Amazon anunció este jueves una pérdida de 2.722 millones de dólares (2.500 millones de euros) en 2022 frente a los más de 33.000 millones que ganó el año anterior, arrastrado por su inversión en la empresa de automóviles eléctricos Rivian.
Según informa Efe, tecnológica ha pasado trimestre tras trimestre lastrada por la fuerte caída en bolsa de Rivian, en la que tiene una participación importante, y según un comunicado de la compañía, se anotó un cargo de 12.700 millones que ha contribuido a saldar el primer año no rentable para la empresa desde 2014.
La gran apuesta que Amazon hizo en 2019 por Rivian ha pasado factura a la firma de Seattle desde comienzos del año pasado, periodo en el que la automovilística ha perdido el 65 % de su capitalización.
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Eso sí, la facturación neta anual de Amazon aumentó un 9 %, hasta 513.983 millones (471.64 millones de euros), con un mayor volumen de ventas en Norteamérica -su principal fuente de ingresos-, un descenso a nivel internacional y un crecimiento notable de su negocio de la nube, Amazon Web Services (AWS).
AWS, que lidera su mercado, creció un 29 % este año al facturar 80.100 millones y además fue el único segmento con una ganancia operativa, de 22.900 millones, pero los expertos señalaban hoy que está moderando su crecimiento debido a la aparición de competidores.
Entre otros factores que han afectado a las cuentas de Amazon está la inflación, que ha contribuido a un aumento de los costos y una menor demanda, y medidas de eficiencia que han repercutido en indemnizaciones por despido y amortizaciones de equipamientos, propiedades y alquileres.
Pese a todo, el máximo ejecutivo, Andy Jassy, se mostró optimista por el futuro, e indicó que la empresa espera registrar ganancias operativas en el primer trimestre, de hasta 4.000 millones, y un crecimiento en la facturación neta de entre el 4 % y el 8 %.
Cabe recordar que la compañía anunció a principios de enero que prevé despedir a 18.000 trabajadores, el 6 % de una enorme plantilla que se duplicó tras la declaración de la pandemia de covid-19, cuando se produjo el "boom" del comercio electrónico y del sector tecnológico en general.
En el cuarto trimestre, el más seguido en Wall Street, la compañía ganó 278 millones, un 98 % menos interanual, mientras que su facturación neta aumentó casi un 9 %, hasta 149.204 millones, cifras que no convencieron a los inversores.