Según ha podido saber a EL ESPAÑOL – Invertia, los equipos de ambos grupos de telecomunicaciones han estado focalizados en las últimas semanas en elaborar el informe que debían remitir a las autoridades europeas, después de que a finales de julio firmaran el acuerdo vinculante para su fusión en España.

La intención de las operadoras era tener listo este documento a finales del mes de septiembre o principios de octubre, con la previsión de poder cerrar la operación en la segunda mitad de 2023 como muy tarde. Las fuentes confirman en que este expediente está "al caer" y que la intención es presentarlo a Bruselas esta próxima semana.

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Este texto será la base sobre la que el equipo de Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia, llevará a cabo su análisis sobre el impacto que puede tener la operación en el mercado de las telecomunicaciones. Y, según sus conclusiones, decidirá si la aprueba o no la fusión y, en caso de darle el visto bueno, con qué condiciones o remedies.

Ya lo dijo el pasado mes de febrero Stéphane Richard, ex consejero delegado de Orange Group, semanas antes de que se anunciara la operación en España:"Es cuestión de diseñar un buen proyecto o anticipar buenos remedies que calmen las dudas de cualquier autoridad de competencia".

Sin impacto negativo

Desde que anunciarán su fusión, Jean François Fallacher y Meinrad Spenger, consejeros delegados de Orange España y Grupo MásMóvil, respectivamente, ha reiterado en todas sus intervenciones que su fusión no va a tener un impacto negativo en la competencia en el mercado español ni va a cambiar su estructura fundamental. 

Por ejemplo, aseguran que no supone reducir de cuatro a tres el número de grandes operadores en España, sino de "siete a seis" o de "diez a nueve", y se muestran convencidos de que va a aumentar la competencia en el negocio de empresas, el mayorista, el de los contenidos o el de las infraestructuras de telecomunicaciones. 

Meinrad Spenger, consejero delegado de Grupo MásMóvil, durante su intervención en DigitalES Summit. DigitalES

De hecho, consideran que puede tener un impacto positivo para los consumidores, ya que creará un "actor sostenible con capacidad financiera y escala suficiente" que le permita seguir invirtiendo y asegurar el futuro de la competencia en infraestructuras en España, en beneficio de los consumidores y de las empresas.

Unos argumentos de los que deben convencer ahora a Bruselas, que en el pasado reciente se ha mostrado reticente a apoyar la consolidación de grandes actores de los mercados nacionales. Y hay que tener en cuenta que esta operación crea el mayor operador de España en número de clientes y el segundo en ingresos por detrás de Telefónica.

No obstante, el sector y los analistas creen que Orange y MásMóvil pueden encontrarse con una Comisión Europea más favorable a operaciones de concentración con el fin de que las operadoras puedan abordar las enormes inversiones que deberán hacer en los próximos años en Europa para el despliegue de las redes de fibra y 5G. 

El objetivo, evitar que vuelva a repetirse lo que ocurrió en 2015 tras la compra de Jazztel por parte de Orange. Los 'remedies' que su impusieron desde la CE a esta operación permitieron a MásMóvil impulsar su negocio y alcanzar el tamaño y la relevancia que tiene actualmente con el apoyo de los fondos de inversión.

Factores a favor

A este respecto, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings destaca que, aunque existe "incertidumbre" sobre cuál será el resultado del análisis que las autoridades europeas de competencia, hay varios factores que respaldarían el visto bueno a la operación sin grandes contraprestaciones a cambio.

En concreto, la firma menciona el nivel de competencia que hay en España en cuanto a infraestructuras de telecomunicaciones, mayor que en otros países, y la existencia de un mercado de operadores de redes móviles virtuales (OMV) o alternativos "bien desarrollado".

Jean François Fallacher, CEO de Orange España, en una imagen de archivo

La agencia cree que a corto plazo la competencia en España será siendo elevada, ya que los operadores tratarán de aprovechar el impulso comercial antes de la fusión. E incluso no descartan que siga siéndolo después del cierre de la misma a la espera de que la nueva compañía fusionada defina su estrategia.

No obstante, considera que a largo plazo el mercado español se verá beneficiado por la reducción del número de grandes compañías de telecomunicaciones y la evolución de las cuotas de mercado no será tan pronunciada como en los últimos años.

Un mercado cambiante

Pero no solo los analistas de Fitch creen Bruselas debería tener una postura más favorable a la consolidación en el sector de las telecomunicaciones europeo. De hecho, en la última semana algunas autoridades políticas han apelado a tener en cuenta las condiciones actuales del mercado a la hora de analizar la operación.

Entre ellas, Nadia Calviño, vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, quien ha señalado esta semana en un evento en Bruselas que "los mercados están cambiando" y no hay que mirar solo a la competencia a nivel nacional, según recoge un informe elaborado por Credit Suisse.

Calviño hizo estas declaraciones en el foro sobre política y tecnología FT-ETNO. Unas impresiones que son muy similares a las que realizó en el mismo evento que Annemarie Sipkes, presidenta BEREC, el organismo europeo que engloba a todos los reguladores nacionales de telecomunicaciones. "Los vientos han cambiado", aseguró.