Doble mazazo para la industria turística en España en solo unas semanas. A la crisis del coronavirus y las fuertes caídas en Bolsa se suma la consulta pública que el Ministerio de Hacienda ha lanzado para gravar con un impuesto especial el transporte aéreo por sus altos niveles de contaminación.
La respuesta no se ha hecho esperar. Fuentes del sector se asombran de que el Gobierno “no apoye a la industria en plena crisis del coronavirus” y más teniendo en cuenta que “España vive del turismo”.
De ahí, que expertos aéreos consideren esta consulta y, por tanto, la intención del Gobierno de imponer este impuesto “un castigo”, que también va en contra de las propias inversiones de las aerolíneas.
Desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) se muestran cautos. “Vamos a valorar la propuesta del Ministerio de Hacienda y cuando analicemos el detalle de la misma decidiremos los pasos a seguir”, según han explicado a este medio.
No obstante, recuerdan que “la experiencia demuestra que aplicar un impuesto en el uso del transporte aéreo no es la solución, no sólo porque no resulta eficaz para el objetivo que persigue de reducir emisiones, pues un impuesto no descarboniza, sino también por el negativo impacto que tendrá en el turismo, principal motor de crecimiento de nuestra economía, y por tanto en la riqueza y el empleo de nuestro país”.
Intención de Hacienda
Según el documento emitido por Hacienda, con el ordenamiento interno de un impuesto que grave el uso del transporte aéreo se pretende no solo internalizar el coste de las externalidades ambientales ocasionadas por la emisión de gases de efecto invernadero, sino fomentar en sus usuarios la utilización de otros modos de transporte más respetuosos con el medio ambiente.
El Gobierno justifica que en España, los ingresos por impuestos medioambientales, como porcentaje del PIB, figuran entre los más bajos de la UE. Según datos de 2017, España tiene el quinto porcentaje más bajo de la UE. Los ingresos por impuestos medioambientales supusieron únicamente el 1,83 % del PIB, frente a una media de la UE del 2,4%.
De momento, solo es una consulta pública como previo paso al desarrollo y propuesta de esta gravamen. Por ello, se desconoce las condiciones de dicho impuesto. Tampoco está claro en qué medida puede afectar al precio del billete y qué parte acabará pagando el consumidor.
Eso sí, el Estado reconoce que "dispondrá de una recaudación extra que se puede utilizar para reducir la carga de otros impuestos más distorsionantes, logrando así un beneficio adicional en términos de bienestar".
Así, Hacienda ha colgado en su web este documento (junto la otra propuesta de aplicar un impuesto para plásticos de un solo uso) para que las organizaciones y asociaciones más representativas potencialmente afectadas por la futura norma, como cualquier ciudadano, puedan hacer llegar sus comentarios en los próximos 15 días.
Crisis por el coronavirus
Este anuncio llega en plena crisis turística derivada del impacto del coronavirus. El holding que agrupa a Iberia y Vueling ya reconoce un impacto negativo en la demanda aérea y en sus previsiones de beneficios para 2020. “Estamos experimentando debilidad en la demanda en las rutas asiáticas y europeas, así como también en los viajes de negocio a lo largo de nuestra red como resultado de la cancelación de eventos y restricciones”, señalaron desde IAG.
El 29 de enero British Airways suspendió su vuelo diario a Pekín y Shanghái y el 31 de enero Iberia suspendió sus tres servicios semanales a Shanghái. Asimismo, se redujeron algunos servicios a otras rutas asiáticas.
No es la única que se ha visto obligada a cancelar vuelos. EasyJet anunció que cancelará algunos vuelos, particularmente los que entran y salen de Italia, y que implementará un paquete de medidas de austeridad tras detectar una disminución "significativa" de la demanda y los factores de ocupación desde y hacia sus bases del norte de Italia por el aumento de la incidencia de casos de coronavirus.