“A nosotros siempre nos ha preocupado que Iberia mantenga la españolidad y, en este sentido, siempre ha contado y contará con el apoyo de España”. Con estas palabras, José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, volvía a defender la condición de empresa española de la aerolínea perteneciente al grupo IAG en otro de esos momentos en los que parece que se cuestiona.
La prensa británica recogía este fin de semana que el Gobierno británico de Boris Johnson estudia fórmulas para comprar participaciones significativas en las grandes aerolíneas de Reino Unido ante la crisis que vive el sector aéreo por el impacto del coronavirus. Medida que afectaría a British Airways, la compañía británica perteneciente al grupo IAG junto a Iberia, Vueling, Air Nostrum o Aer Lingus.
Se trata de una medida que a día de hoy ni siquiera se sabe cómo se podría desarrollar y abre varios escenarios posibles. Entre ellos, se incluye el troceo del holding e incluso la posibilidad de que se produzca un aumento de participación británica en el capital del grupo de IAG y, por tanto, acercarse al famoso límite europeo que establece que el 50% del capital de las empresas con licencia de vuelo en la UE debe ser propiedad de accionistas de estados miembros.
Algo de lo que se habló mucho durante todo el año pasado en plena incertidumbre por el brexit. Aquí el Gobierno salió a defender la españolidad de Iberia porque también se cuestionó. Además, cabe recordar que IAG tiene el control económico de Iberia y Vueling, mientras que el poder político de Iberia está en manos de la sociedad española Garanair (controlada por El Corte Inglés).
Pero no es la única vez en los últimos meses que alguien ha salido a defender la españolidad de Iberia. El pasado mes de diciembre, el presidente de la aerolínea, Luis Gallego, argumentaba la necesidad de comprar Air Europa por el bien de España y del hub de Barajas. Y en ese encuentro organizado por la CEOE, recordó que los principales directivos de las filiales de IAG son españoles. Nadie cuestionó nada, pero se adelantó a aquellos que sí lo hicieron cuando Iberia y British Airways se fusionaron en 2011.
De hecho, poco después del encuentro informativo el holding anunció la designación de Luis Gallego como presidente de IAG en lugar de Willie Walsh. Cargo del que debía haber tomado posesión este 26 de marzo; sin embargo, la crisis del coronavirus ha hecho que se mantenga de momento al frente de Iberia.
Crisis aérea
Cierto es que el sector aéreo europeo está sufriendo un duro golpe. La mayoría de aerolíneas se han visto obligadas a dejar en tierra parte de su flota tras las cancelaciones de vuelos o restricciones de entrada de los países. De ahí que también hayan puesto en marcha despidos temporales en sus plantillas.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha pedido al Ejecutivo que adopte medidas excepcionales en un momento especialmente crítico para el sector aéreo, que atraviesa dificultades de liquidez y cuya viabilidad futura está en riesgo.
Súplicas que parece que han sido escuchadas. Ayer, Ábalos anunció la intención del Gobierno de convencer a otros países para hacer una propuesta conjunta a la Unión Europea para poner en marcha una ayuda al sector de las líneas aéreas comunitarias.
Apoyo que también estaría en línea con las ayudas que solicita la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Esta estima que se requiere una ayuda de emergencia de hasta 200.000 millones de dólares (185.269 millones de euros).