Mats Granryd, director general de GSMA, en el MWC 2025.

Mats Granryd, director general de GSMA, en el MWC 2025. GSMA

Tecnología

Granryd (GSMA) reivindica la "gran simbiosis" del MWC con Barcelona: "¿Irnos a otro lugar? ¿Por qué íbamos a hacer eso?"

El director general de la GSMA pide cambios en las políticas de espectro para acelerar el 5G SA e impulsar la consolidación de las operadoras en Europa.

Más información: Las 'telecos' exigen a los gobiernos "oxígeno" para acelerar el despliegue del 5G: más espectro y a menor precio

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Mats Granryd ha vivido esta semana su último Mobile World Congress (MWC) como director general de la GSMA, la entidad organizadora del evento. El directivo dejará a finales de marzo la organización tras nueve años en el cargo, pero se muestra convencido de que Barcelona lo tiene todo para continuar siendo la sede del evento durante muchos años más. 

Pese a que la asociación de la industria móvil celebrará por primera vez este 2025 una edición del MWC en Qatar (que se convertirá en su quinta sede), Granryd asegura que Barcelona seguirá siendo su "buque insignia" gracias al apoyo de los Gobiernos de España, Cataluña y Barcelona y no ve ahora necesario buscar una nueva sede para el mayor evento mundial de la industria de la tecnología móvil.

En una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, el director general de la GSMA tamb¡én aborda alguno de los temas que han protagonizado la edición de 2025 del MWC, como son la necesidad de mejorar las políticas de espectro (y bajar su precio), impulsar la consolidación de las operadores en los mercados nacionales europeos o los avances de la iniciativa Open Gateway.

¿Qué valoración hace de la edición de 2025 del MWC, tanto en cifras como en cuanto a tendencias?

Creo que esta edición será más grande, mejor. Y yo diría que más importante, porque ahora estamos viendo la convergencia de muchas tecnologías diferentes. Llevamos años hablando de 5G. El año pasado todo giró en torno a la IA. Ahora, este año se trata de 5G e IA. Y luego hemos añadido Open Gateway. De repente, tenemos diferentes soluciones tecnológicas que se unen y que permitirán una vida mejor y más oportunidades para que las empresas hagan negocios.

En cuanto a las cifras, nosotros decimos que el MWC es cuatro eventos en uno. Por supuesto, la feria en sí, que este año es entre un 7% y un 8% más grande que el pasado, con 2.900 expositores. Luego tenemos el programa de conferencias, que es enorme. Tenemos 23 escenarios y 1200 ponentes, el 46% mujeres.

El tercero es 4Y4N. Son 1.000 empresas emergentes y aproximadamente 1.000 inversores con 50.000 millones de dólares para gastar. En cuarto lugar, tenemos el programa ministerial, que ha sido más grande y mejor este año. Han pasado casi 70 ministros y reguladores de aproximadamente 150 países y regiones. Ahí es donde realmente se discute y, en cierta medida, se decide el futuro de la regulación. Y este año hemos lanzado el Talent Arena, donde se buscan los nuevos talentos a través de hackatones.

Ayer anunciasteis un spin-off del MWC en Doha (Qatar). ¿Esta expansión internacional puede afectar al futuro de Barcelona como sede del MWC más allá de 2030?

En la GSMA tenemos dos tipos de eventos. Por un lado, la marca MWC, que es más grande, con una parte de exposición y una parte de conferencia. Tenemos cuatro; el de Barcelona, que es nuestro buque insignia; Shanghái en Asia; Las Vegas en Estados Unidos y Kigali en África. Y luego tenemos la marca M360, que son sólo programas de conferencias y, como mucho, con una pequeña exposición. De estos hemos celebrado eventos en Ciudad de México, Tashkent (Seúl), Johannesburgo o Moscú.

Falta mucho tiempo, pero si la relación es tan buena entonces como lo es ahora, no hay necesidad de cambiar la sede.

¿Qué ha pasado con Doha? Fuimos a allí en octubre y celebramos una conferencia M360. Pero nos pareció que la energía y la necesidad de tener también una parte de exposición son bastante grandes en Oriente Medio. una región que está creciendo con bastante rapidez. Así que nosotros, con la relación que tenemos con las autoridades de Doha, con las autoridades qataríes, pensamos que podíamos convertir el M360 en un MWC.

Yo diría que no hay drama ni canibalización con respecto a Barcelona. Y cuando participamos en el MWC en Las Vegas, todos quieren ir a Barcelona. Así que, ya ves, Barcelona es el lugar.

¿Pero es demasiado pronto para decir que pasará después de 2030?

Falta mucho tiempo, pero si la relación es tan buena entonces como lo es ahora, no hay necesidad de cambiar la sede. Hay una gran simbiosis. Para crear un MWC como el de Barcelona no basta con una organización como la GSMA, ni sólo con una ciudad o una región. Hace falta un país entero. Y eso es lo que tenemos aquí. Tenemos el apoyo de España, el apoyo de Cataluña, el apoyo de Barcelona y, por supuesto, de la GSMA.

Mats Granryd, director general de GSMA, en el MWC 2025.

Mats Granryd, director general de GSMA, en el MWC 2025. GSMA

Y quizás, lo más importante, es que a la gente le gusta venir a Barcelona. Yo he sido expositor en el MWC. Y lo peor es no saber en qué restaurante comer, cómo puedo ir de un lugar otro... Eso lo sabemos ahora. Ahora es fácil. ¿Cambiarnos a una nueva sede? ¿Por qué haríamos eso? Podríamos hacerlo si la relación es mala, si hay cosas que no funcionan, si no existen infraestructura o hay huelgas…

Pero este año no hay huelgas, ha habido normalidad institucional, la Fira se está expandiendo…

Totalmente de acuerdo. ¿Más allá de 2030? 100%

En su discurso en la inauguración puso mucho foco en las políticas de espectro. ¿Qué cambios son necesarios para acelerar el despliegue del 5G SA?

Lo realmente importante es entender que es nuestro oxígeno. Y la previsibilidad a largo plazo es importante. Si adquiero ese espectro, quiero saber durante cuánto tiempo puedo tenerlo, si habrá cambios en la normativa del mismo… Sin él no podremos existir. Y últimamente ha habido un poco de incertidumbre.

Por lo tanto, debemos tener claro que no sólo necesitamos una buena planificación, sino también un poco de rigor a la hora de adjudicar el espectro. Y también debemos entender que con las siguientes versiones del 5G, necesitaremos mayor ancho de banda, pasando de los 100 MHz continuos actuales a 200 o 400 MHz. Todo eso lo tienen que entender bien los reguladores nacionales y luego adjudicarlo a tiempo y a un coste que podamos permitírnoslo.

¿El precio es muy importante?

Lo es. No tenemos problemas para pagarlo, pero tiene que ser en igualdad de condiciones que para el resto de actores que quieran tener espectro. En Europa y en EEUU las políticas de espectro son diferentes. En Estados Unidos compras espectro y es tuyo de por vida, puedes comercial con él. En Europa lo más habitual es comprarlo por unos años y luego volver a hacerlo cuando acaba la licencia. Y tienes que pagar por adelantado.

No tenemos problemas para pagarlo, pero tiene que ser en igualdad de condiciones que para el resto de actores que quieran tener espectro.

Es bastante difícil para un operador comprar espectro caro, hacer toda la inversión y obtener retorno en unos años. Y después de eso, no sabes qué va a pasar. Si pudiera saber que puedo comprar mi espectro y tenerlo de por vida, tendría una visión más clara de la duración y de la forma en la que puedo usarlo.

¿Pueden afectar las tensiones geopolíticas y las guerras arancelarias al despliegue del 5G SA en regiones como Europa?

No lo vemos así. Y creo que el sentido de eventos como el MWC y organizaciones como la GSMA es ser globales e intentar unir a esta industria. En mi junta directiva tengo 25 operadores importantes y existe en un gran debate, un buen debate. Pero no hay cuestiones geopolíticas.

Los países de todo el mundo están anunciando un aumento del gasto en defensa. Históricamente, existen casos muy relevantes de tecnologías cuyo origen está precisamente en este campo. ¿Puede tener este aumento del gasto en defensa un impacto en el desarrollo de la tecnología?

No lo había pensado de esa manera, pero es posible que una de las pocas cosas positivas del aumento del gasto en defensa sea que se dedique más I+D a las empresas de telecomunicaciones y a la tecnología. Podría ser.

Sobre la iniciativa Open Gateway, ¿cuándo veremos todo su potencial?

Creo que será gradual. Tenemos ya 200 APIs certificadas en CAMARA, que deben integrarse en las redes de los operadores móviles. Hemos registrado un gran avance en los ingresos, con un 120% más que en junio. Son números aún pequeños, pero el camino es el correcto y el interés es enorme.

Los operadores que cubren más del 80% de los suscriptores del mundo ahora utilizan Open Gateway. Vemos casos de uso muy interesantes para la lucha contra el fraude y el spam. Los vemos en sectores como en la aviación, la automoción o la industria. Creemos que esta podría ser una oportunidad de hasta 300.000 millones de dólares para 2030. Es una cifra enorme.

Eso para los operadores, ¿pero qué impacto puede tener en la sociedad?

Ya lo decimos en nuestro informe sobre la economía móvil. Gracias a Open Gateway, al 5G SA y a la IA, el impacto de la industria en la economía pasará de los 6,5 billones de dólares actuales hasta los 11 billones en 2030.

Otro de los temas más comunes estos días ha sido la regulación. ¿Qué debe hacer la Comisión Europea pero mejorar la salud del sector europeo de las telecomunicaciones?

Uno es una política adecuada de espectro. Pero quizás lo más importante sea permitir la consolidación en los mercados nacionales. No tiene sentido que Telefónica compre empresas en Europa y siga habiendo cuatro operadores en Dinamarca, tres en Estonia o cuatro en Suecia. En la India se pasó de 12 operadores hace 15 años a dos operadores y medio ahora. Y el país está mucho mejor en tecnología, cobertura o calidad de servicio. Y eso es porque los operadores tienen dinero para invertir.

Mats Granryd, director general de GSMA, en el MWC 2025.

Mats Granryd, director general de GSMA, en el MWC 2025. GSMA

La igualdad de condiciones (fair share) es otro elemento. Los actores que ofrecen el mismo servicio deberían, naturalmente, ser regulados de la misma manera. O no regularse en absoluto. Pero no puedes tener unas normas de juego aquí y otras allá cuando ambos juegan la misma partida.

¿Es optimista tras los informes de Mario Draghi y Enrico Letta y las últimas palabras de Ursula von der Leyen?

Creo que debemos ser realistas. Lo bueno es que entienden que tenemos un problema. Eso es lo primero. Y lo segundo es que actúen en consecuencia. Y creo que realmente quieren actuar. He conocido a Teresa Ribera, a Henna Virkkunnen y lo entienden de verdad. Realmente quieren hacer cambios.

Pero ellas son de la Comisión. Luego está el Parlamento Europeo y los gobiernos nacionales, que tienen su propia autonomía. Así que tiene que ser algo de principio a fin y eso llevará tiempo. Pero lo importante es empezar con algo para asegurarnos de que podemos lograr avances, hacer algo en lugar de intentar hacer todo al mismo tiempo.

Tengo un gran respeto por los políticos porque su mundo es muy complicado. Y esta vez, realmente creo que entienden que tenemos un problema. Y Ursula von der Leyen ha dejado muy claro que la prioridad de Europa tiene que ser el crecimiento y menos burocracia. Eso es fantástico. Es la primera vez que escucho a un comisario o a un presidente decirlo de esa manera. Pero eso tiene que permear con fuerza.

En este MWC, Brendan Carr, presidente de la FCC de Estados Unidos, ha cargado con la legislación europea y ha dicho que la DSA puede ser una amenaza para la libertad de expresión. ¿Qué le parecen estas declaraciones?

Todos tienen derecho a tener su propia opinión. En la GSMA no tenemos una postura al respecto. En lo que respecta a la competitividad europea, tenemos una idea clara de lo que hay que hacer. Y luego, si hay otras tensiones geopolíticas, eso está más allá de nuestro ámbito.