Cuando ya parecía que el hotel ‘fantasma’ de la T2 del aeropuerto de Barajas tenía los días contados, otro contratiempo se interpone en el camino de Aena. La crisis sanitaria del coronavirus ha obligado al gestor a aplazar el contrato para la demolición de la estructura de hormigón que aún se mantiene en pie, según ha podido saber Invertia. Todo ello tras una batalla judicial que arrancó hace años y que ha llegado hasta el Senado.
“En la actualidad está en proceso de contratación, pero este se ha suspendido temporalmente por el Covid-19 al no tratarse de una obra crítica”, reconocen fuentes de Aena. Algo lógico teniendo en cuenta el impacto sobre las cuentas del gestor de la crisis del coronavirus con el tráfico prácticamente parado y 12 aeropuertos regionales cerrados.
El origen del problema arranca en 2007, cuando Aena adjudicó la construcción de su hotel en la T2 a una UTE formada por Sampol y Barceló Hoteles. Aena cedió una parcela de más de 13.000 metros cuadrados junto a la Terminal 2. El establecimiento estaba previsto que tuviera seis plantas y 330 habitaciones, además de dos aparcamientos para clientes. Era, además, la apuesta propia del gestor por tener un hotel dentro del aeropuerto.
En plena crisis económica, Barceló no lo vio claro y se fue del proyecto sin que fuese sustituida por otra hotelera y eso que hubo varios candidatos. Mientras Sampol fue incumpliendo plazos de construcción. Así que Aena decidió resolver el contrato y presentar una demanda contra la constructora por los daños y perjuicios ante sus incumplimientos. Y aquí cuando arranca una batalla judicial en la que se han sucedido las sentencias a favor de Aena y los recursos posteriores de Sampol.
Hasta que el litigio llegó al Tribunal Supremo el pasado año, que desestimó el recurso de casación de Sampol. Ahora, solo queda la estructura de hormigón del hotel y la promesa de demolición del mismo por parte de Aena.
Llega al Senado
De hecho, a principios de marzo, Aena daba respuesta a una de las preguntas realizada por el senador de Compromís, Carles Mulet García, sobre la situación del proyecto de hotel de la T2. El gestor aeroportuario aseguró que “se está procediendo a las labores preparatorias para su demolición” en ejecución de la sentencia firme del 17 de julio de 2015 del Juzgado de Primera Instancia nº 89 de Madrid.
Tanto esta sentencia -y otras- como la respuesta de Aena parecía que confirmaban el fin de este esqueleto de hormigón ideado en los albores de la anterior crisis económica. Pero como ya hemos visto, la crisis del Covid-19 retrasará su demolición.
Y aquí surge otro pequeño conflicto que el propio Mulet lanzaba en sus preguntas por escrito en el Senado y dirigidas al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. Este preguntó por qué Aena no integrarba dicho edificio en los desarrollos inmobiliarios de la compañía pública.
En este sentido, el senador de Compromís cree que el gestor aeroportuario usa ahora la crisis de excusa. “Dada la situación, es la excusa perfecta para seguir sin hacer nada”, señala a Invertia. Aunque también podría ser el momento perfecto para decidir darle un uso real. Más allá de estas opciones, lo cierto es que trece años después, el proyecto sigue persiguiendo a Aena.