Telefónica ya tiene fecha definitiva para el cierre de su red de cobre en España: 19 de abril de 2024, el mismo día en el que la operadora de telecomunicaciones presidida por José María Álvarez-Pallete celebrará su primer centenario.
La compañía ha comunicado este miércoles, justo cuando cumple 99 de años de vida, el cierre de las últimas 3.329 centrales que estaba pendiente de notificar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
De esta forma, la operadora da el último pasado para culminar el apagado de la red de cobre para clientes minoristas que comenzó en 2014 y con el que Telefónica ha liderado la reconversión de la red fija a la fibra óptica.
La compañía ha ido comunicando el cierre de las 8.532 centrales que componían su red en un proceso ordenado que ha sido supervisado por la CNMC para evitar que hubiera clientes que se quedaran sin servicio. Hasta la fecha, la compañía ha cerrado ya 2.236 centrales.
"Telefónica es pionera en la aplicación de inteligencia artificial a las redes de última generación, y es una pieza clave en la descarbonización de la economía. El cierre de nuestras últimas centrales de cobre era otro compromiso de Telefónica, y Telefónica siempre cumple sus compromisos y está preparada para el futuro", ha señalado Álvarez-Pallete.
Por su parte, Emilio Gayo, presidente de Telefónica España, ha destaca el compromiso de la filial española de "ofrecer la mejor conectividad a todos nuestros clientes". "Con la comunicación del apagado de todas las centrales de cobre y la decisión de dejar de dar altas en esa tecnología, avanzamos para disponer de una red fija 100% fibra", ha incidido. .
A este respecto, la operadora remarca que la fibra es "más veloz, segura y estable" que el cobre. Además, permite reducir en un 94% el impacto ambiental de su red fija en España. De esta manera, la operadora logra aumentar las prestaciones y la velocidad del servicio mientras se reduce el consumo energético y la huella de carbono.
Proceso de cierre
Telefónica inició hace 15 años un despliegue masivo de su red de fibra en España, que llega ya a 24 millones de unidades inmobiliarias. Su objetivo es sumar a esta lista otros cinco millones de hogares y empresas en los próximos años, hasta alcanzar los 29 millones.
Coincidiendo con el despliegue de la fibra, la operadora empezó a migrar a los usuarios de las viejas redes de ADSL a la nueva infraestructura. A cierre de 2022, según indicó la empresa a EL ESPAÑOL-Invertia, el 82% de los accesos fijos de Telefónica en España ya eran de fibra, pero aún quedaban alrededor de 1,1 millones de hogares y empresas conectados al cobre.
Aunque el objetivo de Telefónica es que en abril de 2024 sus centrales de cobre dejen de prestar servicio a sus propios clientes, el resto de operadoras tendrán garantizado el servicio de cobre en las últimas centrales al menos durante seis meses más, tal y como recoge la legislación.
Posteriormente, y una vez culminado el repliegue, llega el momento del apagado y cierre definitivo. De las 8.500 centrales de cobre que había hace unos años, unas 3.000 seguirán empleándose para alojar los equipos de las redes de fibras.