Ryanair registró un beneficio neto de 2.190 millones de euros en los primeros nueve meses de su año fiscal, finalizado el 31 de diciembre, lo que supone un aumento del 39% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según ha informado este lunes la compañía.
La firma se anotó un beneficio neto de 15 millones de euros en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal, un 93% menos que los 211 millones que registró en el mismo periodo del año anterior, debido a que el aumento de los costes del combustible contrarrestó el incremento de los ingresos.
Los ingresos de la compañía crecieron un 26% en los primeros nueve meses de su año fiscal, hasta los 11.270 millones de euros, mientras que los costes operativos avanzaron un 25%, hasta los 8.880 millones de euros.
El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, ha destacado que la firma sigue reclamando una reforma "urgente del ineficaz" sistema europeo de control del tráfico aéreo, que supondría una mejora medioambiental "más significativa" en el transporte aéreo de la Unión Europea (UE).
En este sentido, ha destacado que, "lamentablemente, la Comisión Europea (CE) no ha hecho nada al respecto, por lo que vuelven a pedir a su presidenta, Ursula von der Leyen, que defienda el mercado único del transporte aéreo protegiendo el 100% de los sobrevuelos durante las huelgas.
Recorta previsiones
Por su parte, Ryanair ha reducido sus previsiones para el beneficio neto de la compañía de este año a una horquilla de entre 1.850 y 1.950 millones de euros, que anteriormente se situaba entre 1.850 y 2.050 millones de euros.
En este sentido, ha explicado que esta previsión y el resultado de todo el año "dependen en gran medida de que se eviten acontecimientos adversos imprevistos en el cuarto trimestre, como la guerra de Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamás, y nuevos retrasos en las entregas de Boeing".