Orange y MásMóvil anunciaron el pasado 8 de marzo que habían llegado a un principio de acuerdo para la fusión de sus negocios en España. La operación ponía fin a meses de especulaciones sobre quiénes serían los protagonistas de la demandada consolidación del mercado español de las telecomunicaciones y creaba el segundo operador del país en ingresos y el mayor en número de clientes totales.
Sin embargo, tres meses después de este anuncio, el acuerdo definitivo entre los fondos dueños de MásMóvil y el grupo francés de telecomunicaciones sigue sin estar cerrado, pese a que inicialmente estaba previsto que se firmara antes de que concluyera el segundo trimestre de 2022.
Los consejeros delegados de Orange España, Jean François Fallacher, y Grupo MásMóvil, Meinrad Spenger, se han pasado esta semana por el congreso anual de la patronal DigitalES y han mencionado la fusión en sus discursos. Ambos directivos han hablado de avances y voluntad de acuerdo. Pero ninguno ha puesto fecha al mismo ni ha aportado grandes novedades sobre el estado de las negociaciones.
"No tengo noticias de última hora hoy, lo siento. Todavía estamos en proceso de negociación con MásMóvil para llegar a un acuerdo para crear esta joint venture", señaló Fallacher durante su intervención de este miércoles. No obstante, añadió que existe "voluntad" por ambas partes de alcanzarlo.
Por su parte, en declaraciones a los medios tras participar en el evento, Spenger apuntó que las negociaciones entre ambas empresas avanzan bien de cara a poder cerrar un acuerdo definitivo sobre la fusión. "Pinta bien", ha apostillado el consejero delegado de Grupo MásMóvil.
Un acuerdo complejo
En lo que ambos directivos coincidieron es en que la negociación del acuerdo final para la creación de esta empresa conjunta es un proceso bastante "complejo". Ninguno de los dos hizo referencia a cuáles son los flecos pendientes por cerrar o los aspectos que pueden estar retrasando la firma respecto a los plazos previstos inicialmente.
Uno de los elementos que quedaban pendientes de cerrar cuando se anunció el principio de acuerdo es cómo se iba a resolver la diferente valoración de los activos de ambas empresas, así como la forma en la que se iba a financiar la creación de la joint venture.
Según se comunicó en marzo, la valoración de Orange España es de 8.100 millones de euros sin deuda. La de MásMóvil, que incluye la adquisición de Euskaltel, asciende a 11.500 millones de euros, aunque incluye alrededor de 6.600 millones de euros de deuda neta.
Fuentes conocedoras explicaron entonces a EL ESPAÑOL-Invertia que, aunque la fórmula definitiva no estaba decidida todavía, lo más probable era que la empresa conjunta se apalancara y repartiera un dividendo entre sus accionistas que tenga en cuenta la diferente valoración y ajuste su participación al 50%.
Fecha de cierre
Preguntado por los medios si ambas operadoras podrían tener cerrado el acuerdo este mismo mes de julio, Spenger aseguró que no puede dar ninguna fecha porque no es una decisión que dependa solo de él. No obstante, confió en que no se retrase mucho más la conclusión del proceso. "Yo creo que no va a ser un proceso muy largo", apostilló.
Sobre la mesa también está la posibilidad de que la "compleja" negociación para la creación de la joint venture con los negocios de Orange y MásMóvil no llegue finalmente a buen puerto y el principio de acuerdo que alcanzaron las dos empresas no se logre materializar en uno definitivo.
Aunque Fallacher y Spenger se mostraron convencidos y emocionados de la gran oportunidad que esta operación supone para ambas empresas y para el mercado español, lo cierto es que la palabra final la tienen sus accionistas. En este caso, el grupo francés Orange y los fondos de inversión KKR, Cinven y Providence, propietarios de MásMóvil.
"Estamos trabajando con la intención de cerrar algo, pero no podemos garantizar que se cierre", apuntó Meinrad Spenger, quien recordó que al tratarse de una empresa conjunta "todo el mundo tiene que estar de acuerdo". "En principio, pinta bien, pero al final la decisión de si vamos adelante la tienen que tomar los accionistas de ambas partes", agregó.
Competencia
Una vez que ambas empresas consigan alcanzar a un acuerdo sobre su fusión, llegará el turno de las autoridades de competencia. Ellas serán las encargadas de decidir si, en su opinión, la propuesta realizada por Orange y MásMóvil tiene algún tipo de impacto negativo en el mercado o no.
Todo apunta a que será Bruselas la autoridad encargada de revisar el caso dado el volumen de la operación, aunque la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) reconoció hace unos días que no descartaba pedir a la Comisión Europea que sea la autoridad española la que tome la decisión.
Ante esta petición, Spenger señaló que les parece "muy bien" que la CNMC tenga un papel "importante" en este proceso, dado que el mercado español es "muy singular" y hay que entender bien cómo funciona. No obstante, recordó que lo más probable que sea la autoridad europea la que tome la decisión final.
En sus discursos, tanto Fallacher como Spenger negaron que la fusión vaya a cambiar la estructura del mercado español radicalmente. Todo lo contrario, los dos directivos aseguraron que incluso puede tener un impacto positivo en la competencia del sector.
El consejero delgado de Orange aseguró que con la mayor capacidad inversora que tendrá la empresa fusionada se va a aumentar la competitividad en el ámbito de las infraestructuras y va a permitir acelerar los despliegues en España y, con ello, la transformación digital del país.
En esta línea, Spenger se mostró convencido de que la creación de esta joint venture va a aumentar la competencia en el negocio de empresas, el mayorista, el de los contenidos y el de las infraestructuras de telecomunicaciones.
Ambos incidieron en que España es un mercado "muy competitivo" en materia de telecomunicaciones, en el que las que más crecen son las compañías que no tienen infraestructuras. Y España cuanta con elevadísimo número de operadores, ya que a las compañías tradicionales de red se suman los operadores virtuales, los locales o los mayoristas.