La red de fibra de Telefónica en España llegaba 26,5 millones de unidades inmobiliarias a finales de septiembre, tras ampliar su huella a 385.000 hogares adicionales en el tercer trimestre de 2021, con un compromiso por parte de la compañía de dar cobertura en zonas rurales poco pobladas del país.

Con este nivel de despliegue, Telefónica considera que su red de fibra en España es un "activo estratégico", tal y como ha subrayado el consejero delegado de la operadora de telecomunicaciones, Ángel Vilá, en la conferencia con analistas de presentación de los resultados del tercer trimestre.

Vilá ha destacado la fortaleza de su negocio mayorista en España, cuyos ingresos crecieron un 8,9% en el tercer trimestre de 2021, hasta los 622 millones de euros. Esto refleja el "fuerte impacto" de sus acuerdos comerciales en la fibra, incluidos los regulados bajo el sistema NEBA, e incluye unos ingresos por roaming que aún no se han terminado de recuperar tras la crisis de la covid.

En este contexto, ha incidido en que, pese a tener una de las mayores redes de fibra del mercado europeo, que cubre el 85% de los hogares del país, esta infraestructura estratégica probablemente no está reflejada en su valoración. Sin embargo, ha admitido que da opciones a la compañía de cara al futuro.

En este sentido, ha apuntado que la red española está tan bien desplegada que probablemente las oportunidades 'greenfield' (acuerdos para despliegues en zonas sin ninguna cobertura) son menos relevantes que en otros países donde está presente la operadora, como fue el caso de Alemania.

Buena monetización de la red

Además, ha añadido que los acuerdos comerciales que mantiene actualmente con otros operadores de telecomunicaciones le permiten tener una "buena monetización mayorista" de esta red de fibra.

"Hay un fuerte interés en el mercado por este tipo de activos. Y tenemos un activo muy valioso que nos da todas las opciones y flexibilidad para evaluar alternativas futuras", ha remarcado Vilá, quien ha añadido que cualquier opción tendrá en cuenta esa relevancia estratégica del activo para el grupo. 

Como ha indicado Vilá, en los últimos meses se han visto diferentes operaciones corporativas en torno a activos de fibra como la compra de Adamo por Ardian, la venta de 1,1 millones de hogares de la red de MásMóvil a Onivia o los procesos abiertos en torno a Reintel o parte de la red de fibra de Euskaltel.

Eno opinión del consejero delegado de Telefónica, la primera conclusión que se desprende de todas estas operaciones es precisamente la "muy alta valoración" de los activos de infraestructuras en España. 

Riesgo bajo control

Este nuevo escenario también abre la puerta a nuevos potenciales competidores en el segmento mayorista de la fibra óptica para Telefónica en España, pero Vilá ha asegurado que en la compañía consideran que este riesgo está "bajo control". 

En concreto, ha detallado que su negocio está protegido por los acuerdos a largo plazo que mantiene con sus clientes, así como el avanzado despliegue de su red frente al potencial crecimiento que tienen estos actores, con una huella geográfica "muy limitada".

"Competimos con un activo diferencial y una larga experiencia en el mercado mayorista", ha incidido el consejero delegado de Telefónica. 

Por otro lado, también ha apuntado que la forma de crecimiento de estos nuevos operadores, en gran medida fondos de infraestructuras, no es sólo orgánica, sino inorgánica, lo que llevará a una potencial consolidación de las empresas más pequeñas de este sector. 

Así, ha agregado que los ratios de estas compañías en retorno de capital empleado son todavía bajos o insuficientes, a diferencia del caso de Telefónica, lo que hace que no sea sostenible a largo plazo.

En este contexto, ha señalado que en Telefónica apoyarán y darán la bienvenida a estos movimientos que consoliden y reparen el mercado con el fin de impulsar más inversiones en infraestructuras de nueva generación en el país y beneficios para los clientes.