El regulador de Estados Unidos se está planteando solicitar una orden judicial en los tribunales para evitar el cierre de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, pactada en enero de 2022 por un importe de unos 69.000 millones de dólares (unos 64.200 millones de euros al tipo de cambio actual), que está previsto para el próximo mes de julio.
Según señalan fuentes conocedoras a 'The Wall Street Journal', la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC por sus siglas en inglés) tiene previsto solicitar una orden judicial de emergencia para impedir que se lleva a cabo una operación que ha dividido a los reguladores de las distintas partes del mundo.
Las fuentes detallan que la FTC podría presentar su petición mismo lunes con el fin de que no produzca un cierre inminente de la adquisición, aunque añaden que no hay ninguna garantía de que esta solicitud se produzca finalmente hoy o, incluso, de que se lleve cabo.
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La FTC ya presentó el pasado mes de diciembre una denuncia ante la justicia estadounidense para bloquear el acuerdo, pero no solicitó una orden de emergencia dado que quedaban más de siete meses para el cierre del mismo. Sin embargo, la fecha del juicio ha sido programada para principios de agosto.
En un comunicado, Brad Smith, presidente de Microsoft, ha señalado que en la compañía agradecen la oportunidad de poder presentar su caso ante un tribunal federal. "Creemos que acelerar el proceso legal en EEUU traerá en última instancia más opciones y competencia al mercado", ha agregado.
Posición de los reguladores
La compra de la compañía propietaria de franquicias de videojuegos tan populares como Call of Duty y World of Warcraft por parte del gigante tecnológico se ha encontrado con varios obstáculos en su esfuerzo por lograr el visto bueno de los reguladores de todo el mundo.
El pasado mes de abril la Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) anunció su decisión de bloquear la operación al considerar que los compromisos realizados por Microsoft para dar acceso a otras plataformas a la franquicia 'Call of Duty' no eran suficientes para abordar el impacto que la operación tendrá en la competencia.
Por el contrario, a la Comisión Europea (CE) sí le convencieron las contraprestaciones ofrecidas por las compañías para calmar sus preocupaciones por el impacto que esta operación puede tener en la competencia y lograr su visto bueno. En consecuencia, a mediados del mes de mayo decidió dar luz verde a la compra.