El Real Decreto del Gobierno de medidas extraordinarias publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE) el miércoles no incluye en sus 46 páginas ninguna medida concreta para paliar la crisis en la que está sumido el sector aéreo español -más allá de la flexibilización de los despidos temporales en todos los sectores-. Todo lo contrario que ocurre con otros países donde han entendido que las compañías están al límite de efectivo y existe el riesgo de quiebra (como ya le ocurrió a Flybe).
Noruega fue la primera en plantear ayudas a las aerolíneas. En concreto, respaldará a las aerolíneas con garantías de crédito por un valor de hasta 6.000 millones de coronas noruegas (más de 500 millones de euros), tal y como avanzó 'Reuters'. Algo de lo que se aprovechará Norwegian. La low cost aplicará entre el 21 de marzo y el 17 de abril un programa reducido de vuelos que supone la cancelación del 85% de sus frecuencias, además de un ERTE para 7.300 trabajadores en total.
Por su parte, EEUU prepara un paquete de medidas destinado a inyectar liquidez en la economía. En este, se contempla una ayuda de 50.000 millones de dólares a las aerolíneas, particularmente golpeadas por el descenso de viajeros causado por la pandemia. Ayuda que reclamaban desde la patronal Airlines for America (A4A).
Y Suecia y Dinamarca, que poseen participaciones del 14,82% y del 14,24% en SAS, anunciaron el martes 300 millones de dólares en garantías de préstamos para la aerolínea escandinava en dificultades.
En Reino Unido, donde van más atrasados en la lucha contra la pandemia, el presidente de Virgin Atlantic presionará esta semana al gobierno para que dé 7.500 millones de libras como ayuda estatal de emergencia para rescatar al sector de la aviación.
Por último, el Gobierno italiano ha salido al rescate de Alitalia al anunciar su nacionalización como medida para hacer frente a la crisis del coronavirus. Una solución también para las maltrechas cuentas de la compañía al borde del colapso desde hace años y para la que el Gobierno no encontraba socios. Y mucho menos ahora con los aviones en tierra perdiendo dinero cada día que pasa. Una solución, la de la nacionalización, que no se contempla en España ni tendría sentido.
Aún así, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha hecho un llamamiento a todos los gobierno del mundo para que ayuden a las aerolíneas con medidas “urgentes” de apoyo. La asociación estima que se requiere una ayuda de emergencia de hasta 200.000 millones de dólares (185.269 millones de euros).
¿Y España qué hace?
En España, de momento, las aerolíneas buscan sus hueco en las políticas genéricas para los sectores, como la flexibilización de los ERTE. Medida por la que ya han optado Air Europa, Iberia, Norwegian, Air Nostrum o Ryanair en nuestro país. En total, estamos hablando de casi 30.000 empleados afectados entre las cinco compañías.
Por lo que "cada día que pasa la situación del sector aéreo empeora por las continuas restricciones que se están dando a volar”, señalan desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), desde donde se alertó hace poco de que para la segunda quincena de marzo ya se había cancelado 4.400 vuelos. Cifra que dadas las restricciones de más países será superior.
Desde ALA siguen a la espera de que el Gobierno ponga en marcha otras medidas más concretas. Este medio se ha puesto en contacto con el Ministerio de Turismo para conocer la existencia de nuevos planes sin obtener respuesta.
Peticiones de las aerolíneas
Así que mientras tanto, las aerolíneas españolas exigen facilitar el aplazamiento de cuotas de la Seguridad Social y del IVA, sin coste de aplazamiento, así como la reducción de los plazos de reembolso de las liquidaciones a devolver del IVA; revisar la normativa de cálculo de los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades para reducir su cuantía alineándolos a la liquidación real y mitigar así el impacto en la caja de las compañías.
También piden facilitar la optimización de los programas de vuelo (mediante cancelaciones o reducción de capacidad) en toda la red, y la flexibilidad en cuanto al pago atrasado sin penalización de las tasas aeroportuarias y de navegación aérea, con bonificación de ellas al menos en las referidas a las tarifas de estacionamiento de larga estancia para los aviones parados obligatoriamente.