Los altos niveles de inflación que están registrando en la actualidad la gran mayoría de las economías mundiales y las subidas de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales supondrán un freno al crecimiento que estaba registrando hasta ahora el sector de las telecomunicaciones a nivel global.
El nuevo escenario macroeconómico ha llevado a la consultora IDC Research a revisar a la baja su previsión de incremento de los ingresos de la industria. En concreto, estima que su facturación crezca este 2022 unos 22.000 millones de dólares (20.880 millones de euros), 3.000 millones de dólares (unos 2.850 millones de euros) menos que los 25.000 millones de dólares (23.730 millones de euros) que se incrementó en 2021.
El ejercicio pasado fue un buen año para el sector de las telecomunicaciones. A nivel global facturó un total de 1,566 billones de dólares (1,49 billones de euros), un 1,6% más que los 1,541 billones de dólares (1,462 billones de euros) que ingresó en 2020. Este porcentaje superó en seis décimas la estimación de crecimiento del 1% que la consultora tecnológica realizó el pasado mes de octubre para 2021.
"2021 se caracterizó por la rápida recuperación de la economía global de la caída provocada por la pandemia de la Covid-19. Este entorno favorable llevó a un mayor crecimiento del gasto en servicios de telecomunicaciones, por lo que la cifra total del mercado aumentó un poco más rápido de lo previsto originalmente", subraya.
IDC detalla que esta tendencia positiva fue común a todas las regiones. Así, los ingresos subieron un 1,1% en Europa, Oriente Medio y África (EMEA), dos décimas más de lo previsto en octubre. Por su parte, la región de Asia/Pacífico creció un 2,1%, cinco décimas más de lo esperado, y Americas un 1,5%, un punto porcentual más.
Peores perspectivas para 2022
Sin embargo, 2022 no ha empezado con buenas perspectivas para el sector. IDC Research prevé que sus ingresos sigan creciendo este año, pero lo harán a un menor ritmo que en 2021. En concreto, estima que alcancen los 1,588 billones de dólares (1,509 billones de euros), lo que supone un 1,4% más que el ejercicio anterior.
Esa nueva previsión, dos décimas más baja que el crecimiento registrado en 2021, contrasta con la que realizó el pasado mes de octubre la consultora tecnológica. Entonces, IDC esperaba que en 2022 y 2023 los ingresos del sector mantuvieran su tendencia de mejora y que el crecimiento fuera superior al registrado en 2021.
¿Qué ha ocurrido para que la firma se muestre ahora más pesimista sobre la industria de las telecomunicaciones? El principal motivo es el actual entorno de creciente inflación y las subidas de tipos de interés anunciadas o ya realizadas por los principales bancos centrales de todo el mundo. Dos elementos harán que el crecimiento económico sea más lento de lo esperado en los próximos años.
La firma explica que, de entrada, la inflación tiene un impacto positivo en este mercado, ya que hace que los operadores incrementen sus tarifas, los clientes paguen más y el valor total del mercado crezca más rápido de lo habitual. Sin embargo, añade que la inflación también genera un "deterioro" del poder adquisitivo de hogares y empresas y, como consecuencia, se reduce la demanda.
Kresimir Alic, director de Investigación del área de Worldwide Telecom Services en IDC, resalta que la recuperación económica registrada en 2021 impulsó el crecimiento del mercado, lo que se tradujo en un mayor incremento de los ingresos del esperado. No obstante, advierte de que "las mismas fuerzas que impulsaron al alza el mercado también pueden empujarlo hacia abajo".
"Al igual que otros mercados, este sector no es inmune a los cambios en las tendencias económicas y fuerzas como la inflación o la recesión podrían cambiar rápidamente la forma de la curva. La inflación ya es una realidad y las economías han comenzado a desacelerarse. Por esa razón nuestra visión del mercado sigue siendo cautelosamente optimista", añade.
Ucrania y la Covid-19
La elevada inflación, la subida de los tipos de interés y la consecuente ralentización del crecimiento económico global no son los únicos vientos en contra a los que se enfrenta este año el sector de las telecomunicaciones. Por ejemplo, IDC anticipa que la guerra en Ucrania tendrá un efecto negativo en Europa.
En concreto, y como es lógico, impactará sobre todo en la evolución del mercado ucraniano, que experimentará una caída considerable debido a la destrucción de la infraestructura de la red tras la invasión rusa y al gran número de personas que están abandonando el país.
Asimismo, el mercado ruso también registrará un comportamiento negativo, ya que la demanda nacional se verá afecta por la recesión económica provocada por las sanciones internacionales. Por otro lado, la guerra tendrá un impacto positivo en los mercados de los países vecinos (Polonia, Eslovaquia y Rumanía), que acogen a un gran número de refugiados ucranianos.
El otro gran factor que sigue amenazando al sector es la pandemia de la Covid-19. Los actuales confinamientos en China y la posibilidad de que surjan nuevas variantes del virus en el resto del mundo podrían causar nuevos impactos negativos en los mercados, sobre todo en el negocio de la conectividad fija para empresas.
A este respecto, aclara que, aunque las anteriores olas de la Covid no han afectado de forma drástica al mercado global de las telecomunicaciones, las disrupciones en la cadena de suministro a nivel global ya están causando escasez de equipamiento tanto de redes como para el usuario final.
Todos estos factores han llevado a la consultora tecnológica IDC a elaborar una previsión de crecimiento que califica de conservadora. "La nueva previsión sigue siendo todavía optimista, pero las tasas de crecimiento en la primera mitad del año serán inferiores a las del pasado ejercicio", concluye.