CCOO ve necesario que el sector de las telecomunicaciones "deje de estar sometido al corsé victoriano de las regulaciones" de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con lo que su postura sobre este asunto se alinea con la defendida por el presidente de Telefónica, José María-Álvarez Pallete.
"Cabe resaltar, de las muchas cuestiones tratadas en el discurso del presidente, una que CCOO Telecomunicaciones comparte, y es la necesidad de que el sector de las telecomunicaciones deje de estar sometido al corsé victoriano de las regulaciones de la CNMC, que no encaja con el nuevo cuerpo de las principales operadoras de este país y que, en el caso de Telefónica, arrastra un escenario donde una vez fue monopolio, frente a la actual situación, con un modelo totalmente desfasado e injusto", ha indicado el sindicato en un comunicado.
La postura de CCOO se alinea así con la que manifestó de nuevo el pasado 8 de noviembre Álvarez-Pallete en el marco del 'Día del Inversor' de Telefónica, cuando, en respuesta a las preguntas de los analistas tras presentar el nuevo plan estratégico para 2023-2026 (denominado 'GPS'), reiteró su apuesta por una desregulación total del sector de las telecomunicaciones en Europa.
"Somos estratégicos, y somos estratégicos a nivel europeo. El sector es estratégico. Somos la clave de la conectividad del futuro. Lo que no se entiende es que se nos regule con reglas del siglo pasado. Por lo tanto, lo único que pedimos es una cosa, es que se nos desregule, que se nos deje competir. Que se nos deje competir en igualdad de condiciones como cualquier otro jugador, porque las reglas que dieron lugar a esta regulación se han quedado obsoletas", aseveró entonces.
Así, ha argumentó que la normativa actual en la Unión Europea tenía sentido "hace 30 años" y que la evolución de la tecnología ha producido que lo que servía entonces ya no sea eficiente en materia regulatoria, informa Europa Press.
CCOO también se ha vuelto a pronunciar acerca del plan de salidas incentivadas en el que trabaja la compañía y que se prevé que puede afectar hasta a 5.000 trabajadores, si bien los cálculos apuntan a que al mismo se acogerán entre 2.500 y 3.000 empleados, una cifra similar a la de 2021, la última vez que la empresa ejecutó una iniciativa de este calado.
Según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la situación, la compañía también estaría trabajando en un plan de bajas voluntarias para el área corporativa, es decir, empleados del entorno del equipo de Álvarez-Pallete y también de directivos de filiales, entre otros.