Globalia continúa moviendo su conglomerado turístico a la espera de cerrar la gran operación de venta de Air Europa a Iberia. El grupo fundado por Juan José Hidalgo busca un comprador para su cadena hotelera Be Live, pero con la premisa de no malvender y buscar un precio “aceptable” tras varios intentos fallidos en los últimos años, según confirman a este medio fuentes cercanas de la empresa.
Una cifra aceptable serían los 500 millones de euros por los que los dueños de Air Europa han dado el mandato al Banco Santander para desprenderse de Be Live, tal y como adelantó ‘El Confidencial’ y confirman fuentes a este medio.
Actualmente, Be Live cuenta con una red de alojamientos catalogados con 4 y 5 estrellas y situados en localizaciones prime. Tiene 31 hoteles distribuidos en los principales polos turísticos del mundo: República Dominicana, Cuba, España (Península, Baleares y Canarias), Portugal y Marruecos.
De momento, según ha podido saber este medio, no hay ofertas de inversores que interesen. Pero lo cierto es que la división hotelera siempre ha estado en el disparadero para su venta. Recientemente cadenas como Barceló Hotel o Palladium han estado en las quinielas como posibles compradores de algunos de los hoteles de la compañía.
En 2020, casi llega a un acuerdo con la cadena BlueBay Hotels para fusionarse y crear un grupo de cerca de 100 hoteles y más de 21.000 habitaciones, la mayoría en categoría 4 y 5 estrellas, distribuidos en más de 15 países. Pero este proyecto no terminó de cuajar.
[Globalia fusionará Be Live Hotels con BlueBay y creará un grupo de 100 hoteles]
De hecho, en varias ocasiones el grupo ha apostado abiertamente por crecer con la compañía sin tener la necesidad de vender. Sin embargo, la pandemia también ha asestado un duro golpe a la cadena.
Golpe de la Covid
Tanto que en el cierre del ejercicio de 2020 (último depositado en el Registro Mercantil), el auditor de sus cuentas, KPMG, llamó la atención sobre las pérdidas por importe de 35,4 millones de euros, los flujos de explotación negativos de 16,6 millones de euros y unos pasivos corrientes que superan a sus activos corrientes en 1.079.000 euros.
Cierto es que se debieron principalmente a los efectos negativos en la actividad de la sociedad de la crisis sanitaria motivada por la Covid-19.
De hecho, destacó que “debido al alto grado de exposición del sector en el que opera la sociedad a los efectos de la pandemia, el cumplimiento de las previsiones de tesorería de la sociedad, aprobadas por los administradores, dependerá en gran medida de la evolución de la crisis sanitaria”.
Todo ello hace, según KPMG, que exista una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento.
A pesar de ello, Globalia consiguió para el grupo hotelero financiación adicional por valor de 26 millones de euros y acuerdos con proveedores para el aplazamiento de pagos de determinadas deudas y arrendamientos principalmente. Todo ello con la idea de mitigar el impacto de la Covid y conseguir liquidez.