El proyecto de fusión de Orange y MásMóvil ha entrado este martes en una nueva fase después que la Comisión Europea (CE) haya enviado a las empresas el pliego de cargos con las objeciones a su proyecto de fusión. Y esta comunicación viene acompañada de una buena noticia para las operadoras: Bruselas ha retirado sus preocupaciones por el impacto que la operación pueda tener en el mercado mayorista de las telecomunicaciones en España. 

La Comisión Europea abrió el pasado 3 de abril una investigación en profundidad sobre la propuesta de fusión de las actividades en España de Orange y MásMóvil, una operación que creará el mayor operador de telecomunicaciones en España en número de clientes y el segundo, a mayor distancia del tercero, en ingresos. 

Bruselas justificó entonces su decisión de iniciar la fase 2 de investigación por dos motivos: el riesgo de que los consumidores sufran subidas de precios al eliminarse un competidor significativo del mercado español y la posibilidad de que la operación tenga un impacto negativo en el mercado mayorista.

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Sin embargo, en el comunicado emitido este martes por la Comisión Europea para informar del envío del pliego de cargos no se hace mención alguna al efecto que la fusión puede tener en el negocio mayorista y sólo se mantienen sus preocupaciones en torno a la reducción del número de competidores en el mercado español.

Tras la publicación de la valoración de objeciones, las dos operadoras han celebrado en un comunicado conjunto el hecho de que la Comisión Europea haya retirado las consideraciones sobre el mercado mayorista que hizo en el mes de abril.

"Es lógico"

Aunque el pliego de cargos es un documento de cientos de páginas y las empresas sólo acaban de empezar a analizar en detalle las objeciones planteadas, fuentes cercanas a las empresas han señalado a EL ESPAÑOL-Invertia que el hecho de que se haya retirado la mención al mercado mayorista es "muy positivo".

De hecho, inciden en que este era un paso "lógico" y supone reconocer lo que las compañías llevan meses defendiendo: que la fusión no eliminará un actor del mercado mayorista ya que MásMóvil no ofrece servicios de wholesale y es actualmente cliente de los servicios mayoristas de Orange.

La vicepresidenta de la Comisión, Margrethe Vestager, durante la presentación de la estrategia europea de seguridad económica Comisión Europea

Entre las reservas preliminares que llevaron a Bruselas a llevar la investigación a segunda fase se encontraba su constatación de que, como resultado de la operación, Orange y MásMóvil tendrían la capacidad y el incentivo para restringir el acceso de los operadores virtuales a la red móvil al por mayor y a los servicios mayoristas de acceso a la red fija.

"Esto podría reducir la capacidad de estos operadores para competir, lo que a su vez puede traducirse en precios más elevados y una menor calidad de los servicios para los clientes finales en España", advertían entonces las autoridades de competencia europeas.

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Ante estas preocupaciones, las operadoras han defendido siempre que el alto volumen de operadores móviles virtuales (OMV) que existe en España y el hecho de que el que más está presionado el mercado sea un OMV, en referencia a Digi, indica lo bien que funciona el mercado mayorista en España.

Además, han recordado que los tres grandes operadores mayoristas del país seguirán siendo los mismos (Telefónica, Orange y Vodafone) una vez que concluya la fusión. MásMóvil apenas tiene presencia en este negocio y tampoco cuenta con un alto volumen de activos de infraestructuras tras vender parte de ellos y cerrar acuerdos de uso con otras compañías como Orange.

Nuevos pasos

Desde principios de abril, la CE ha llevado a cabo una amplia investigación para comprender los mercados afectados y las posibles repercusiones de la operación. En este proceso incluía, entre otras cosas, el análisis de documentos internos facilitados por las partes y la recopilación de opiniones de competidores, proveedores y clientes.

Tras la remisión del pliego de cargos, las operadoras tienen ahora diez días laborables (hasta el 10 de julio) para responder a las objeciones planteadas por las autoridades de competencia europeas. Una fase que no necesariamente implica que las operadoras tengan que ofrecer contraprestaciones o remedies para lograr luz verde a la fusión. 

Varios jóvenes usando sus teléfonos móviles. Europa Press

El proceso de análisis de los términos de la operación y la negociación entre Bruselas y las operadoras tiene por delante todavía varias semanas más. De hecho, la CE tiene hasta el 4 de septiembre de 2023 para adoptar una decisión definitiva sobre la operación, aunque tampoco es descartable que se pueda ampliar el plazo si ambas partes lo consideran necesario. 

En estas negociaciones, Orange y MásMóvil tendrán que lograr convencer a Bruselas de que la reducción del número de empresas de telecomunicaciones en España no se va a traducir en una menor competencia en el mercado minorista y en un aumento de precios para los consumidores.

Subida de precios

"Como resultado de esta investigación en profundidad, a la Comisión le preocupa que la operación propuesta pueda reducir el número de operadores de redes en España, eliminando así una importante presión competitiva y un rival innovador en los mercados minoristas españoles", detalla.

En concreto, añade que le preocupa que ello pueda dar lugar a grandes subidas de precios para los clientes minoristas. "Los efectos anticompetitivos previstos son sustanciales, incluso teniendo en cuenta los posibles ahorros de costes, en un contexto en el que la competencia ha sido un motor de inversión y calidad de los servicios en el mercado español", agrega.

Orange y MásMóvil han defendido siempre que la intención de la operación nunca ha sido subir los precios y han advertido de que, aunque ambas empresas quisieran, esto no sería posible con "tanto competidor ofreciendo precios tan baratos". De hecho, han recordado que el más disruptivo en estos momentos en precios es Digi, una compañía que no dispone de red propia y utilizar la infraestructura de Telefónica.

Las operadoras han defendido en todo momento que la operación debería aprobarse sin ningún tipo de remedies. Habrá que esperar al 4 de septiembre para saber si finalmente Orange y MásMóvil deben hacer concesiones para lograr la aprobación por el CE o han logrado convencer a Bruselas de los beneficios de su fusión.