La inversión en digitalización hoy en día no es una opción para las grandes empresas en un entorno de acelerada transformación tecnológica. Pero, pese a ello, existe el riesgo de que un conflicto prolongado en Ucrania tras la invasión de las tropas rusas genere un escenario incierto que podría frenar las inversiones de las compañías destinadas a llevar a cabo su digitalización.

Así lo ha advertido en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia Francisco Javier Latasa, consejero delegado de las consultora tecnológica VASS, en la que ha recordado que cualquier episodio que genere incertidumbre suele provocar que las compañías sean más cuidadosas a la hora de planificar y desarrollar sus inversiones.

En este sentido, ha señalado que las empresas que se están viendo directamente impactadas por la guerra al tener operaciones en Rusia están reteniendo ya sus inversiones. Pero no son las únicas, ya que en VASS están notando que algunos clientes prefieren esperar un tiempo a ver cómo evoluciona el conflicto para tomar decisiones.  

En su opinión, la gran pregunta ahora reside en cuánto va a durar la guerra. Así, ha detallado que, si es poco, su visión sobre las inversiones en digitalización es optimista. En cambio, si se prolonga o se percibe que va a ser larga, "con total seguridad" habrá una ralentización de las inversiones mayor que la actual, que tiene un carácter táctico.

Un contexto que, según ha apuntado Latasa, puede afecta a empresas como VASS, que trabajan sobre todo con grandes compañías a la hora de prestarles apoyarlo en el desarrollo de proyectos de alto nivel o nuevos lanzamientos que requieren un elevado nivel de inversión. 

Plan VASS@400

No obstante, ha asegurado que en la compañía no tienen "ninguna duda" de que lograrán cumplir con los ambiciosos objetivos que se han marcado para los próximos años. En concreto, su plan estratégico VASS@400 contempla que en 2024 la empresa sea un "campeón digital nacional con fuerte presencia internacional" y una facturación de más de 400 millones de euros. 

Uno de los motivos por el que esperan ser capaces de minimizar el impacto de la guerra es que su negocio cuenta con un factor de certidumbre importante. Y es que trabajar con grandes clientes a largo plazo le permite que alrededor del 70% de su negocio sea recurrente. "Nos jugamos un pequeño porcentaje de negocio año a año", ha apostillado.

En 2022 parten además de un 2021 que fue "extraordinario" para la compañía y en el que consiguió superar sus expectativas y facturar más de 200 millones de euros. De hecho, Latasa ha remarcado que hasta la fecha este año están creciendo "por encima de lo esperado". "Quitando ese efecto que pueda tener la crisis de Ucrania y que provoque una ralentización masiva, somos muy optimistas", ha asegurado. 

En concreto, la compañía esperar cerrar 2022 con una facturación superior a los 250 millones de euros, con un crecimiento orgánico superior al 20%. Incluso no descartan alcanzar los 300 millones de euros gracias a la activa política de adquisiciones que tiene en marcha VASS desde hace tiempo.

Compras de empresas

De hecho, Latasa ha confirmado que en estos momentos están valorando varias operaciones de adquisición, tanto en España como en otros países, de las que esperan poder cerrar varias de ellas, no únicamente una, en los próximos meses.

De hecho, incluso ha confiado en poder superar las tres compras que llevaron a cabo en 2021, aunque ha recordado que, hasta la firma final, "todo puedo ocurrir" en unos procesos que son complejos y que dependen de muchos aspectos. 

Estas compras seguirán la estrategia diseñada para ser "una compañía de fuertes raíces españolas con una dimensión internacional", con un foco claro en dos regiones, Europa y América, en las que VASS ya opera en más de 20 países.

En concreto, Latasa ha explicado su política de compras se guiará por dos vectores principales: empresas que les permitan ganar o captar clientes en esas regiones o compañías que les permitan completar su propuesta de valor por su conocimiento específico de un sector o de una tecnología.

En cuanto a los sectores en los que trabajan, ha señalado que el más relevante es el financiero, que representa el 42% de su negocio, seguido de otros, como las telecomunicaciones, los seguros, la energía o el comercio minorista. Latasa ha añadido que, en principio, seguirán, siendo los más relevantes para VASS, ya que son los que más invierten en tecnología. 

Sin embargo, también ha apuntado que siempre están abiertos a apostar por otros sectores y actualmente, por ejemplo, también tienen puesto el foco en el macrosector de las ciencias de la salud o el de la logística, en los que ven mucha capacidad de crecimiento. 

Impacto de la inflación

Respecto al resto de riesgos a los que se enfrentan las empresas en el actual contexto geopolítico, el único al que está expuesta VASS es a la inflación. Al ser una empresa de servicios, está mucho menos expuesta a otros problemas económicos actuales, como los relacionados con la logística o los materiales. 

En concreto, Latasa ha señalado que lo que más les impacta es la inflación salarial, ya que los sueldos suponen su principal coste. Así, ha explicado que reconocer en los salarios el actual nivel de inflación "mete mucha presión en los márgenes" porque no es fácil trasladárselos a sus clientes.

Además, en muchos casos tiene contratos con clientes a largo plazo en los que no siempre las cláusulas de revisión de tarifas están indexadas a la inflación. "Si la inflación continúa y se convierte en una gran inflación a largo plazo, lógicamente puede ser una amenaza", ha admitido.

Asimismo, ha apuntado que el talento digital es "un bien escaso a nivel global" en estos momentos, una apreciación que es aún más grave en el caso del talento femenino. Además, en los últimos tiempos la pelea por los mejores perfiles es mayor cada vez más, ya que ahora prácticamente todas las empresas, y no sólo las consultoras, contratan ingenieros. 

"Es un problema global y de complicada solución", ha advertido Latasa, quien ha agregado que es necesario que entre todos los actores se consigan impulsar las vocaciones STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Un empleo que, además, tiene unas condiciones laborales mucho mejores que otros.