La crisis del coronavirus ha parado en seco al sector del turismo en España. Prácticamente no existe. Y el mayor problema es la incertidumbre que envuelve a toda la industria. Es difícil saber cuándo iniciará su recuperación ya que ni tan siquiera se producirá justo después del levantamiento del estado de alarma en nuestro país.
La propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha advertido de que España se sitúa entre los países que sufrirán un mayor impacto negativo inicial. Y es que el impacto directo de los cierres y de las medidas de aislamiento y restricciones a la movilidad será más severo en países en los que el turismo tiene mayor importancia relativa en la economía, como en España que supone cerca de 12% del PIB.
Y eso, ahora mismo, se ve reflejado en las cifras. Para empezar hay más de 75.000 trabajadores afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) solo en las grandes empresas del sector, sin contar a las pequeñas y medianas, que tendrán más problemas para sobrevivir.
Por poner algunos nombres y cifras: el ERTE de Iberia afecta a 13.900 empleados (aunque cuentan con ayudas salariales por parte de la aerolínea); el de Globalia a 15.000 o el de Norwegian a 7.300. En las hoteleras, el despido temporal en Meliá es para 8.400 profesionales, en Barceló para 6.500 o en Riu para 5.500. Y así hasta más de 75.000.
En estos ERTE, curiosamente, la fecha de finalización no coincide con el levantamiento del estado de alarma impuesto hasta el 12 de abril. En el de Iberia, por ejemplo, son tres meses. Y en otros, no se sabe la fecha. ¿Por qué?
Si hacemos caso a un gurú de esto como lo es Michael O’Leary, fundador y CEO de Ryanair, sus previsiones para empezar a volar sus aviones nos llevan hasta junio. Y no todos, porque dependerá de las restricciones de entrada de cada país, de las promociones low cost de sus billetes y del miedo a volar a determinados lugares donde la pandemia ha sido dura o lo será.
Además, en el caso de los hoteles muchos están medicalizados en España. Es decir, las autoridades sanitarias están usando las instalaciones hoteleras para pacientes o sus familiares, sanitarios u otro personal. Todos pasarán por un proceso de desinfección previo hasta que abran sus puertas. Y para esto último, las aerolíneas y agencias deberán haber arrancado ya con la venta de billetes o paquetes turísticos, por ejemplo.
Las previsiones de las compañías
El escenario de incertidumbre es tal que, la gran mayoría de las empresas ha optado por aplicar tres medidas más allá de los ERTE: anular las previsiones de beneficio a futuro, suspender dividendos y lanzar planes de ahorro para soportar de la mejor manera posible este drama. Y aquí van solo dos ejemplos de dos cotizadas del Ibex 35 que se han visto obligadas a hacerlo.
El Consejo de Administración de Amadeus aprobó la cancelación de la propuesta de distribución del dividendo complementario por importe de 320 millones de euros e implementará un amplio paquete de medidas para reducir 300 millones de euros en costes. Esta medida “nos dará mayor flexibilidad financiera si las actuales duras condiciones del mercado persistieran durante un prolongado período de tiempo”, alegaron.
Y por su parte, Aena hizo lo propio. Suspendió dividendo, puso en marcha un plan de ahorro de 95 millones de euros mensuales, está negociando préstamos con los bancos y ha invalidado sus previsiones de tráfico y beneficio para 2020.
Ayudas del Gobierno
De momento, las ayudas del Gobierno se traducen en una línea específica de financiación de 400 millones de euros destinada a las pequeñas y medianas empresas y autónomos del sector turístico, transporte y hostelería. Además, ampliará la protección de los trabajadores fijos discontinuos del sector turístico, de forma que las bonificaciones cubran los meses de febrero a junio de 2020.
De cara al sector aéreo, José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana anunció el pasado jueves que Aena aplazará el pago de las tarifas de estacionamiento de los aviones durante seis meses sin intereses. Además, cuentan con avales de liquidez o la posibilidad de aplicar despidos temporales, algo por lo que ha optado la práctica totalidad del sector.
Expertos consultados por este medio coinciden en que España se recuperará y volverá a ser una gran potencia turística, pero la cuestión principal es cuándo se iniciará dicha recuperación porque esa es la clave de la supervivencia del sector.