El director de la GSMA, John Hoffman, sigue con su incansable cruzada para intentar tener un Mobile World Congress (MWC) de Barcelona en las fechas comprometidas. Este jueves fue entrevistado en TV3, la televisión pública catalana, donde dejó claro que el evento se realizará a finales de junio, que no está previsto postergarlo y que la única manera que se cancele sería que el Gobierno lo decretase a causa de la Covid.
Un paso más en la escalada de declaraciones y comunicados públicos con los que el organizador del evento presiona a las operadoras de telecomunicaciones y empresas tecnológicas para que comprometan su participación presencial en el evento.
Este diario ha publicado que las telecos de todo el mundo -todos socios de la GSMA en su condición de patronal del sector- no quieren que el evento se realice en estas fechas por los riesgos de contagios. De hecho, se ha pedido de manera extraoficial que el MWC mueva sus fechas al tercer trimestre para dar más margen a las campañas de vacunación.
Sin embargo, la GSMA presionada por el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, se ha negado y se ha lanzado a promocionar el Mobile como el primer gran evento seguro del sector. Una decisión que se traducirá en un congreso con una cantidad muy reducida de expositores físicos y una presencia casi testimonial de asistentes.
Según ha podido confirmar este diario con empresas del sector, las bajas de grandes compañías seguirán produciéndose en las próximas semanas y muchas de ellas ni se comunicarán públicamente. Esto nos llevará a un escenario en que la mayoría de los eventos se convertirán en virtuales, que la asistencia de equipos de los grandes será mínima y que los visitantes estén muy lejos de los 50.000 que prevé la GSMA.
Pocos asistentes
En el caso de las empresas, ya han asumido que el dinero que han pagado en esta edición está perdido, por lo que hacer prefieren hacer eventos virtuales con desplazamientos mínimos que mantengan la seguridad sanitaria de sus trabajadores.
En este sentido, Hoffman indicó ayer que pese a que la feria ocupará todo el recinto de Gran Vía de Fira de Barcelona, dejará más espacios entre las empresas para mantener la distancia de seguridad, y ajustarán el plan de montaje "hasta el día en que las puertas abran".
Por descontando, ninguno de los grandes directivos asistirá a la feria aunque se mantengan de manera formal sus intervenciones en la planificación del evento. Una situación que la GSMA conoce y asume.
Del lado de la organización, decir que el evento se realizará en las fechas comprometidas -aunque ninguna de las grandes empresas asista de manera presencial- es una solución intermedia que le permitirá mantener sus compromisos con las diferentes Administraciones y no tener que afrontar indemnizaciones ni procesos legales.
Desde el punto de vista de los asistentes, la GSMA sigue manteniendo que espera recibir 50.000 asistentes, la mitad de los 109.000 que compraron su entrada en 2019, el último año que se realizó. De ellos, 35.000 debería vivir en España, según Hoffman, y por tanto no tendrían que hacer desplazamientos internacionales para llegar al evento.
Seguirán las bajas
Sin embargo, la realidad indica que la presencia física será muy reducida. En una ronda rápida por hoteles de Barcelona que tradicionalmente acogen asistentes al evento, se confirma a este diario que no hay reservas masivas que aseguren una llegada de miles de participantes al MWC del 28 al 1 de julio. Las reservas corporativas e individuales brillan por su ausencia.
Un problema que tiene perfectamente identificado la organización y que les ha obligado a realizar grandes descuentos para que las empresas reserven y paguen su plaza. Hace unas semanas se anunció una rebaja en los precios de las entradas de casi el 30%. En paralelo, la GSMA también ofrece descuentos en las reservas de hotel a través de su agencia de viajes con reducción en el precio de hasta el 25%.
En el último mes, han declinado asistir al Mobile World Congress grandes compañías como Google, Intel, LG, Ericsson o BT, que se han sumado Nokia, Sony Mobile, Oracle, Microsoft, Facebook e InterDigital. Todas argumentan lo mismo: falta de seguridad sanitaria en el mundo a causa de rebrotes de la pandemia y lentitud en la vacunación, en especial en Europa.
Técnicamente estas empresas no han renunciado al MWC sino que han declinado a asistir de manera presencial y han manifestado su interés de participar de manera virtual intentando cumplir con sus calendarios y objetivos de presentaciones comprometidas.
Una modalidad, que según las fuentes consultadas entre las empresas, será la mayoritaria a finales de junio. Eventos en su mayoría virtuales, poca representación institucional de las grandes compañías y una asistencia muy reducida de visitantes, muy lejos de las estimaciones de 50.000 personas de la GSMA.
Un Mobile para la nueva normalidad que no gusta a las operadoras, pero que se realizará por las presiones de las Administraciones públicas.