Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, ha aprovechado este lunes su intervención en el MWC 2024 para mostrar su apoyo a algunas de las principales reivindicaciones de los operadores de telecomunicaciones: desde cambiar una regulación que se ha quedado "obsoleta" hasta la necesidad de crear un entorno digital en el que todos los actores tengan "los mismos derechos y obligaciones".
Breton ha comenzado su intervención recordando que las inversiones que deben hacer los operadores europeos de telecomunicaciones para completar el despliegue de las redes de 5G y fibra son "enormes": más de 200.000 millones de euros en los próximos seis años. Un objetivo que será complicado alcanzado si no hay cambios en la regulación europea.
De hecho, ha admitido que el marco regulador del sector de las telecomunicaciones, diseñado hace dos décadas en la era de las redes de cobre, "está anticuado". Así, ha remarcado que "no se adapta al mundo actual", en el que surgen nuevos modelos de negocio y la red como servicio (network as a services) sustituirá a los servicios tradicionales.
"Ha llegado el momento de cambiar el ADN de nuestra infraestructura de conectividad", ha subrayado el comisario europeo. Y para hacerlo, ha recordado que hace tres días la Comisión Europea (CE) presentó un Libro Blanco que sienta las bases para la elaboración de una futura Ley de Redes Digitales (DNA por sus siglas en inglés).
Según Breton, este documento recoge "un nuevo enfoque revolucionario" de las redes digitales basado en tres pilares: invertir en investigación y despliegue tecnológico para aumentar el liderazgo tecnológico de Europa, proteger la infraestructura digital para hacerla más resiliente y seguro e impulsar un verdadero mercado único digital que facilite un campo de juego equilibrado (level playing field) para todos los actores.
Mismas reglas
Sobre este último asunto, el comisario europeo ha asegurado que Europa necesita contar un "verdadero level playing field", porque en un sector tecnológico donde las infraestructuras de telecomunicaciones y en la nube están convergiendo, "no hay ninguna justificación para que no jueguen con las mismas reglas".
"La igualdad de condiciones implica derechos y obligaciones similares para todos los agentes y usuarios finales de las redes digitales", ha recalcado. Este uno de los pasos que, según Breton, son necesarios para avanzar hacia un "mercado único digital". A él se suman otros obstáculos como el espectro la consolidación o el reporting.
Solucionar estos problemas facilitaría la aparición de operadores paneuropeos con el mismo tamaño y las oportunidades de negocio que sus competidores de otras partes del mundo. No obstante, ha querido desmitificar la idea de que para la CE existe un número concreto de operadores que debe tener un mercado.
"No, no existe un número mágico en este campo. Dada la convergencia de diferentes tecnologías y servicios, no podemos tener una visión estrecha de los mercados y sus actores", ha agregado.
Espectro
Por otro lado, también ha abogado por dar a la política de espectro "una dimensión europea" y conseguir que las subastas de frecuencias se realicen a tiempo y a un precio "asequible". De hecho, se ha mostrado crítico con los Gobiernos europeos porque, después de ocho años, "el proceso aún no ha concluido".
"En la carrera tecnológica hacia la 6G, no podemos permitirnos más retrasos en el proceso de concesión de licencias de espectro, con enormes disparidades en los plazos de las subastas y el despliegue de infraestructuras entre los Estados miembros", ha remarcado.
Para concluir su intervención, el comisario europeo de Mercado Interior ha asegurado que "con visión, determinación y cooperación" una Ley de Redes Digitales (DNA) está al alcance de la mano. Y ha asegurado que beneficiará a todos los actores. Así, ha señalado que los operadores "dispondrán de la escala y el marco necesarios para invertir a nivel paneuropeo".
Por su parte, los proveedores de servicios digitales que quieran formar parte de la solución tendrán "nuevas oportunidades para ofrecer servicios de vanguardia a sus clientes". Y los Estados miembros que sean capaces de ver más allá de "preservar prerrogativas tradicionales como la asignación de espectro", se beneficiarán del crecimiento, la innovación, la seguridad y la creación de empleo.