El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que los turistas británicos que lleguen a Baleares tendrán que estar vacunados con la pauta completa contra el coronavirus o, en su defecto, deberán tener los resultados de una PCR negativa.
En una entrevista en la SER, Sánchez ha dicho que, de esta forma, los turistas británicos que aterricen en Baleares tendrán que cumplir con las mismas exigencias que España hace al resto de ciudadanos europeos.
"Lo aplicaremos en un plazo de 72 horas y así los touroperadores y turistas británicos podrán adaptarse a estas nuevas reglas que les estoy anunciando", ha dicho el jefe del Ejecutivo, que ha subrayado la "evolución negativa" de la incidencia acumulada a catorce días en Reino Unido, que está "muy por encima" de los 150 casos.
Por eso, ha dicho Sánchez, España tenía que tomar "alguna precaución adicional respecto a la llegada de turistas británicos".
Baleares, Madrid
La presidenta de Baleares, Francina Armengol, pidió a Sanidad Exterior que exigiera pruebas de la Covid-19 en origen a los británicos que visiten el archipiélago, así como "fijar controles de entrada estrictos y seguros" en los puertos y aeropuertos de las islas.
El jefe del Ejecutivo ha destacado también las ganas de movilidad de la ciudadanía española, que se ha descargado más de dos millones del certificado verde digital, las ganas que tiene la población de vacunarse, de abrir la economía y recuperar "nuestra normalidad".
La primera reacción a la noticia ha llegado desde la Comunidad de Madrid. Su consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, ha asegurado que no tiene sentido exigir a los turistas británicos PCR negativas o vacunación para viajar a Madrid "si luego no se controlan los aeropuertos".
Así lo ha señalado antes de asistir a un desayuno informativo de la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, a quien sí le parece "adecuada" la medida dado que la incidencia de casos en Gran Bretaña es muy elevada por la variante india, casi el doble que en España.