Los operadoras españolas e italianas, las más expuestas a un deterioro de la economía por la elevada competencia
S&P cree que un paro más alto y un descenso del gasto discrecional podrían aumentar la sensibilidad a los precios y la competencia en estos mercados.
4 febrero, 2023 02:08El carácter de servicio esencial que han adquirido las telecomunicaciones va a permitir a las operadoras europeas hacer frente al actual debilitamiento de la economía. Sin embargo, estas compañías no son inmunes a lo que ocurre a su alrededor y las que operan en España y en Italia son precisamente las más expuestas a un empeoramiento de la situación. El motivo: la elevada competencia que desde hace años existe en ambos mercados.
En un informe, Standard & Poor's (S&P) espera que el sector en Europa tenga un 2023 "estable" apoyado por una demanda "resiliente". En su escenario base, la agencia prevé que la industria registre este año un "modesto crecimiento" tanto de los ingresos como del resultado bruto de explotación (Ebitda) impulsado por las subidas de precios y unas inversiones "ligeramente menores".
Sin embargo, advierte de que si el Viejo Continente acaba entrando en una recesión más profunda, el negocio de las operadoras se vería afectado negativamente por un descenso del gasto tanto de ciudadanos como de empresas en servicios de telecomunicaciones, lo que podría acabar llevando a una caída de los ingresos y los beneficios.
Un impacto que no va a ser igual en todos los países. "Creemos que la exposición es mayor en los mercados más competitivos, como Italia y España, donde un desempleo más alto y un descenso del gasto discrecional podrían aumentar la sensibilidad a los precios y la competencia", advierte.
En este contexto, la agencia de calificación crediticia apunta que las operadoras de telecomunicaciones de estos dos países registrarían un empeoramiento de sus datos de churn (la tasa que mide el volumen de abandono de clientes) y verían caer su facturación.
S&P detalla que las compañías empezarían a notar el empeoramiento de la economía en su negocio de empresas, especialmente dentro de sus clientes en el segmento de pequeñas y medianas compañías (pymes) como consecuencia de un menor gasto en proyectos o de un recorte de personal.
Más competencia
En el caso de los consumidores minoristas, señala que una fuerte caída de sus ingresos disponibles no necesariamente llevaría a una cancelación masiva de servicios, pero sí puede aumentar la sensibilidad del usuario al precio. Y esto, a su vez, desencadenar una competencia de precios entre los operadores.
En este escenario, la agencia incide en que las compañías de telecomunicaciones más vulnerables son las que operan en Italia y España, países en los que existen estructuras de mercado competitivas y en los que hay nuevas compañías "enfocadas en crecer a escala", los conocidos como challengers.
A este respecto, S&P cree que podría llegar un momento en el que las subidas de precios que las operadoras han empezado a aplicar por la inflación podrían volverse "insostenibles". "Trasladar todos los costes a unos clientes con presupuestos reducidos podría ser contraproducente", advierte la firma, quien añade que abriría aún más la puerta a una competencia de precios por parte de operadoras más agresivas.
Incluso añade que podría acabar provocando una intervención del Gobierno en el mercado y socavando cualquier interés de los reguladores por operaciones de consolidación dentro de los distintos países. Incluso podrían relajarse las condiciones del mercado mayorista. "Estos son temas que tienen o tendrán relevancia para varios mercados, incluidos Reino Unido y España", agrega.
Previsiones para 2023
Pese a todos los vientos en contra derivados de la situación macroeconómica y la elevada inflación, y siempre y cuando ese empeoramiento de la economía no se materialice, Standard & Poor's prevé que los ingresos y los beneficios de las operadoras crezcan "de forma modesta", dado el carácter de utility que han adquirido los servicios de telecomunicaciones.
La agencia de calificación crediticia estima que su facturación aumentará de media entre un 1% y 1,5% en los próximos dos años impulsada por esas subidas de precios. En concreto, para 2023, y con un crecimiento estimado del PIB nominal de la eurozona del 5,7% (un estancamiento en términos de PIB real), los ingresos del sector aumentarán de media un 2%. Aunque es un dato positivo en términos nominales, la firma agrega que estará todavía por debajo de la inflación.
S&P cree que, aunque las empresas de telecomunicaciones no son inmunes a la inflación, su exposición es manejable. Así, apunta que la energía sólo equivale al 2%-3% de sus ingresos. Más preocupante es el tema de los salarios, que supone entre el 15%-20% de la facturación.
No obstante, añade que la puesta en marcha de programas de eficiencia para impulsar el control de costes, la ejecución de sinergias y las medidas para mitigar la subida de la energía, como las coberturas y los acuerdos de compra de energía a largo plazo (los conocidos como PPA), pueden generar un margen adicional que impulsa el Ebitda.
Respecto a las subidas de precios, apunta que Reino Unido, los países nórdicos o los del Benelux han ido más rápidos que otros como España e Italia, que lo han retrasado todo lo posible debido a los altos niveles de competencia y el riesgo de fuga de clientes.
"Aunque desiguales en tiempo y magnitud, creemos que son probables subidas de precios en 2023 que ayuden a todos los operadores a aumentar sus ingresos en un entorno de elevados costes de mano de obra, energía y mayoristas", agrega.