El consejero de Turismo y Deportes del Cabildo Insular de La Palma, Raúl Camacho, ha pedido este lunes apostar por el sector turístico para que “las personas que se han quedado sin casa no se queden sin trabajo” y ha insistido en que la erupción afecta a un 10% del territorio de la isla, mientras que turismo está casi en un cero.
En declaraciones a los periodistas en el marco de la I Convención de Turespaña, ha remarcado que La Palma es “una isla segura”, donde un 10% del territorio se ve afectado por el volcán. “En el resto existe vida, el panadero todos los días deja el pan y los supermercados funcionan, los que somos afortunados en estos momentos vamos a nuestros trabajos”, ha explicado.
Así, ha querido lanzar el mensaje de que la isla está “prácticamente abierta” y ha reclamado que el turismo sea un “pilar fundamental para la recuperación”. Esta actividad económica es, actualmente, residual, aunque sí que se ha visto impulsada este fin de semana con turismo regional de otras islas que buscaban ver el volcán.
Dejando a un lado las desgracias materiales, Camacho ha asegurado que para aquellos que no vivan en la isla de La Palma ver el volcán es “un lujo”. La temporada turística alta en la isla es en invierno y, en concreto, empieza entre octubre y noviembre y, por ello, ha lamentado la confusión que hay en Europa en cuanto a la seguridad en la isla.
Camacho ha subrayado los esfuerzos para que “se vaya olvidando la idea de que en La Palma no se puede vivir”: “en la isla hacemos la vida del día a día”. A pesar de ello y aunque la situación en estos momentos está “un poco más controlada”, el consejero de Turismo ha reconocido que es un volcán incontrolable y que se encuentra en la peor zona en la que podría haber nacido. En un primer momento, se pensaba que sería dócil y apacible.
Zona afectada
El consejero de Turismo del Cabildo Insular ha lamentado las desgracias materiales que ha provocado la erupción: “ha acabado con los proyectos de vida de las personas, con sus casas y propiedades”. A este punto, se suma que la zona afectada pasa por ejes transversales de comunicación en la isla.
Casi 1.000 familias han tenido que abandonar sus hogares, unas 6.000 personas se encuentran desplazadas y alrededor de 1.100 edificaciones se encuentran afectadas. El consejero de Turismo ha precisado que las personas son lo primero, a la vez que ha insistido en aprovechar el sector turístico para que sirva de motor y para que “todas esas personas que se han quedado sin casa, no se queden sin trabajo”.
En cuanto a las expectativas turísticas previas a la erupción, la ocupación en la isla era buena y con “un futuro muy esperanzador”. Por el contrario, actualmente La Palma se encuentra en “casi un 0 turístico”, ya que la zona aislada es turística y allí no existe actividad.
Aeropuerto operativo
Sobre los gases y la toxicidad de los mismos, ha explicado que se dan en momentos puntuales y dentro de la propia zona afectada y ha asegurado que ya no existen confinamientos “ni zonas en las que el aire pueda ser perjudicial”. “Dentro de la anormalidad, hay una vida normal, somos una isla segura”, ha defendido.
El aeropuerto estuvo inactivo durante cuatro días, pero ya se han reanudado las operaciones nacionales e internacionales. En concreto, este fin de semana se ha notado el volumen de turistas desplazados para ver el volcán.
Para finalizar, Camacho ha asegurado que la asistencia a los eventos fuera de las islas se ha parado, pero que en el último momento desde Turismo del Cabildo Insular han tomado la decisión de asistir a la Convención Turespaña: “La isla necesita de un plan de promoción, necesitamos la ayuda del Gobierno de España y del Gobierno de Canarias en esas políticas de promoción y recuperación del destino turístico”.