La rumoreada y deseada consolidación del sector de las telecomunicaciones en España (y en Europa) está desde este martes un paso más cerca de convertirse en una realidad. Después de semanas de especulaciones y negociaciones en torno a diferentes alternativas, la fusión de Orange y MásMóvil será finalmente la operación que va a buscar poner fin a la excesiva fragmentación del mercado español.
Las dos operadoras han decidido iniciar negociaciones exclusivas para establecer una joint venture a partes iguales con sus negocios España, que está valorada en 19.600 millones de euros. Se crea así la segunda mayor compañía de telecomunicaciones del mercado español por ingresos, tras Telefónica, y líder en clientes en negocios como la telefonía móvil o la banda ancha fija.
Sin embargo, el camino hacia la fusión de ambas empresas solo acaba de empezar. Además de estar pendiente el acuerdo definitivo tras llevarse a cabo los procesos de due diligence correspondientes, lo que está previsto tenga lugar en el segundo trimestre de 2022, la operación deberá pasar también por el escrutinio de los reguladores de competencia.
En este caso, lo previsible es que, dada la relevancia de la operación sea la Comisión Europea (CE) y no la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que se encargue de evaluar el impacto de la fusión en los mercados. Una evaluación que hará que el cierre de la operación no se produzca antes del segundo trimestre de 2023.
Este acuerdo llega en un momento en el que existe la percepción de que Bruselas será menos exigente que en el pasado con operaciones en las que, como ocurre en este caso, se reducen de cuatro a tres el número de grandes operadores en un país. Y la fusión de Orange y MásMóvil será la primera gran operación que ponga a prueba si realmente se ha producido un cambio en la visión del regulador europeo sobre el mercado de las telecomunicaciones.
De hecho, desde Goldman Sachs apunta que el anuncio de esta joint venture entre el segundo y el cuarto operador del mercado español es una evidencia más del importante número de voces del mercado europeo que ven una mayor disposición por parte de las autoridades de competencia a aprobar operaciones que lleven a esa consolidación.
Sin embargo, Jacques de Greling, director de calificaciones corporativas de Scope Ratings, advierte de que Orange y MásMóvil se enfrenta a un "largo periodo de incertidumbre regulatoria" sobre su fusión, que supondrá una prueba para el marco antimonopolio europeo del sector de telecomunicaciones.
Condiciones a la fusión
Fuentes del sector consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia confían en que el regulador europeo sea consciente a la hora de tomar su decisión de la necesidad de reducir la fragmentación del mercado para que los operadores de red puedan acometer las inversiones que son y serán necesarias. De hecho, algunas fuentes apuntan incluso que no se espera que se impongan grandes condiciones o 'remedies'.
En este sentido, distintas voces del sector advierten de que, si se exigen unas elevadas contraprestaciones para aprobar la operación, puede repetirse lo que ocurrió tras la compra de Jazztel por Orange, cuyos 'remedies' permitieron a MásMóvil impulsar su negocio y alcanzar el tamaño y la relevancia que tiene actualmente con el apoyo de los fondos de inversión. Un error que España y en Europa, aseguran, no se pueden volver a permitir.
Además, desde el mercado también hay fuentes que argumentan que el hecho de que la unión de MásMóvil y Orange cree un operador con un tamaño con capacidad de enfrentarse en algunos aspectos al incumbente, en este caso Telefónica, también favorecerá la competencia en España.
Asimismo, también hay que recordar que, aunque el número de grandes operadores que existen en España pasaría de cuatro a tres, en el país también están presente otras compañías más pequeñas pero con una gran tracción comercial, como pueden ser Digi, Avatel o Finetwork.
Pendientes de Bruselas
Sin embargo, como señaló el consejero delegado de Orange Group, Stéphane Richard, en la presentación de los resultados de 2021 todavía no hay ningún cambio en las políticas de competencia europeas y la idea de una postura más favorable de los reguladores a la consolidación se basa únicamente en las apreciaciones derivadas de los encuentros que el sector ha mantenido en los últimos tiempos con las autoridades.
Pese a ello se mostró convencido de que existen oportunidades de consolidación en numerosos países de Europa dada la situación de los mercados nacionales. "Es cuestión de diseñar un buen proyecto o anticipar buenos remedies que calmen las dudas de cualquier autoridad de competencia", incidió Richard, quien ya adelantó que Orange estaba trabajando "activamente" en estos proyectos en España.
Richard agregó que el principal problema que tiene el sector a la hora de abordar su consolidación es lo que denominó "autocensura". "Si no nos presentamos con un proyecto en Bruselas, no sabremos si ha habido un cambio o no", afirmó.
Asimismo, desde Scope Ratings recuerdan que otro barómetro importante para saber la postura de Bruselas será el resultado de su recurso contra la decisión del Tribunal de Justicia Europeo de anular el bloqueo de la CE a la fusión de las operaciones de Hutchison y Telefónica en Reino Unido. El veredicto no se espera hasta dentro de unos meses.
Desde Bruselas, por el momento, dan pocas pistas sobre cuál puede ser su postura. "No tenemos ningún comentario específico. Esta transacción no ha sido notificada formalmente a la Comisión", señala un portavoz de la CE al ser preguntado por EL ESPAÑOL-Invertia por la fusión de Orange y MásMóvil en España.
Apuesta de Orange por España
Con esta operación, Orange vuelve a confirmar su apuesta por el mercado español, la segunda mayor filial del grupo y un país en el que la compañía invierte actualmente alrededor de 1.000 millones de euros al año. La unión con MásMóvil se suma a la compra de Jazztel en 2015 o a la fuerte inversión en el despliegue de fibra, que le llevó durante mucho tiempo a ser el país del grupo con el mayor número de hogares pasados.
Un compromiso que se ve reflejado también en la letra pequeña de la joint venture, ya que Orange se reserva la opción de comprar integra o parcialmente la participación que se quedará Lorca JVCO, los actuales dueños de MásMóvil. Además, el acuerdo contempla una posible salida a bolsa de la empresa conjunta dentro de unos tres años, dependiendo de las condiciones de mercado.
Otro aspecto pendiente de cerrar es cómo se resolverá la diferencia valoración de los activos de ambas empresas. La valoración de Orange España asciende a 8.100 millones de euros sin deuda, mientras que la MásMóvil, que incluye la adquisición de Euskaltel, asciende a 11.500 millones de euros, aunque incluye alrededor de 6.600 millones de euros de deuda neta.
Fuentes conocedoras han explicado a EL ESPAÑOL-Invertia que, aunque la fórmula definitiva no está decidada todavía, lo más probable es que finalmente la empresa conjunta se apalanque y reparta un dividendo entre sus accionistas que tenga en cuenta la diferente valoración y ajuste su participación al 50%.
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