España ha vivido en los últimos 25 años un exitoso proceso de transformación digital, que ha llevado al país a situarse a la cabeza de Europa en conectividad y uso de Internet. Y esto no hubiera sido posible sin el esfuerzo inversor que han llevado a cabo en este periodo los operadores de telecomunicaciones en España, que ha alcanzado de media los 5.500 millones de euros anuales.
Así se recoge en el informe 'Impacto de la transformación digital en España: 1998-2023', elaborado por la Fundación Orange con motivo de su 25 aniversario en España junto a la consultora especializada en el sector de las telecomunicaciones NAE. En él se repasan todos los esfuerzos que han llevado a que España sea un país
"plenamente digital", aunque también los retos a abordar, especialmente la inclusión digital.
Según destaca el informe, tras la plena liberalización del sector a finales del pasado siglo, el despliegue de infraestructuras de red en España se ha desarrollado a "una velocidad de vértigo, posibilitando una oferta de servicios de comunicaciones de alta calidad, a la altura de los líderes mundiales".
[Luz Usamentiaga (Orange): "La inclusión también significa acabar con las brechas digitales"]
En concreto, desde 1998 las empresas de telecomunicaciones en España han invertido los 5.500 millones de euros anuales, según ha destacado Silvia Alonso, directora de Transformación de NAE en la presentación del informe. Solo Orange, ha invertido desde que llegara a nuestro más ese año más de 35.500 millones de euros, lo que representa alrededor del 20% de sus ingresos.
Estas inversiones de las operadoras han permitido a España situarse entre los países con mejor conectividad del mundo. Así lo corrobora la OCDE que lo coloca como el tercer país del mundo en conexiones de fibra respecto al total de accesos de banda ancha, solo superada por países históricos en el despliegue de esta tecnología como Corea del Sur y Japón.
A nivel de la UE, España lidera el ranking de países con mayor porcentaje de hogares que disponen de conexiones fijas de banda ancha de al menos 100 Mbps. De hecho, gracias al esfuerzo de los operadores de telecomunicaciones, España ha entrado en el top-3 de países con mejor conectividad del Viejo Continente
Una esfuerzo que será necesario mantener en próximos años debido a las inversiones que requerirá el despliegue de las redes 5G. Y es alcanzar los objetivos de conectividad establecidos en la estrategia para la Década Digital de la Unión Europea supondrán unas inversiones hasta 2030 de 300.000 millones de euros por parte de todos los operadores del Viejo Continente.
Digitalización de España
Según constata el informe, la transformación digital en España ha avanzado vertiginosamente durante este cuarto de siglo y ha permitido al país situarse entre los líderes digitales europeos. En concreto, entre 2017 y 2022 España ha ganado posiciones en el índice DESI, pasando de la novena a la séptima. De esta manera, se coloca por delante de economías como Francia (12ª), Alemania (13ª) o Italia (18ª).
Esta apuesta por la digitalización ha tenido también un impacto positivo en la economía, ya que ha contribuido en unos 7.500 millones de euros anuales al PIB de España durante el periodo 2013-2018, según refleja un informe elaborado por la patronal DigitalES.
Sin embargo, pese al éxito del proceso de digitalización de la economía española todavía hay algunos grupos sociales que, a pesar de los múltiples avances registrados, no pueden disfrutar de las ventajas que ofrece la tecnología. De hecho, el informe incide que actualmente solo el 64,2% de la población cuenta con competencias digitales básicas.
Este porcentaje está aún lejos del objetivo del 80% planteado por la Comisión Europea en su programa hacia la Década Digital 2030, por lo que la Fundación Orange advierte de que "mejorar las competencias digitales de la ciudadanía es el mayor desafío para avanzar hacia una digitalización plena".
Brechas digitales
No obstante, apunta que, aunque la brecha digital aún afecta algunos colectivos, sí se han producido considerables avances a la hora de reducirla en los últimos años. Por ejemplo, la brecha digital entre el ámbito urbano y el rural ha pasado del 18% en 2004 al 4% en 2022, lo que, junto con el incremento de las velocidades de conexión, tiene un efecto positivo en la reducción de la despoblación de las zonas rurales.
En esta línea, la brecha digital en el acceso a internet en función de la edad se ha reducido de forma considerable en los últimos años, pasando de los 50,5 puntos en 2012 a los 18 puntos en 2022. En el caso de los mayores de 74 años, la brecha respecto al porcentaje de usuarios global es muy superior, llegando a los 58 puntos en 2022.
Otra brecha de acceso que era muy evidente en los inicios de la digitalización de nuestro país, la de género, es ahora prácticamente inexistente. Si en los primeros años del siglo el porcentaje de hombres usuarios de internet superaba en 9 puntos al de mujeres, en 2022 no existe ninguna diferencia.
Sin embargo, todavía se mantienen algunas brechas que es necesario abordar. Por ejemplo, apunta que la brecha de género se mantiene en las profesiones STEM, donde solo el 19% de los trabajadores son mujeres, mientras que la brecha digital vinculada a la edad sigue sin cerrarse en los mayores de 74 años.
Luz Usamentiaga, directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Orange, ha puesto de relieve los avances registrados en esta última década en digitalización, no sólo en el ámbito de la conectividad, y que se reflejan en este informe. De hecho, ha instado a utilizar todo lo aprendido en estos 25 años para abordar los retos que tiene por delante el sector en un momento de "encrucijada".
Por su parte, Toni Ibáñez, cofundador y coCEO de NAE, ha reconocido el valor aportado y el esfuerzo inversor de la industria de las telecomunicaciones en estos 25 años y que han permitido situar a España como un país referente en conectividad no sólo en Europa, sino a nivel mundial. Además, ha destacado la importancia de la colaboración entre todo el ecosistema digital para lograr estos resultados.
Fundación Orange
En este contexto, la Fundación Orange, desde su creación hace 25 años, ha desarrollado un gran número de iniciativas enfocadas principalmente en tres colectivos que, por diferentes motivos, han sufrido mayores problemáticas a la hora de formar parte de esta sociedad digital; jóvenes en riesgo de exclusión social, mujeres en situación de vulnerabilidad y las personas con trastorno del espectro autista (TEA).
En colaboración con otras entidades y organizaciones, la fundación ha trabajado para que estos tres colectivos mejoren sus competencias digitales y así poder desenvolverse con autonomía y confianza en el universo digital, impulsando sus posibilidades de inserción social y laboral.
Según ha explicado Daniel Morales, director de Sostenibilidad de Orange y de la Fundación Orange, hasta la fecha más de 800.000 personas, repartidas entre jóvenes y mujeres vulnerables, y seis millones (entre personas con TEA, familias, personal sanitario) se han beneficiado de las diferentes actividades que se han llevado a cabo.
Entre ellas, se encuentra 'GarageLab', un programa que tiene como objetivo reducir la tasa de abandono escolar, incrementar la motivación del alumnado e impulsar la mejora de sus resultados académicos mediante metodologías del entorno 'Fab Lab' y el movimiento 'Maker'. Desde su lanzamiento en 2017 se han implementado 34 'GarageLabs' por todo el país.
Para dar respuestas a las necesidades digitales que viven muchas mujeres en situación de vulnerabilidad a la hora de encontrar un empleo, la Fundación Orange puso en marcha el programa EDYTA (Educación Digital y Transformación del Aula) para ayudarles a mejorar sus competencias digitales. Más de 4.000 personas han accedido al curso online vinculado al programa 'Competencias digitales para la vida y el empleo'.
Para las personas con TEA y su entorno, la Fundación Orange ha desarrollado diferentes acciones enmarcadas en la iniciativa 'Junto al Autismo', con el fin de ofrecer herramientas para favorecer la comunicación y contribuir a la sensibilización, inclusión social e integración laboral de las personas con esta realidad.
Por último, y con el fin de facilitar la inclusión digital de estos colectivos y de reducir la brecha digital, la Fundación Orange acaba de poner en marcha el Orange Digital Center, una sede física en Madrid que ofrece una amplia oferta de cursos, talleres y eventos gratuitos.