Digi ha sorprendido este lunes con su decisión de bajar algunas de sus tarifas en España y distanciarse así aún más de la política de subidas de precios que están aplicando desde hace algunos meses los principales actores del sector para hacer frente al aumento de sus costes operativos por la inflación. Un movimiento que ha sido recibido con malestar entre sus rivales.
Aunque los expertos consideran que el impacto de esta decisión en el mercado no será en principio muy elevado, fuentes del sector señalan a EL ESPAÑOL-Invertia que este tipo de movimientos no ayudan a resolver los problemas que desde hace tiempo atraviesa la industria española de las telecomunicaciones. Un periodo en el que las operadoras no han dejado de invertir en el despliegue de redes pese a que sus ingresos no han parado de bajar.
Digi, el operador que más rápido está creciendo en los últimos años en España, ya se comprometió en diciembre a no subir sus tarifas en nuestro país, pero ahora ha decidido ir un poco más allá. Desde este lunes, sus servicios de telefonía móvil cuestan entre uno y dos euros menos y su oferta estrella de fibra, PRO-DIGI 10 Gbps, cinco euros menos.
Digi se desmarca de las subidas de sus rivales y baja precios en fibra y móvil
Fuentes de Digi han explicado a EL ESPAÑOL-Invertia que esta actualización de sus tarifas se enmarca en su compromiso de ofrecer a los clientes "el mejor precio" y en ir incluso más allá para hacerles la vida "más fácil en un momento en el que parece que todo sube".
Dentro del sector este movimiento ha sido acogido con una mezcla de "sorpresa" y "malestar", aunque también reconocen que está en línea con la estrategia que ha seguido la operadora rumana en nuestro país, especialmente en los últimos años, de apostar por una agresiva política de precios para impulsar su crecimiento.
Algunas fuentes consideran que esto supone prácticamente "regalar el servicio", ya que no es posible que la empresa obtenga rentabilidad con estos precios. Además, contribuye a empeorar la situación de un sector que ha perdido 20.000 empleos en los últimos diez años y casi el 35% de sus ingresos. "¿Así lo vamos a recuperar? Lo dudo mucho", aseguran.
Asimismo, critican que la regulación actual permita este escenario en el que distintos actores juegan "el mismo partido, pero con distintas reglas". Así, remarcan que mientras unas compañías tienen que invertir en despliegue y en comprar espectro, otras que no contribuyen tanto a la economía del país se aprovechan de las lagunas en esa regulación para crecer a golpe de precio.
Marketing
En declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia, Carlos Winzer, vicepresidente de Moody’s, señala que el elevado nivel de competencia que existe en el mercado español de las telecomunicaciones es "preocupante". No obstante, ha asegurado que en la firma no están especialmente preocupados por el anuncio de Digi, que tiene un "efecto de marketing comercial" más que un impacto "trascendental".
En este sentido, añade que la oferta de Digi está dirigida a un tipo de cliente que es "muy sensible" al precio y al cambio de compañía y que no deja grandes márgenes. "No le vemos mayor recorrido al tema más que significar que los operadores denominados challengers van a seguir haciendo ofertas promocionales", incide.
[Digi facturó 356,7 millones en España hasta septiembre, un 38,6% más que hace un año]
Además, Winzer añade que los incrementos de precios anunciados por las grandes operadoras eran inevitables, ya que, si no se produjeran, el incremento de sus costes por culpa de la inflación se comería parte del margen. Por el contrario, apunta que Digi ha optado por hacer una oferta "a pérdidas" para ganar cuota de mercado, típico de una compañía challenger.
Un punto en el que inciden tanto Winzer como Eduardo Delgado, fundador y consejero delegado de Roams, es en que tanto la rebaja de cinco euros en el precio de la fibra como la nueva tarifa de 15 euros afectan solo a lo hogares a los que llega con su red propia y no a aquellos a los que presta servicio a través de la de Telefónica.
Delgado considera que Digi está haciendo "trampas" con este anuncio, ya que publicita unas tarifas a las que solo tienen acceso los ciudadanos que cuenta con cobertura propia de la operadora, mientras que el precio que pagarán el resto de españoles será muy similar al que comercializan otras compañías del mercado de bajo coste.
En este sentido, apunta que podría ser incluso una forma de publicidad engañosa que podría terminar provocando un repunte de la guerra comercial en España. Así, cree que debería hacer como O2, que tiene dos precios en función de la zona en la que presta servicio y lo que garantiza en sus comunicaciones públicas es el precio más elevado.
Fusión Orange-MásMóvil
Otro aspecto clave detrás de este movimiento está el papel que jugará Digi en la fusión de las actividades de Orange y MásMóvil en España. Para Winzer lo realmente importante a la hora de definir el impacto que tendrá Digi en la competencia del mercado español dependerá de si la operadora se hace con los activos que la Comisión Europea obligue a vender a las compañías fusionadas.
Algunas fuentes apuntan que Digi busca reforzar su peso en España de cara a esta operación que se cerrará previsiblemente a mediados de 2023. Sin embargo, otras fuentes defienden que no hay necesidad de reforzar con activos de red a un actor que ya está captando alrededor del 60% de los clientes y que no necesita de más infraestructura para seguir creciendo.
Asimismo, creen que esta apuesta de Digi es una muestra más de que la fusión anunciada entre Orange y MásMóvil no va a suponer una reducción de la competencia en España, como defienden ambas compañías.