La fusión en marcha de los negocios de Orange y MásMóvil podría no ser la única operación de consolidación que se registre el mercado español en los próximos meses. Fitch Ratings no descarta nuevos movimientos en el sector si el país sufre un largo periodo de estancamiento económico y elevada inflación, lo que se conoce como estanflación.
La agencia de calificación crediticia señala en un informe que las fuertes subidas que están registrando los precios y el menor crecimiento económico tendrán un impacto "gradual y con retraso" en la capacidad del sector europeo de las telecomunicaciones para incrementar su rentabilidad.
Fitch no prevé que este escenario lleve a un "significativa degradación" de las estructuras de costes y de precios este año 2022. Sin embargo, sí espera que en 2023 y 2024 se produzca un aumento de las presiones sobre las cuentas de estas compañías y una moderación del crecimiento y la mejora de sus márgenes.
En este contexto, es probable que algunos de los mercados europeos en los que existe un elevado número de operadores, entre los que se encuentra España, se produzcan movimientos de consolidación destinados a garantizar su capacidad inversora y su rentabilidad en un entorno de elevada competencia.
"La falta de crecimiento y unos costes más elevados podrían estimular la consolidación del mercado en países como Italia, España y Reino Unido con el objetivo de mantener el ritmo de las inversiones y mejorar los rendimientos si hay una estanflación prolongada y sostenida", señala Fitch en un informe.
Mercados y compañías
Fitch remarca que el impacto que tendrá este entorno de estanflación no será igual ni en todos los mercados ni para todas las compañías. Dependerá de la estructura de costes de cada empresa y de su capacidad de trasladar el incremento de sus costes a los consumidores finales a través de subidas de precios.
La agencia apunta que en la capacidad de las empresas de telecomunicaciones de repercutir a sus clientes la subida de la inflación influirá la dinámica competitiva del mercado en el que operan y si su relación con los clientes se basa en contratos ligados a la inflación.
En concreto, señala que los proveedores de infraestructuras de telecomunicaciones, como las compañías de torres Cellnex o Inwit, son las que están mejor posicionadas para trasladar los mayores costes a sus clientes. El motivo es que cuentan con contratos a largo plazo en los que se recoge la posibilidad de trasladarles el aumento del coste de la energía.
Por su parte, los operadores de telecomunicaciones fijas y móviles tienden a tener contratos menos detallados. Además, deben hacer frente a una mayor exposición a las fluctuaciones de la demanda de mercado y al impacto de la competencia.
Subidas de precios
En este contexto, Fitch detalla que para las compañías de telecomunicaciones españolas e italianas será "más complicado" elevar los precios que cobran a sus clientes debido a la "intensa competencia" de otros operadores de mercado que necesitan elevar su base de clientes.
Por el contrario, en Reino Unido las empresas sí tienen contratos vinculados a la evolución del IPC que les permiten elevar automáticamente sus precios. En el caso de mercados más estables como Francia y Alemania, las operadoras también tendrán mayor flexibilidad para elevar los precios y compensar así la subida de los costes.
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Por otro lado, la agencia también apunta que el impacto de la inflación también dependerá de los costes salariales y energéticos que tenga cada empresa. Además, también influirán los programas puestos en marcha para reducir dichos costes, los acuerdos que tengan con sus proveedores de energía y sus arrendadores o la proporción de deuda que tengan a tipos variables.
En este sentido, Fitch remarca que las operadoras cuentan con varias alternativas para mitigar el impacto de la inflación en su flujo de caja. Por ejemplo, pueden retrasar las inversiones prevista a corto plazo en despliegue de redes y proyectos de tecnologías de la información (TI), que suele rondar entre el 15% y el 20% de los ingresos.
En esta línea, también pueden acelerar los programas de optimización de costes y reducir temporalmente los presupuestos de marketing y publicidad. Además, añade que podrían ajustar sus ofertas comerciales con planes de preciso que ofrezcan "más por más" (mayor volumen de datos a cambio de una subida de precios) o menores descuentos promocionales.