Meliá deja totalmente atrás los efectos de la pandemia. La cadena hotelera se marca como objetivo obtener un Ebitda no inferior a 525 millones de euros y reducir el ratio de deuda neta por debajo de 2,5 veces, así como apostar fuertemente por el segmento de lujo.
Así lo ha avanzado Gabriel Escarrer Jaume, presidente y consejero delegado de Meliá, durante la celebración de la junta de accionistas celebrada hoy. “Las entidades de análisis han estimado como factible (el objetivo de ebitda)”, ha señalado el directivo.
Junto a ello, Escarrer se ha comprometido con los accionistas a conseguir un incremento de doble dígito del ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) y a recuperar el margen de ebitda se situará por encima de el obtenido en 2019.
Asimismo, en materia de expansión, ha confirmado una meta de firma de 30 nuevos hoteles, representativo de un crecimiento aproximado de 7.000 habitaciones. Desde enero hasta hoy en día han firmado 19 hoteles y 2.900 habitaciones con 2 hoteles. Para este año la previsión es abrir 20 hoteles. La cadena cuenta con 350 hoteles y 91.875 habitaciones actualmente.
Así, abrirán seis nuevos hoteles de ME by Meliá, llevarán a Asia la marca Paradisus, duplicarán los Meliá Collection y expandirán la marca Zel (a través de la joint ventures con Rafa Nadal) en España y México.
Es especialmente relevante la apuesta del grupo hotelero por el lujo. Escarrer ha avanzado que una de cada tres aperturas de hoteles del grupo será de un hotel de lujo.
“La orientación al lujo se ha convertido en una ventaja y una mejora del revpar con un 80% superiores de tarifa media de los hoteles de lujo de la cadena con respecto al resto de marcas”.
Asimismo, el directivo ha avanzado que impulsarán algunas operaciones con activos con la premisa de mantener la mayoría de la propiedad o la gestión de hoteles.
Entre ellas, ha destacado la cerrada con el grupo Gaalata en México por 130 millones de dólares (121 millones de euros) y de la que actualmente están ultimando para la reconversión de algunos activos en Punta Cana, por importe de entre 30 y 50 millones de dólares, incluyendo la creación del futuro hotel ZEL Punta Cana, que esperamos pueda abrir sus puertas hacia finales de este año.
La forma de crecimiento de Meliá es orgánica a golpe de hoteles así como alianzas con otros partners. Eso quiere decir que la cadena con sede en Palma de Mallorca tiene hoteles en propiedad y en gestión.
Por último, ha anunciado el retorno al reparto de dividendos. Concretamente, se repartirán 20 millones de euros, con un pay-out del 17,5%, y con una rentabilidad por dividendo que se sitúa por encima de la media de empresas hoteleras a nivel internacional.
Asimismo, el presidente y CEO ha calificado de “gran año” el ejercicio 2023. La hotelera ganó 130,1 millones de euros, tras crecer su beneficio neto un 8,3% respecto a 2022 y un 6,9% en comparación con 2019.
También obtuvo unos ingresos de 1.928,8 millones, cifra un 14,8% superior a la del pasado año. Su ebitda creció un 16,2% y se situó en 486,5 millones de euros.
Primer trimestre
A última hora de la tarde, la cadena ha anunciado un resultado consolidado de unos 7,5 millones de euros en los tres primeros meses del año, frente a los números rojos de un año antes, debido a la fortaleza de la demanda, y elevó más del 11% sus ingresos, hasta alcanzar los 440,1 millones de euros.
El impulso de una sólida demanda turística y el reposicionamiento de sus activos ha llevado a la compañía a un incremento del ingreso medio por habitación (RevPar) del 15,6% pese al menor número de habitaciones disponibles en propiedad y alquiler en el periodo (-5,5%).
Según ha comunicado la compañía a la Comisión Nacinoal del Mercado de Valores (CNMV) el beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo alcanzó en el primer trimestre del año los 97,9 millones de euros, un 25,7% más que el año anterior cuando se registraron 77,9 millones de euros.