Un grupo de legisladores demócratas y republicanos presentó este viernes ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos una propuesta legislativa destinada a poner coto al poder de grandes empresas de tecnología.
El proyecto de ley antimonopolio aún tiene que conseguir el voto favorable del Comité Judicial antes de llegar al pleno de la Cámara Baja y, de conseguir el apoyo suficiente, ser aprobados por el Senado antes de que Joe Biden pueda ratificarlo y convertirlo en ley.
Este paquete consta de cinco medidas y es el fruto de una minuciosa investigación llevada a cabo por el subcomité judicial antimonopolio de la Cámara de Representantes para investigar un posible abuso de poder por parte de Amazon, Apple, Facebook y Google. Datos públicos recientes sugieren que, en conjunto, estas cuatro empresas tecnológicas, tienen una capitalización de mercado de 6.300 millones de dólares.
En los círculos políticos se comenta que de aprobarse, este sería el “ataque” de mayor calado del Capitolio contra Silicon Valley.
Trabas a las fusiones
Entre otras medidas, el proyecto de ley dificultaría que las plataformas dominantes completen fusiones en los mercados que lideran, que controlen un negocio que genere un conflicto de intereses irreconciliable, que promuevan o destaquen sus propios productos o servicios sobre los de la competencia y prohibiría la adquisición de empresas que presenten amenazas competitivas actuales o potenciales.
Dos de las cinco propuestas legislativas podrían causarles más de un quebradero de cabeza a Amazon y Apple en particular, dado que ambas empresas operan mercados y plataformas en los que comercializan sus propios productos o aplicaciones, con los que compiten contra otros vendedores o desarrolladores que dependen de sus servicios. Se trata de la Ley Antimonopolio de Plataformas, rebautizada como la Ley de Innovación Online, y la Ley de y Elección Estadounidense.
Las propuestas restantes se centran en la gestión y distribución de los presupuestos de las agencias de aplicación de la legislación antimonopolio y en la exigencia de que las plataformas hagan que sus servicios sean interoperables con los de otras empresas.
Apoyo bipartidista
Cabe recordar que durante los últimos meses del mandato de Donald Trump, el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a Google de Alphabet y la Comisión Federal de Comercio demandó a Facebook, acusándolos de violar las leyes de competencia vigentes. También a finales de 2020, el subcomité antimonopolio del Comité Judicial de la Cámara de Representantes publicó un informe en el que acusaba a Apple, Amazon, Google y Facebook de abusar de su poder de mercado.
Ahora les ha llegado el turno a los legisladores. “Actualmente, los monopolios tecnológicos no regulados tienen demasiado poder sobre nuestra economía”, dijo el viernes el congresista David Siciline, demócrata de Road Island y presidente del Subcomité de la Ley Antimonopolio, en una rueda de prensa en la que se desvelaron los principales puntos del proyecto de ley antimonopolio.
"Nuestra agenda nivela el campo de juego y asegura que los monopolios tecnológicos más ricos y poderosos jueguen con las mismas reglas que el resto de nuestra gente", aseguró.
Aunque la redacción del borrador ha puesto de manifiesto las diferencias entre las soluciones preferidas por demócratas y los republicanos, lo cierto es que ha habido consenso entre los dos grandes partidos políticos sobre la importancia de regular los mercados digitales para revitalizar la economía y prevenir el supuesto daño competitivo causado por las ‘big tech’.
Liberales, progresistas y conservadores están de acuerdo en que las empresas de tecnología han llegado a tener demasiado poder, poniendo en riesgo la innovación y crecimiento económico en todo el país.
Desde las diferentes formaciones políticas han señalado al dominio de unas pocas empresas como la causa fundamental de la difusión de desinformación, la creciente desigualdad laboral y salarial y el fracaso a la hora de proteger la libertad de expresión en Internet.
Rechazo de las tecnológicas
El borrador del proyecto de ley, del que se han hecho eco los principales medios de comunicación del país, ha provocado el rechazo de los principales grupos del sector tecnológico.
Este ha sido el caso, entre otros, del Centro Internacional de Derecho y Economía, think tank que ha recibido financiación de Google en el pasado. "Adoptar el modelo regulatorio europeo dificultaría que las empresas tecnológicas estadounidenses innoven y compitan tanto aquí como a nivel mundial", advirtió el viernes Geoffrey Manne, presidente y fundador del grupo de investigación.
En un tono similar, Adam Kovacevich, director ejecutivo del Chamber of Progress (grupo de investigación de corte progresista respaldado por Amazon, Facebook y Google entre otros pesos pesados de Silicon Valley), publicó un post en Medium a principios de semana argumentando que los consumidores perderían el acceso a más de una docena de aplicaciones populares si se aprueban las nuevas medidas antimonopolio.
Como ejemplo, Kovacevich destacó que Amazon no podría ofrecer envío gratuito a través de su servicio Prime para determinados productos o que Google no podría ofrecer a los usuarios los resultados más populares en sus áreas debido a las reglas contra la discriminación en sus plataformas.
Además, añadió el director de Chamber of Progress, Apple no tendría permiso para preinstalar su aplicación "Find My" en sus dispositivos, privando a los usuarios de la opción de poder localizar sus teléfonos o portátiles en caso de pérdida o robo.
En el extremo opuesto se han posicionado empresas como Roku o Spotify, quienes han aplaudido las medidas propuestas por los legisladores. El director legal de Spotify, Horacio Gutiérrez, calificó el proyecto de ley como “un paso importante para abordar la conducta anticompetitiva en el ecosistema de la App Store, y una clara señal de que el impulso ha cambiado a medida que el mundo se está dando cuenta de la necesidad de exigir justicia competencia en la economía de las aplicaciones ".