Los 53 millones de rescate que el Gobierno le ha dado a Plus Ultra han levantado un enorme revuelo ya que la aerolínea no es tan “estratégica” como el Ejecutivo ha defendido. Además de operar pocos vuelos, tener una plantilla baja y acumular demandas, la aerolínea ha llegado a estar al borde de la quiebra en tan solo cinco años de operaciones.
En concreto, fue en el ejercicio cerrado el 31 de enero de 2019, el último disponible en el Registro Mercantil. En dicho ejercicio, obtuvo un fondo de maniobra negativo por importe de 3.996.171,70 euros, unas pérdidas del ejercicio cuantificadas en 2.113.285,61 euros y unos resultados negativos acumulados de ejercicios anteriores que ascienden a 8.531.540,92 euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
El epígrafe patrimonio neto del balance de situación refleja un saldo positivo de 8.623.395,50 euros al cierre de ejercicio. Conforme a dicho saldo, la sociedad estaría en causa de disolución.
Hecho que no pasó inadvertido por la empresa auditora de las cuentas (Audicar) quien lo destacó como “el principal riesgo” ya que existía “incertidumbre material sobre la sociedad” si no es capaz de mitigarlo.
No obstante, la aerolínea tuvo la suerte de corregir esta situación y esquivar la quiebra. ¿Cómo? La compañía tenía por entonces en el pasivo no corriente un préstamo participativo de 6.340.314,71 euros que computaría como patrimonio neto a efectos de reducción de capital y liquidación de sociedades. Situación que salvó in extremis a la aerolínea.
El patrimonio neto final a efectos de reducción de capital y liquidación de sociedades previstos en la legislación mercantil ascendió a 31 de enero de 2019 a la cuantía de 14.927.710 euros, correspondientes a la suma de patrimonio neto y préstamo participativo, quedando por tanto resuelta la situación de desequilibrio patrimonial y de causa de disolución.
Paradójicamente, si Plus Ultra hubiera quebrado sería la segunda vez que sus fundadores (Julio Martínez Sola y Fernando González) llevan a la disolución a una aerolínea -algo que ya hicieron con Air Madrid-. Además, la compañía aérea con sede en España, también se anota en su haber la quiebra de la agencia de viajes valenciana Aquatravel. Algo que acabó en los juzgados.
Problemas para pagar
De vuelta al polémico rescate, Plus Ultra se salvó de la quiebra justo dos años antes de que el propio Gobierno saliera en su ayuda con un préstamo de 53 millones (34 millones son un préstamo participativo y 19 millones se entregarán mediante uno ordinario).
Y aquí, fruto de sus problemas económicos, surge otro problema: la dificultad de la aerolínea para devolver el dinero prestado porque hay que recordar que el fondo de 10.000 millones de euros que la SEPI dispuso no es a fondo perdido. En este sentido, Plus Ultra dispondrá de un plazo máximo de siete años para amortizar en su totalidad los préstamos recibidos.
¿Es viable? Lo cierto es que es altamente improbable que consiga devolver el dinero en ese plazo, según expertos consultados por este medio. Primero porque en sus seis años en activo, la aerolínea no ha abandonado nunca los números rojos. Entre 2014 y 2019 acumula 10,8 millones de euros de pérdidas. Es decir, no ha tenido ni un solo año de beneficios desde que iniciara sus vuelos en 2015 (aunque se fundó en 2011).
Haciendo un cálculo rápido, tendría que ganar -como mínimo- 7,5 millones de euros al año para poder devolver los 53 millones de euros. Y eso sin contar el resto de gastos derivados de la actividad aérea; así como los créditos que tiene con entidades bancarias.
Además debe 155.000 euros a sus pasajeros por grandes retrasos, cancelaciones, pérdida de equipaje u overbooking. Y esto son solo las reclamaciones iniciadas por reclamador.es frente a esta aerolínea de las que aún se espera respuesta tras el rescate.
La segunda razón es que para generar ingresos el tráfico aéreo se debería restablecer y a día de hoy sigue siendo una incertidumbre. De hecho, Aena no espera recuperar niveles de 2019 hasta 2026.
Pero hay otro detalle importante. Plus Ultra realiza vuelos regulares de largo radio desde Madrid y Tenerife a diferentes capitales Latinoamericanas, como Lima, Quito y Caracas. Y, precisamente, son estos vuelos los últimos que se reactivarán por la cantidad de restricciones que existen por la Covid en el mundo.
De hecho, sus datos de tráfico son muy bajos ya que opera con cuatro aviones y una flota de no más de 345 empleados. Plus Ultra transportó a 99.885 pasajeros en 2018, cifra que aumentó a 156.139 personas en 2019 y que se redujo a 47.194 en 2020, según Aena.
En definitiva, parece bastante difícil que esta compañía aérea -con serios problemas para mantenerse por sí sola a flote- pueda devolver el préstamo al Gobierno en el plazo y las condiciones establecidas. A sabiendas de esto, el Gobierno sigue defendiendo un carácter "estratégico" que no ha dejado de estar en duda.
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