Meta, propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp, entre otras, ha recibido la mayor sanción europea. En concreto, Irlanda ha multado a la compañía con 1.200 millones de euros por hacer transferencias de los datos de sus usuarios a Estados Unidos.
Las continuas transferencias de datos de la compañía a Estados Unidos no abordaron "los riesgos de los derechos y libertades fundamentales de las personas cuyos datos se transfirieron", según ha informado la Comisión de Protección de Datos de Irlanda este lunes.
Las autoridades irlandesas, que habían comenzado la investigación en agosto de 2020, concluyeron que las transferencias de datos por parte de la multinacional se llevaron a cabo en violación del artículo 46 del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
Cabe destacar que se trata de la sanción económica más cuantiosa impuesta en la Unión Europea (UE) a una multinacional por infracciones relacionadas con la protección de datos, después de la multa de 746 millones de euros que recibió Amazon en 2021.
Además de la multa, Meta ha recibido cinco meses para "suspender cualquier transferencia futura de datos personales a EEUU" y seis meses para detener "el procesamiento ilegal, incluido el almacenamiento en el país" de los datos personales transferidos de la Unión Europea.
Respuesta de Meta
Por su parte, el presidente de asuntos globales de Meta, Nick Clegg, y Jennifer Newstead, directora legal de la compañía, han asegurado que la decisión no implica una interrupción inmediata de Facebook en Europa y han anunciado que la empresa apelará la sentencia, incluida la multa "injustificada e innecesaria", solicitando la suspensión de las órdenes por vía judicial.
"No se trata de las prácticas de privacidad de una empresa: existe un conflicto de leyes fundamental entre las reglas del Gobierno de los EEUU sobre el acceso a los datos y los derechos de privacidad europeos, que se espera que los legisladores resuelvan en verano", han subrayado.
Y han alertado de que "el DPC inicialmente reconoció que Meta había continuado con sus transferencias de datos UE-EEUU de buena fe, y que una multa sería innecesaria y desproporcionada (...) Esta decisión es defectuosa, injustificada y sienta un precedente peligroso para las innumerables empresas que transfieren datos entre la UE y los EEUU".
Además, han advertido de que sin la capacidad de transferir datos a través de las fronteras, Internet corre el riesgo de dividirse en silos nacionales y regionales, restringiendo la economía global y dejando a los ciudadanos de diferentes países sin poder acceder a muchos servicios compartidos, por lo que brindar una base legal sólida para la transferencia de datos entre la UE y los EEUU ha sido una prioridad política en ambos lados del Atlántico durante muchos años.