La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado la opa de MásMóvil a Euskaltel. De hecho, como ya había adelantado Invertia, la sala de competencia del regulador ha dado luz verde a la operación en primera instancia y sin condiciones ni obligaciones para desprenderse de activos.

La CNMC considera que la operación no altera de manera significativa la situación competitiva. A nivel nacional, MásMóvil refuerza su posición como cuarto operador en los mercados minoristas; la presencia de Euskaltel era todavía limitada, por lo que la adición de cuotas no será muy significativa.

En el caso de Asturias, Galicia y País Vasco donde Euskaltel cuenta con una cuota de mercado importante en el ámbito minorista y una estrategia que presenta aspectos diferenciales con respecto a MásMóvil, existen otros operadores significativos que continuarán ejerciendo presión competitiva.
 
Por lo que respecta a los mercados mayoristas, si bien la entidad resultante reforzará su posición como principal demandante de servicios mayoristas, no es previsible que ello modifique sustancialmente las condiciones de competencia dada la existencia de operadores verticalmente integrados con cuotas significativas en los mercados minoristas.
 
El test de mercado realizado por la CNMC entre varios operadores del sector ha puesto de manifiesto que la operación no plantea problemas significativos para la competencia y es valorada por estos operadores de manera positiva en el marco del proceso de consolidación que se ha venido produciendo en el sector.

Sin riesgo de competencia

Como ya adelantó Invertia este miércoles, a sala de competencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se reunió este miércoles y uno de sus puntos del día incluye el análisis de la oferta de 2.000 millones de euros de MásMóvil para comprar Euskaltel.

Precisasmente, el primer procedimiento que debe atravesar el expediente es la autorización de la CNMC. La entrada del expediente a Competencia se produjo el pasado 29 de marzo y pese a que el proceso suele tardar un mes, se puede parar el reloj si la CNMC pide más documentación a los implicados. 

MásMóvil es el cuarto operador y Euskaltel el quinto por ingresos y cuota de mercado, y su suma mantendría a la empresa fusionada en el cuarto lugar, aunque más cerca del tercer y segundo operador que ahora son Vodafone y Orange.

Por otro lado, tampoco superan el 50% de cuota de mercado, límite generalmente establecido por la CNMC para establecer unas condiciones más rígidas para aprobar una integración. MásMóvil posee el posee del 17% del mercado móvil y el 11% en banda ancha, que se convertiría en un 19% y un 15%, respectivamente, con la suma de Euskaltel. 

De esta manera, todo parece indicar que se optará por una autorización en primera instancia y sin condiciones ni compromisos que les obliguen a desprenderse de activos. En este punto, las partes asumen compromisos que garantizan la competencia, por lo que sin condiciones, la autorización se puede gestionar de manera mucho más rápida.

Consejo de ministros y la CNMV

Una vez superado este trámite, el Ejecutivo validará la operación. Una autorización que debe cursarse en el Consejo de Ministros, pero que no necesariamente debe ser comunicada públicamente. Las fuentes consultadas por este diario indican que la autorización definitiva incluso podría aprobarse en el Consejo de Ministros del próximo martes.

En tercer lugar, queda la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que regula las empresas cotizadas, en este caso Euskaltel. No obstante, el regulador de los mercados solo ratificaría la aprobación de la CNMC y el plácet del gobierno en un plazo relativamente corto desde la recepción de la autorización de Moncloa.

Con la validación de la CNMC todo se activa y después de ésta no debería pasar más de un mes hasta la validación definitiva de la CNMV. Con la operación aprobada definitivamente a mediados de julio, MásMóvil podría comenzar la subasta de 5G (el 21 de julio).

Esto le permitiría a la operadora presentarse a la puja con la fuerza que le daría la integración de las dos compañías, precisamente una demanda que había realizado la propia MásMóvil a los reguladoresm y al Gobierno.