Doha

En pocos días, Doha (Qatar) será el epicentro de uno de los eventos deportivos más importantes: el mundial de fútbol. Se trata de una cita que acogerá a cerca de 1,5 millones de aficionados en una ciudad que no llega ni a tres millones, lo que pone en duda la capacidad alojativa de esta urbe famosa por sus rascacielos. Por ello, la filosofía imperante de esta cita de esconder al mundo la realidad a toda costa también se aplica para tapar sus limitaciones turísticas con alternativas de todo tipo, algunas muy curiosas y otras demasiado caras.

Basta un paseo por la ciudad para darse cuenta de esta situación. Y eso es lo que ha hecho un equipo de EL ESPAÑOL-Invertia a pocos días de celebrarse este evento mundialista. El contexto actual es la de una ciudad en la que se corre a toda prisa para terminar de montar el evento. Y se hace con una legión de obreros, muchos ellos inmigrantes. 

Desde que amanece y hasta que anochece (a las 17.00 hora local) solo se ve a estos trabajadores en las calles, soportando temperaturas extremas de 35 grados. De hecho, muchos de estos se han dejado la vida, según denuncian organizaciones como Amnistía Internacional. 

Están construyendo todo tipo de infraestructuras, incluyendo el metro. Pero también alojamientos, ya que Doha no tiene capacidad alojativa suficiente para hacer frente a este evento. Todos ellos se gestionan a través de la Agencia de Alojamiento Catar 2022.

Lo más llamativo son los containers que se han construido cerca de algunos estadios, como el Estadio 974, el más cercano al puerto y cuyo diseño también está realizado con containers. De hecho, aún se puede ver en las calles a cientos de obreros construyendo parte de estas instalaciones.

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Estos contenedores son una de las opciones más baratas para el evento ya que la noche sale desde 200 euros, aproximadamente. Se han construido cerca de 6.000 villas para aficionados de este tipo: de seis metros de largo que cuentan con sistema de aire acondicionado. Las instalaciones incluyen puntos de venta que ofrecen variedad de comidas.

También hay opción de alojarse en apartamentos y villas privadas, así como en hoteles, muchos de ellos de cinco estrellas bajo el paraguas de cadenas internacionales como Marriott. Aquí es donde más se disparan los precios, llegando a pedir más de 4.000 euros la noche.

Containers para alojar a los aficionados de Doha.

Asimismo, se han construido 16 hoteles flotantes en las costas de Qetaifan Island North, cerca del Estadio Internacional de Lusail, a 23 kilómetros de la Ciudad de Doha. Estos hoteles son de cuatro pisos y podrán albergar un total de 1.616 habitaciones.

Y, por último, Qatar ha levantado un campo de carpas beduinas: Qetaifan Island Fan Camp. Consta de 1.800 tiendas de campaña, cada una con dos camas individuales y una mesita de noche. La noche se paga a 200 euros. A los campistas se les ofrece acceso de cortesía al adyacente Qetai-Fan Beach Festival, que sirve bebidas internacionales y ofrece 50 opciones gastronómicas y un supermercado. 

Tres cruceros de MSC

Los grandes problemas de alojamiento de Qatar se hicieron palpables cuando llegó a un acuerdo con la naviera MSC Cruceros para que, inicialmente, dos de sus cruceros (MSC World Europa con 2.700 camarotes y MSC Poesía, con 1.300) quedaran atracados en el puerto para recibir a algunas delegaciones y a aficionados.

Pero el aluvión de reservas ha hecho que MSC ponga otro buque más. Decisión que se tomó hace un mes, según ha contado el director general de MSC Cruceros, Fernando Pacheco, a EL ESPAÑOL-Invertia, durante los actos de celebración de la botadura del MSC World Europa en Doha. Este tercer barco “cuenta con una capacidad para 1.000 camarotes y está lleno a la mitad”, avanza. Por lo que, de momento, tiene disponibilidad.

Para Pacheco, “a nivel publicitario y comunicación es importante coincidir la botadura con el mundial y usar el barco como alojamiento hotelero”. De hecho, el MSC World Europa será el hotel de las novias y esposas de los jugadores de la selección inglesa.

El barco cuenta con 22 cubiertas, 47 metros de ancho y 40.000 m2 de espacio público. Asimismo, tiene 13 restaurantes, incluidos seis restaurantes de especialidades y tres amplios restaurantes-bufé a bordo; siete piscinas y 13 bañeras de hidromasaje; teatro, cine, una academia de drones, el tobogán seco más largo en el mar que se extiende por 11 cubiertas, zona para niños, aquapark…

MSC World Europa en Doha, Qatar.

Y lo más importante: dentro del barco muchas de las normas y prohibiciones del país no se aplicarán. Es decir, se podrá beber alcohol.

Cabe recordar que en el país está prohibido ingerir bebidas alcohólicas en público. Solo se puede en determinados hoteles y restaurantes. Durante el mundial, habrá excepciones: se venderá alcohol en algunas Fan Zone delimitadas por la FIFA y la organización con un horario específico.

En muchos de ellos, el único tipo de alcohol que se podrá beber será la cerveza Budweiser, patrocinadora de la competición.

Aunque hay una nueva polémica. El estado árabe está intentando esconder las carpas con la marca Budweiser en algunos de los estadios y fuera de la vista de los espectadores locales, según ‘New York Times’. Al parecer se trata de una petición directa de la familia real de Qatar que no ha gustado ni a la FIFA ni a Budweiser.

Universidades

Otra de las alternativas alojativas más curiosas es el lugar donde se concentrará la selección de fútbol española: la Universidad de Qatar.

Cuenta con dos campos de césped natural que serán de uso exclusivo para la selección durante su alojamiento allí. También hay modernos vestuarios, salas de reuniones, gimnasio o salas de recuperación.

En este espacio también se alojará la selección argentina; pero no hay problema porque el espacio es suficiente para albergar a las dos selecciones en sus más de 25.000 metros cuadrados. 

El resto de selecciones han optado por hoteles, como Brasil que estará en el Westin del centro de Doha o Inglaterra que se alojará en el hotel Souq Al Wakra, donde se privatizará una parte de la playa pública cercana para los jugadores. En el caso del equipo de Francia, estos dormirán en el palacio-hotel de Al Messila.

Cifras

Pasear por las calles de Doha estos días es hacerlo por una ciudad en plena construcción. Autobuses, señales, cargadores de coches eléctricos… Todo está recién instalado o mantienen los plásticos. 

De hecho, no hay calle que no recuerde que en esa ciudad se va a celebrar un mundial de fútbol. Ya no solo por los obreros que trabajan a destajo, sino por la decoración con banderas de todos los países, las imágenes de jugadores descolgadas de los muchos rascacielos vanguardistas de la ciudad y los souvenirs del mundial en el zoco de Souq Waqif. 

Silueta del Mundial de Qatar en el zoco Souq Waqif de Doha. Sandra Tobar

Y no es para menos. El país ha invertido mucho en este mundial. El Mundial de Qatar 2022 es el más caro de la historia. Según la Federación Internacional de Fútbol, el presupuesto fijado es de 1.696 millones de dólares (1.631,6 millones de euros al cambio actual) y la inversión anunciada de más de 200.000 millones de dólares (192.410 millones de euros) por parte del país.

Pero su elección como organizador ha estado llena de polémica desde un inicio por ser un país que vulnera constantemente los derechos humanos. Algo que no han conseguido ocultar ni tan siquiera en la construcción de instalaciones a través de la explotación de trabajadores migrantes, que son el 90% de la mano de obra y proceden de India, Bangladés, Sri Lanka y Nepal. 

A pesar de las polémicas, Qatar celebrará un mundial que arranca el próximo domingo con muchas dudas, como su capacidad alojativa. Ahora habrá que ver si consiguen abrirse al mundo y atraer turismo tras la cita futbolera.