El sector aéreo vuelve a vivir un momento crítico. A los retrasos y colas que ya colapsan algunos aeropuertos europeos, habrá que añadir a finales de semana las huelgas en Ryanair, Brussels Airlines y Air France. Convocatorias que amenazan con una oleada de cancelaciones y con lastrar la esperada recuperación este verano.
Primero será el turno de Ryanair. Los sindicatos de tripulantes de cabina USO y Sitcpla han convocado huelga para los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio en España. El motivo es la ruptura de las negociaciones para un convenio colectivo y el acuerdo alcanzado entre aerolínea y CCOO.
Los sindicatos están a la espera de conocer el decreto del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el que se determinarán los porcentajes de vuelos que serán servicios mínimos. En ese momento, Ryanair deberá designar los vuelos protegidos y las tripulaciones que los operarán.
[Los tripulantes de Ryanair convocan seis jornadas de huelga para este verano]
Pero los tripulantes de cabina españoles no estarán solos. Los sindicatos belgas ACV PULS y CNE, y el portugués SNPVAC, se han sumado a USO y Sitcpla y han convocado a huelga a los tripulantes de Ryanair en esos países los días 24, 25 y 26 de junio. En Francia, el sindicato SNPNC ha convocado el 25 y 26 de junio, mientras que, desde Italia, Uiltrasporti y FILT-CGIL lo han hecho el 25 de junio.
A la espera de conocer los servicios mínimos, la huelga podría afectar a los 3.000 vuelos diarios en Europa que la low cost opera, según datos de Eurocontrol.
Para esas fechas, el personal de cabina y pilotos de la aerolínea belga Brussels Airlines han anunciado tres días de huelga. Concretamente serán los próximos días 23, 24 y 25 de junio. Estos denuncian la sobrecarga de trabajo tras la pandemia y reclaman la renegociación del plan diseñado con la reestructuración de la compañía que les supone un 30% menos de salario.
Falta de personal
Por su parte, el sindicato de pilotos de Air France y Transavia ha lanzado un preaviso de huelga para el próximo sábado 25 de junio para denunciar la falta de personal, que deriva en un cansancio prolongado y riesgos de seguridad.
La escasez de personal de tierra así como los retrasos en los controles de tráfico aéreo son la razón por la que EasyJet recortará su programación de vuelos. La compañía de bajo coste operará cerca del 90% de lo previsto. Todo ello después de que los aeropuertos de Gatwick y Schiphol anunciaran que limitarán los servicios y el número de pasajeros.
De hecho, mañana los secretarios generales de USO en EasyJet Barcelona, Pier Luigi Copello, y de USO en EasyJet Málaga, Miguel Galán, anunciarán movilizaciones de los tripulantes de la compañía británica en España para las próximas semanas.
Se trata de un problema extendido en toda la red de aeropuertos europeos y que en España ha dejado imágenes de caos y colapsos en las últimas semanas. Iberia llegó a cifrar en cerca de 15.000 los clientes que han perdido su conexión desde el 1 de marzo por problemas en los controles de pasaporte. Unos retrasos de los que ya alertó la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Por ello, Iberia y parte del sector aéreo pedían más policías y el Gobierno respondía con un refuerzo de 300 para Barajas y 200 más para el resto. En total, 500 efectivos policiales más para cubrir las plazas de cara a este verano.
El origen de estos problemas en España está en que este es el primer verano con el requisito de controlar los pasaportes para Reino Unido.
Lenta recuperación
Esta situación seguirá impactando en la recuperación del espacio aéreo a pesar de que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha mejorado sus previsiones para 2022. Ahora espera que las pérdidas sean un 16% inferiores a las apuntadas inicialmente, al pasar de 11.600 millones de dólares (11.020 millones de euros) a 9.700 millones (9.214 millones).
De hecho, la propia IATA advierte de que el empleo todavía está algo por debajo de los 2,93 millones de puestos de trabajo que había en 2019 y se espera que permanezca este nivel durante algún tiempo.
En algunos casos, “los retrasos en el empleo pueden afectar a la capacidad de la aerolínea para satisfacer la demanda de pasajeros”, aseguran desde la asociación.