España seguirá sufriendo temperaturas extremas en el futuro. Todos los modelos climáticos anuncian que las olas de calor serán más frecuentes en los próximos años. Subir de 40ºC en el verano será 'la nueva normalidad'. Y eso tendrá una dramática repercusión en uno de nuestros sectores económicos más importante: el turismo.
Tanto es así que agencias de viajes británicas han advertido de que empieza a haber una caída en las reservas a España e Italia para evitar el calor abrasador, según publica el Daily Mail.
Con el actual anticiclón Caronte, llamado así por el barquero de los muertos en la mitología griega, se han alcanzado temperaturas casi récord en todo el Mediterráneo. Y la Agencia Europea del Predicción del tiempo también lo ha dicho: el continente deberá prepararse para olas de calor más intensas y duraderas.
Y aunque las olas de calor se están volviendo más comunes en todas partes del mundo, Europa se está calentando más rápido que la media mundial debido a su alto porcentaje de masa terrestre y su posición en la superficie de la Tierra.
Las temperaturas récord son el resultado del cambio climático, causado por la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas, combinado con el fenómeno climático El Niño.
¿Fin del turismo de sol y playa?
Las personas de climas fríos del norte anhelaban veranos calurosos desde al menos 1923, cuando los miembros de la alta sociedad estadounidense Gerald y Sara Murphy inventaron tomar el sol en la Riviera francesa. Poco a poco surgió un consenso en torno al lugar climático ideal: una playa, cielos soleados y temperaturas alrededor de los 25ºC, publica el Financial Times.
Pero a partir de las olas de calor de la última década, el verano se ha transformado de algo para anhelar a algo para temer. Europa, que se está calentando dos veces más rápido que el promedio mundial, tuvo su verano más caluroso en 2022, rompiendo el récord establecido en 2021, todo lo cual fue antes de que el mundo volviera a entrar en el ciclo climático más cálido de El Niño.
Ninguna playa es divertida a 40°C con incendios forestales en el horizonte.
Para muchas personas acomodadas, el primer efecto tangible del cambio climático será que cambiará el lugar al que irá de vacaciones: después de todo, eso es más fácil que cambiar el lugar donde se vive.
Las vacaciones cambian simultáneamente el clima (el transporte turístico ahora causa alrededor del 5% de las emisiones) y el clima lo cambia. A medida que la pandemia dé paso a una era récord para el turismo, surgirá rápidamente un nuevo mapa mundial de vacaciones.
Y si se van los turistas de España, nuestra economía se resentirá especialmente. El turismo contribuirá este año 2023 con 194.000 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) de España, un 3,2% más que en 2019, antes de la pandemia, según el informe anual de impacto económico del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).
Al cierre de 2023, el sector representará el 14,6% de la economía nacional y el 14,4% del total de los puestos de trabajo en nuestro país, ya que dicho organismo prevé que alcanzará casi tres millones de empleos.
El cambio climático amenaza, por tanto, al corazón de la economía de nuestro país.