El panorama de las aerolíneas con la Covid es complicado, pero especialmente lo es más para Air Europa. ¿Por qué? Porque la compañía está pendiente de la compra por parte de Iberia tras solicitar un rescate al Estado por 475 millones de euros. Una ayuda estatal que revela el mal estado de sus cuentas y pone en peligro dicha operación.
Solo entre marzo y julio, “el importe neto de la cifra de negocios se ha reducido en un 42,6% en comparación con el ejercicio precedente. Se encuentra significativamente por debajo de los importes presupuestados”, según se desprende de las cuentas anuales de 2019 de Air Europa recientemente publicadas en el Registro Mercantil y que incluyen un capítulo sobre el impacto de la Covid.
Algo que la propia compañía atribuye a que “ha sufrido cancelaciones significativas” de reservas por parte de clientes y se ha visto obligada a cancelar vuelos, lo que va a implicar “un impacto negativo en el importe neto de la cifra de negocios y del beneficio antes de impuestos durante dicho periodo”.
Asimismo, el grupo Globalia reconoce que la sociedad está renegociando “determinadas deudas con proveedores sobre las que se han conseguido aplazamientos por un importe total de 31,6 millones de euros”.
La situación con los proveedores ha obligado a Air Europa a renegociar los contratos más relevantes que afectan al negocio aéreo, como contratos de arrendamiento de aeronaves, contratos para la adquisición de flota, entre otros.
Recortes laborales
En este sentido, la necesidad de reducir costes es vital. Por ello, Air Europa sigue estudiando un plan de recortes laborales en su plantilla, principalmente salariales, que en principio parece que se retrasarán, según ha podido saber Invertia.
La dirección había emplazado a los sindicatos a una reunión que tendría que haberse producido la semana pasada; pero "aún no se ha convocado dicha reunión ni se sabe cuándo se producirá", señalan fuentes sindicales.
Los sindicatos de pilotos y TCP están esperando la llamada de Air Europa para conocer el plan de recortes de la compañía. Por su parte, la aerolínea de Globalia -como en otras ocasiones- no se pronuncia sobre los planes de futuro ni nada relacionado con el rescate. De momento, la plantilla espera que sean recortes salariales que, además, se suman a los que actualmente sufren.
En el caso de los pilotos, con la reducción de la actividad ahora están cobrando entre un 25 y 20% de su salario habitual gracias al acuerdo firmado donde se pactó un mínimo de desafectación del ERTE para todos. “Hasta que no se firmó el acuerdo, había muchos pilotos que no cobraban nada”, recuerdan desde el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla).
Cabe recordar que la división aérea del grupo cerró 2019 con una plantilla de 4.238 trabajadores. Derivado de la reducción de actividad, llevó a cabo una suspensión temporal de empleo de un 91,89% de la plantilla, que supone un 76,68% del total de horas. Gran parte de la plantilla se mantiene en este ERTE.
Compra de Iberia
Con este panorama, es lógico que se esté negociando a la baja el precio de venta a Iberia, establecido en 1.000 millones inicialmente. Air Europa no vale lo mismo que hace justo un año. Es algo lógico. Además de los 475 millones que recibirá del fondo de la SEPI, tiene un préstamo de 140 millones avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y cerca de 600 millones de deuda.
Por otro lado, tiene seis años para devolver el rescate estatal y no se espera que hasta 2023 -como mínimo- la demanda aérea recupere niveles de 2019. Incertidumbre que añade más drama a su viabilidad.
Algo que se antoja más complicado teniendo en cuenta que en su mejor año ganó 48,8 millones (2018). “Necesitaría más de ocho años para devolver todo el crédito”, según el analista aéreo Miguel Sánchez, a la vez que reconoce que el interés empresarial por la compañía es mucho menor que hace un año.
Facturación
Hasta la fecha, Air Europa es la división que más ingresos genera de Globalia. El importe neto de su cifra de negocios ascendió a 2.340,3 millones de euros para el ejercicio anual cerrado el 31 de diciembre de 2019, un 9,1% menos con respecto a cifra de negocios del anterior ejercicio anual que ascendió a 2.114,5 millones de euros, según datos del Registro Mercantil.
El resultado después de impuestos obtenido en este ejercicio 2019 se sitúa en un beneficio de 27,7 millones de euros, por debajo del obtenido en el ejercicio anterior, 48,8 millones de euros.
No obstante, tal y como la compañía recalca en la auditoría de las cuentas, “no es posible realizar una estimación de los impactos presentes y futuros derivados de esta crisis”. Aunque sí se puede vislumbrar un futuro incierto para la que un día fue el buque insignia de la familia Hidalgo.