En 2016, nació Galistair, una compañía aérea de capital 100% español especializada en vuelos chárter. Lo hizo en un momento de crecimiento del sector aéreo que acabó con la llegada de la pandemia. Y es que la Covid ha asestado un duro golpe a la aerolínea que se declaró en concurso de acreedores a mediados de septiembre.
De hecho, un mes después el juzgado de lo mercantil número 16 de Madrid ha ordenado la anotación de la conclusión del concurso de la sociedad, según consta en el Registro Mercantil.
La compañía era propiedad de la empresa inmobiliaria Agregame 96 (con el 75% de las acciones) y la empresa de maquinaria Casli (que mantenía el resto del capital).
Su modelo de negocio se basaba en el arrendamiento de aeronaves con tripulación (wetlease) y operaciones de vuelos chárter. Se trata de vuelos que no son regulares, ni tienen horario fijo. El avión suele alquilarse por una empresa o para un grupo de personas en exclusiva para llegar a un determinado destino.
En sus primeros meses de vida, llegó a un acuerdo con Tui Fly para ofrecer servicios con el único avión que tenía en ese momento, un A321/200. La compañía estableció su base para largas estancias en el aeropuerto de Ciudad Real (aunque también tuvo base en Madrid).
Hablamos de un aeropuerto comprado en 2016 por la compañía Ciudad Real International Airport (CRIA). Este aeródromo, uno de los pocos privados de España, entró en concurso de acreedores en 2010 y fue vendido a esta sociedad por 56,2 millones de euros. De hecho, sus inicios fueron complicados, pero con la pandemia tuvo algo más de actividad gracias a que se recicló como aparcamiento de aeronaves y a que Galistair creó un corredor sanitario.
En mayo de 2020, el A321/200 de Galistair aterrizó en el aeropuerto de Ciudad Real para inaugurar el corredor habilitado para facilitar la importación de mercancías destinadas a paliar efectos de la Covid.
Sector aéreo y rescates
Lo cierto es que la pandemia ha dado de lleno al sector aéreo y hasta 2023-2024 no se espera que se recupere. A nivel mundial muchas aerolíneas no han sobrevivido como le ha pasado a Galistair, mientras que otras están tratando de alcanzar fusiones para fortalecer grupos y evitar quiebras.
Aquí en España, los créditos ICO y los rescates de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) han estado a la orden del día. De hecho, la gran mayoría de las aerolíneas los han solicitado: Plus Ultra (53 millones), Air Europa (475 millones), Volotea (200 millones) y Air Nostrum (111 millones).
A estos hay que añadir los 320 millones que recibió Ávoris y que ha repartido entre sus filiales, como la aerolínea de vuelos chárter Iberojet; y también los 85 millones al grupo Wamos, donde se incluye Wamos Air.