Reed Hastings abandona el cargo de consejero delegado de Netflix. El directivo ha presentado este jueves su dimisión coincidiendo con la publicación de los resultados de 2022 de la plataforma de streaming, aunque permanecerá en la empresa como presidente ejecutivo.
Su sustituto será Greg Peters, quien ha renunciado al cargo de director de operaciones que ocupaba hasta ahora para compartir el puesto de consejero delegado con Ted Sarandos.
En un mensaje publicado en el blog de la compañía, Hastings explica que el consejo de administración lleva "muchos años" preparando su sucesión. Un proceso en el que se enmarcó la decisión adoptada en julio de 2020 de nombrar co consejero delegado a Sarandos y ascender a Peters a director de operaciones.
En este sentido, detalla que en los últimos dos años y medio ha delegado cada vez más en ambos la gestión de la compañía. "Fue un bautismo de fuego, dada la Covid y los recientes desafíos en nuestro sector. Pero ambos lo han hecho increíblemente bien, asegurando que Netflix continúe mejorando y desarrollando un camino claro para volver a acelerar el crecimiento de nuestros ingresos y ganancias", remarca.
Hastings destaca que en el futuro ejercerá de presidente ejecutivo, "un rol que suelen asumir los fundadores de las compañías". De hecho, pone de ejemplo los casos de Jeff Bezos o Bill Gates. "Ayudaré a Greg y Ted y, como cualquier buen presidente, ejerceré de puente entre el consejo y nuestros coCEO. También dedicaré más tiempo a la filantropía y me mantendré muy enfocado en el buen desempleo de las acciones de Netflix", agrega.
A través de Twitter, Hastings ha mostrado su confianza en optimismo por estos cambios: "Ted y Greg ahora son codirectores ejecutivos. Después de 15 años juntos confío mucho en su liderazgo. El doble de corazón, el doble de capacidad para complacer a los miembros y acelerar el crecimiento. Orgulloso de servir como presidente ejecutivo durante muchos años por venir".
Más suscriptores
Por otro lado, la plataforma de streaming ha dado a conocer las cuentas del ejercicio 2022. Unas cifras que han superado las previsiones tanto de la propia compañía como del mercado en cuanto a suscriptores, teniendo en cuenta que era el primer trimestre en el que estaba disponible su nueva tarifa con publicidad.
En concreto, Netflix ha cerrado 2022 con 230,75 millones de usuarios, lo que supone un 4% más hace un año. La compañía ha logrado sumar 7,66 millones de nuevos suscriptores en los tres últimos meses del ejercicio, frente a los alrededor de 4,6 millones que preveía el consenso del mercado y los 4,5 millones que esperaba la empresa.
Las cuentas no desglosan cuantos de los suscriptores tiene contratada la tarifa con publicidad, pero la empresa asegura estar satisfecha con cómo ha debutado en el mercado. Además, la firma agrega que muy pocos usuarios del resto de planes se han cambiado a la modalidad con anuncios.
Netflix achaca este buen dato tanto a la captación de nuevos clientes como a la retención de los existentes, debido principalmente al éxito de su oferta de contenidos, con productos como Miércoles (Wednesday), la tercera serie más popular de su historia; Harry & Meghan, su segundo documental más visto, y Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion, su cuarta película más exitosa.
El beneficio neto de Netflix en el cuarto trimestre de 2022 ascendió a 55 millones de dólares (50 millones de euros), lo que supone un 91% menos que los 607 millones de dólares (560 millones de euros) que ganó en el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, los ingresos de Netflix en los tres últimos meses del pasado ejercicio alcanzaron los 7.852 millones de dólares (7.249 millones de euros), un 2% más que los 7.709 millones de dólares (7.117 millones de dólares) que facturó en el cuarto trimestre de 2021.
Por otro lado, la compañía confirma que a finales del primer trimestre de 2023 lanzará su nuevo sistema de cuentas compartidas tras el piloto realizado en varios países de América Latina. El objetivo es evitar que personas que no residan en el mismo domicilio utilicen la misma cuenta. Una medida que la empresa admite provocará alguna baja a corto plazo.