,5 GHz
Al tratarse de una subasta, el precio final estará determinado por las pujas que se realicen y el tiempo que dure el proceso. En esta línea, lo único cierto es que el coste final de este espectro para las operadoras estará como mínimo en los 1.170 millones de euros.
No obstante, en la medida que comiencen a sucederse las pujas por algún bloque especialmente demandado el precio se puede disparar hasta cifras inasumibles por las 'telecos'.
Unas alegaciones que serían consideradas por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones a la hora de rebajar el precio final en la próxima subasta de 5G, un espectro clave para la capilaridad y la llegada de la tecnología a las ciudades más pequeñas.
Otro punto que juega a favor de esta decisión -y en contra de mantener el precio- es la posibilidad de que las operadoras no acudan de manera masiva a la subasta, enviando una mala señal respecto de la confianza en el procedimiento.
En la última adjudicación de dos bloques de 3,5 GHz solo acudieron dos operadoras: Orange y Telefónica. Por primera vez, Vodafone no se presentó a una subasta de espectro lo que desembocó en una adjudicación sin pujas. Existe además la posibilidad cierta de que MásMóvil y Euskaltel no se presenten a la subasta de 700 MHz, lo que dejaría a solo las tres grandes pujando por este espectro.
Obligaciones de inversión
En cualquier caso, la decisión y la publicación de las condiciones definitivas están tomando más tiempo de lo previsto, por lo que a estas alturas ya se hace imposible cumplir con los plazos cifrados por el propio Gobierno de comenzar la puja antes de finalizar el trimestre.
De esta manera, las fuentes consultadas estipulan los nuevos plazos a finales del mes de abril, ya que todavía no se conocen las condiciones finales y ni se ha terminado de reordenar el espectro de 3,5 GHz tras la última adjudicación de los dos últimos bloques a Orange y Telefónica.
Respecto al resto de condiciones, una rebaja en el precio de salida implicaría una "compensación" para el Gobierno en forma de mayores inversiones comprometidas en esta subasta y la posibilidad de establecer requisitos más amplios de cobertura. Dos maneras de asegurarse que el dinero que no se ingrese por la subasta repercutiría de igual manera en la calidad de las redes y en su despliegue.