Incertidumbre. Esa es la palabra que mejor describe la actual situación de la plantilla de Pullmantur. En estos momentos, se encuentra inmersa en un ERTE -total o parcial en función del puesto de trabajo- tras siete meses con los cruceros suspendidos y la declaración del concurso de acreedores por la crisis de la Covid. La compañía dice tener un plan de viabilidad, pero mientras los empleados esperan que llegue lo peor: la aplicación de un ERE.
“El 31 de julio nos avisaron de que iban a poner en marcha un ERE”, reconoce un portavoz de la plantilla a Invertia. El ERE aún no se ha notificado, pero los empleados creen que con el concurso de acreedores y el actual ERTE que afecta a 350 trabajadores solo se está “ganando tiempo para forzar la salida de trabajadores”. Hasta la fecha y desde el estado de alarma, cerca de 20 empleados fijos de la naviera han abandonado la empresa ante la situación de incertidumbre que viven.
Pullmantur reconoce su intención de aplicar un ERE por causas de índole económica, productiva y organizativa. “Se trata de un paso más dentro del proceso de reorganización que Pullmantur Cruceros está llevando a cabo, apoyándose en las medidas previstas por la regulación concursal española, a raíz de la suspensión de sus operaciones el 13 de marzo”, justifican desde la compañía.
De hecho, parte de la plantilla (perteneciente a Pullmantur S. A.) dejó de cobrar algunas nóminas; algo que parece que ya se ha resuelto. Los trabajadores han intentado reunirse con la empresa, pero estos lo declinan alegando que están “en manos de administradores concursales”, según cuentan desde la plantilla.
Cabe recordar que el pasado 23 de junio, las empresas Cruises Investment Holding y Royal Caribbean Group (RCL) solicitaron la reorganización de Pullmantur Cruceros, de la que son propietarios en un 51% y un 49% respectivamente, bajo los términos de leyes españolas de insolvencia. Es decir, declararon el concurso de acreedores de Pullmantur S. A. y Pullmantur Cruises SL.
¿Hay algún plan?
Desde que tuvo que suspender las operaciones a mediados de marzo debido a la pandemia, “el principal objetivo de Pullmantur Cruceros siempre ha sido y sigue siendo volver a navegar con la mayor brevedad posible. Se trata de una meta clara y firme”, reconocen fuentes de la compañía a Invertia.
Así, el equipo de Pullmantur Cruceros está trabajando intensamente junto a la administración concursal en la reorganización y en el plan de continuidad de la compañía.
Algo que contrasta con la situación que denuncian los trabajadores. Estos aseguran que “la compañía está desguazando dos de sus tres barcos (Sovereign y Monarch), mientras siguen vendiendo cruceros para 2021”. Del otro barco, el Horizon, “no se sabe qué va a pasar”, reconoce el portavoz.
Por su parte, Pullmantur argumenta que no es la propietaria de los barcos que operaba y que actualmente están fuera de servicio. No obstante, “este hecho no es un inconveniente de cara a retomar la actividad de cruceros”, señalan.
“La compañía está evaluando diferentes oportunidades disponibles en el mercado para encontrar aquellas que se adapten a las características de sus clientes y productos”, sentencian.
La estrategia de Royal
La situación que vive Pullmantur es extremadamente delicada. De hecho, los trabajadores van más allá e insisten en que Royal Caribbean pretende dejar caer Pullmantur sin salir del mercado español. “Se trata de una estrategia de Royal para quedarse con el mercado español y las reservas de Pullmantur”, señalan. En total, calculan que se han realizado ya 20.000 reservas que irán para los barcos de Royal.
De hecho, tras anunciar la suspensión de cruceros hasta el 15 de noviembre (como mínimo), los clientes que contaban con reservas para navegar con Pullmantur, se les ofreció la opción de viajar con otras marcas de RCL, incluidas Royal Caribbean International y Celebrity Cruises.
La situación de Pullmantur en los últimos años ha dado muchas vueltas. En pleno crecimiento de los cruceros, en 2006, Royal Caribbean ganó la subasta por Pullmantur, por la que pagó un total de 700 millones de euros en los que se incluye una deuda de 270 millones.
Diez años después, la Comisión Europea (CE) dio luz verde a la adquisición de Royal Caribbean Holdings de España (propietaria de las marcas Pullmantur y Croisières de France) por parte del fondo de capital de riesgo suizo Springwater (que adquiere el 51%) y la matriz de aquella, la estadounidense Royal Caribbean Cruises (que mantiene el restante 49%, además de los barcos).