Telefónica ha comunicado este lunes a los representantes de los trabajadores su intención de poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en tres de sus filiales en España con el objetivo de adaptar la plantilla a las necesidades reales de la compañía.
Así se lo ha trasladado a los sindicatos UGT y CCOO en la reunión celebrada este lunes para la negociación del nuevo convenio colectivo. Según han confirmado tanto fuentes de UGT como de la compañía, el ajuste afectará a las tres mayores filiales de la empresa en nuestro país: Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones Informáticas.
Por el momento, se desconoce el número de trabajadores que se verán impactados por este ajuste, que podría afectar a miles de empleados. Legalmente ese dato sólo puede darse a las mesas de negociación de cada uno de los ERE, uno por cada entidad jurídica.
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Actualmente, la plantilla de Telefónica en España se compone de casi 21.000 personas, pero el despido colectivo sólo afectará a las alrededor de 16.000 personas que forman parte de estas tres filiales.
La empresa trasladará en las próximas horas a los comités intercentros de las tres jurídicas afectadas la convocatoria de la mesa de negociación en cada una de ellas. Una vez se constituyan las mesas, las dos partes tendrán un mes para alcanzar un acuerdo sobre el despido colectivo.
En las últimas semanas se había especulado con la posibilidad de que la operadora pusiera en marcha un nuevo Plan de Suspensión Individual (PSI), que consiste en un pan de salidas voluntarias similar a las prejubilaciones, ya que está dirigido a trabajadores que superen una cierta edad y que lleven un tiempo mínimo trabajando en la compañía.
Los rumores aparecidos a mediados de octubre señalaban que la empresa estaba estudiando poner en marcha un PSI para los próximos tres años al que pudieran acogerse unos 5.000 trabajadores. Tomando como referencia que la ratio de salidas en anteriores planes fue de un 60%-70%, el número de bajas se hubiera situado en entre 2.500 y 3.000.
Todos los ajustes de plantilla llevados a cabo en Telefónica en los últimos años se han ejecutado a través de estos planes de bajas voluntarias. En concreto, en la última década se han realizado tres PSI, uno acordado en 2015 (aunque las salidas tuvieron lugar entre 2016 y 2017), otro en 2019 y el último a principios de 2022.
El último Expediente de Regulación de Empleo realizado por la operadora de telecomunicaciones concluyó en 2013. Durante los tres años que duró este ERE salieron de la empresa un total de 6.830 empleados de Telefónica España.
Ajuste de plantilla
El plan estratégico GPS lanzado por Telefónica contempla la puesta en marcha de distintas medidas de eficiencia que permitan reducir los gastos operativos de la empresa. Entre ellas se incluye la posibilidad de llevar a cabo reestructuraciones de plantilla, tanto en España como en otras filiales del grupo.
Así lo confirmó, Ángel Vila, consejero delegado de Telefónica, en el encuentro con los analistas mantenido el pasado 8 de noviembre para presentar dicho plan. El directivo aseguró que cualquier ajuste se llevará a cabo siempre en negociación con los representantes de los trabajadores.
En la primera reunión para la negociación del III Convenio de Empresas Vinculadas (CEV) celebrada el pasado jueves, Telefónica ya adelantó a los representantes de los trabajadores que el nuevo marco de las relaciones laborales de la compañía iría acompañado de un ajuste de plantilla.
Según comunicó UGT, en la reunión de la semana pasada Telefónica mostró su interés en "adecuar el excedente funcional de los puestos de trabajo, así como su deseo de no renunciar a buscar alternativas para adaptar la plantilla a las necesidades reales de la compañía".
Reacciones de los sindicatos
Desde UGT, adelantan que mantendrán una posición "prudente y defensiva" hasta la celebración de las mesas. Además, defienden que es necesario que la empresa, antes de acometer un nuevo ajuste, "apueste por la internalización de servicios y el reskilling con el fin de darle empleabilidad a la plantilla".
En este contexto, reclama que cualquier plan de salidas esté ligado a la firma de un nuevo convenio "con una duración mínima de tres años que blinde a la plantilla y sus condiciones laborales y económicas". "Todo ello sin menoscabo de que las personas que puedan estar afectadas por el ERE mencionado dispongan de garantías y condiciones similares a los planes de salidas anteriores", agrega.
Por su parte, desde Comisiones Obreras señalan que en el sindicato trabajarán para conseguir "las mejores condiciones" para sus representados independientemente del modelo de reducción de plantilla que decida aplicar la empresa.
Tras el anuncio realizado este lunes por Telefónica, la empresa y los representantes de los trabajadores tendrán abiertas en las próximas semanas hasta cuatro mesas de negociación, una para el III Convenio de Empresas Vinculadas y otras tres para los ERE que se llevarán a cabo en cada una de las filiales.
En el caso de la relativa al CEV, la próxima reunión se celebrará el jueves 30 de noviembre. A este respecto, UGT apunta que concibe el debate y la confrontación de ideas como una parte esencial de la negociación colectiva. "Sin embargo, y a falta de conocer el detalle de los planteamientos realizados por la empresa, podemos adelantar que nuestras posturas están alejadas", afirma.
En concreto, el sindicato ha trasladado a la empresa sus "líneas rojas", entre las que se encuentran, entre otras, las relativas a la estructura salarial, el régimen de garantías o la cláusula de revisión salarial que permite a la plantilla mantener el poder adquisitivo.